La virtualización, clave para el futuro del almacenamiento

Mejora la calidad del servicio y reduce los costes de gestión

El mercado demanda nuevas aplicaciones de uso corporativo que permitan mantener y mejorar la posición competitiva de las empresas. En este sentido, la información se ha convertido en un importante valor en la toma de decisiones que aporta aspectos diferenciales en las pautas de la competitividad empresarial, lo que ha disparado la demanda de mayor capacidad de memoria virtual. Sin embargo, desde el punto de vista del almacenamiento este concepto implica algo más que superar las limitaciones de una entidad física.

En un contexto empresarial como el actual, marcado por la evolución de los mercados financieros, la nueva economía y la constante aparición de novedosas tecnologías, el mercado cada vez demanda más aplicaciones nuevas de uso corporativo que permitan a las empresas mantener y mejorar todo lo posible su posición competitiva. Por su parte, la aparición de nuevos entornos creados alrededor de Internet y la creciente importancia de la información en el diseño y la planificación de las estrategias empresariales, han situado a los datos en una posición clave en los planes de negocio corporativos. Sin embargo, desde el punto de vista del almacenamiento, el concepto de virtualización cuenta con más implicaciones que superar las limitaciones de una entidad física.
A pesar de que últimamente se habla mucho de virtualización, un término relativamente nuevo y muy de moda en el mundo de las Tecnologías de la Información, realmente sabemos qué significa este concepto y cuál es su objetivo. La virtualización persigue mejorar la eficiencia, dotando a los sistemas de mayor inteligencia. Con ello, se consigue unos mayores niveles de automatización y por tanto una disminución en los errores de gestión y administración del almacenamiento. Como resultado se mejoran los niveles de servicio (SLA y se reducen de modo muy sustancial los costes totales de propiedad (TCO).
La virtualización permite una gestión lógica del almacenamiento, independiente de la infraestructura física. Dependiendo de las funciones a virtualizar, puede residir en los servidores, en la red o en los dispositivos de almacenamiento, allí donde sea más eficaz.
Otro modo de percibir el término virtualización es desde la perspectiva de hacer ver al sistema algo que no responde a la realidad física, lo que facilita considerablemente la labor del administrador en comparación a los sistemas tradicionales, ya que éste se encuentra con la capacidad de explotar toda la información almacenada sin contar con las limitaciones físicas que impone la arquitectura convencional. Por todo ello, para muchos es el siguiente paso del mercado, su punto clave, ya que los clientes demandan cada vez más una capa superior de almacenamiento que les permita realizar una gestión más sencilla y a un coste menor.

La mejora de los procesos de negocio
En realidad, lo que desean los clientes es contar con la capacidad necesaria para realizar una gestión multiplataforma y mejorar sus procesos de negocio. La clave para ello es tener el dato y la gestión centralizados para garantizar la mejora de los procesos de negocio. Sin embargo, esto no es algo fácil de conseguir, puesto que aún es casi imposible que una herramienta sea capaz de gestionar toda la infraestructura de almacenamiento. Lo único que de momento se puede hacer es conjugar distintas herramientas y soluciones, juntándolas en un concepto de solución de servicio. De esta manera, se necesitan soluciones globales y de servicios puesto que la complejidad sigue siendo muy elevada debido a las diferentes tecnologías, fabricantes y componentes del ciclo de vida de los datos.
La virtualización en disco trata de optimizar el uso de la capacidad, su comportamiento funcional y su gestión y administración. Con el disco virtual, sólo se utiliza el espacio real ocupado por los datos, sin tener en cuenta el resto de la capacidad.
Aunque el concepto de almacenamiento virtual no es nuevo (StorageTek ha estado proporcionando soluciones de almacenamiento en disco virtual desde 1994), la percepción del mercado es que la virtualización es un concepto relativamente novedoso; sin embargo, cualquier cliente que pretenda reducir los costes operativos, deberá tenerlo en cuenta. Se trata de una tecnología gracias a la cual los dispositivos físicos pueden ser actualizados o, incluso, reemplazados sin necesidad de modificar o interrumpir las aplicaciones. Por su parte, el administrador del sistema cuenta con la capacidad de explotar la información almacenada de forma mucho más sencilla que cuando se trata de dispositivos de arquitectura convencional, aumentando de forma sustancial el rendimiento del personal de administración al facilitársele enormemente la gestión del almacenamiento. Ya sea en red o en dispositivo, la virtualización lleva consigo la reducción del tiempo y de los costes de administración y ahorros importantes en infraestructuras.
El objetivo final de la virtualización está estrechamente ligado con el propósito de maximizar todo lo posible el retorno de la inversión (ROI), optimizando los recursos, simplificando las tareas de los gestores y ofreciendo nuevos valores y modos de operar los negocios. Consiste en aportar nuevos niveles de inteligencia artificial que incrementen tanto la eficiencia de los sistemas como el reemplazo y automatización de las tareas manuales de gestión ejecutadas por los administradores. Todo ello con un objetivo claro: reducir y contener los costes totales de propiedad operacionales.

Implantación de virtualización
Por otra parte, la popularización de las redes SAN en el mercado, ha llevado a la necesidad de separar las imágenes del almacenamiento de los dispositivos de almacenamiento físicos. Teniendo esto en cuenta, se deben distinguir antes de nada dos formas de implantación de virtualización. La primera, muy ligada a un contexto de redes SAN, pretende crear una construcción lógica desde el punto de vista de los servidores, de los dispositivos de almacenamiento en disco y cinta, así como conseguir la simplificación de la gestión de estos entornos, que suelen ser muy complejos. En cuanto a la segunda forma de implantación, complementaria de la anterior, se trata de la virtualización aplicada a los dispositivos de almacenamiento en sí. Su principal característica es que procede de la optimización de los recursos, tanto en la cantidad de los mismos, como en las prestaciones que se pueden obtener con ellos.
Hay que tener en cuenta el gran esfuerzo realizado por los fabricantes para situarse en una posición de vanguardia en el segmento del almacenamiento virtual, diferenciando entre la presentación del almacenamiento al sistema operativo del servidor y los dispositivos físicos realmente existentes. Pero siempre con el claro objetivo de avanzar en el problema de la gestión. De hecho, son numerosos los analistas que recomiendan centrarse en este aspecto dentro del almacenamiento, para intentar reducir lo más posible la intervención humana y los gastos que se derivan de ella. La virtualización es considerada por muchos expertos, como la solución clave para este segmento de mercado.
La implantación de la virtualización en las redes de almacenamiento (SAN) facilita la gestión de las cargas de trabajo, así, se elimina la complejidad al simplificar la visión que el servidor tiene de los dispositivos existentes y se facilita la posible eliminación, ampliación o sustitución de

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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