Un 63% de los usuarios se cambiaría a un banco más seguro
Wincor Nixdorf ha realizado una encuesta sobre el conocimiento, preferencias y tendencias de los consumidores alrededor de la seguridad en el uso de cajeros automáticos.
Una de las principales conclusiones es que un 90% los usuarios asegura no estar familiarizado con las amenazas a la seguridad de los cajeros automáticos, y además, un 63% se cambiaría de banco si otra institución demostrara que dispone de un servicio más seguro. El fraude en los cajeros en España representa un coste de alrededor de unos alrededor de 50 millones de euros al año, aunque la encuesta ha revelado que, a pesar de que existe una gran preocupación sobre este tema, la mayoría de los consumidores no conoce las tácticas de fraude más populares, como por ejemplo el robo de identidad de las tarjetas. “Los cajeros automáticos se han convertido en el punto de contacto primario con los consumidores de las instituciones financieras y por eso los bancos deben esforzarse en ofrecer soluciones cada vez más sofisticadas para proteger los clientes”, asegura Javier López Bartolomé, presidente de la región Américas e Iberia de Wincor Nixdorf. “Hoy más que nunca, los bancos que no inviertan en seguridad avanzada se arriesgan a perder sus clientes y su dinero”.
En cuanto a los consumidores, Wincor Nixdorf ha elaborado un Decálogo de recomendaciones para utilizar con seguridad las tarjetas en 2011. Un propósito de año nuevo que nos puede ahorrar muchos problemas: su tarjeta y su número secreto son la llave para acceder a su dinero; ninguna entidad financiera le pedirá que revele su número secreto por ningún medio; el número secreto solo puede teclearse en el cajero o en un TPV; al teclear su número secreto cúbralo con la otra mano; en caso de duda busque otro cajero; destruya conveniente los justificantes de las tarjetas, una vez comprobados sus gastos; use cajeros bien iluminados y limpios, sin papeles ni carteles añadidos; no revele a nadie su número secreto; si su tarjeta es capturada en el cajero no se mueva de delante del mismo y llame a su entidad; y, por último, cuando realice un pago con tarjeta en una tienda o restaurante, no la pierda de vista en ningún momento, para evitar copias o usos indebidos de la misma.