Los costes ocultos y posibles fallos de las aplicaciones preocupan a los directores de TI

Un informe de Compuware sostiene que, a pesar de las ventajas de la nube, el 79% de los encuestados se sienten inseguros ante las consecuencias que podría tener su empresa ante los problemas imprevistos.

Cloud y movilidad

El 29% de las empresas dedicarán sus inversiones en TI al entorno cloud, prioritariamente, durante los próximos cinco años, según se desprende de un estudio realizado por Compuware entre más de 500 directores de tecnología de Europa, Asia y Estado Unidos. Concretamente, el 12,5% comenzará a invertir en cloud a lo largo de este año, y un 16.5% afirma que lo hará entre 2014 y 2018. Centrándonos en las inversiones en cloud a lo largo de este año, un 24,1% afirma que lo hará en testing y sistemas back-up, un 17,1% en infraestructuras de cloud privadas y un 15% en modelos de cloud híbridas. El estudio de Compuware también revela que las empresas utilizan cada vez más la nube para aplicaciones críticas de negocio. De hecho, el 78% de los responsables de TI encuestados afirma que ya usa plataformas de comercio electrónico basadas ​​en la nube o tienen previsto hacerlo en los próximos 12 meses.
Paralelamente a este interés hacia el entorno cloud, debido a los importantes ahorros de costes y la velocidad de despliegue de las aplicaciones, los responsables de tecnología declaran que los costes ocultos de la nube (79%), y el impacto de disfunciones en los clientes y usuarios (64%), son sus mayores preocupaciones a la hora de abordar el cloud.
Según el estudio de Compuware, tras la nube, las empresas priorizarán sus inversiones TI en la tecnología móvil (13,5%) y un 11,3% declaran que harán énfasis en Big Data, tecnología de análisis de negocio y almacenamiento.
De hecho, y centrándonos en la segunda de estas preocupaciones, los responsables de tecnología afirman su temor a posibles disminuciones en los ingresos, una mala imagen de marca y una fuerte pérdida del grado de fidelización de los clientes.
El análisis también indica que el 73% de las empresas siguen utilizando métodos obsoletos para vigilar sus aplicaciones críticas de negocio y gestionar su rendimiento en el entorno de la nube. De hecho, el indicador más utilizado para monitorizar el rendimiento de aplicaciones es la disponibilidad (es decir, saber si la aplicación está disponible), y no se tienen en cuenta otras métricas que evalúan la experiencia real del usuario cuando interactúa con una aplicación, tales como los tiempos de respuesta de la misma.
La prioridad de invertir en la nube no es casual, ya que las empresas han tomado conciencia de sus beneficios y los directores de tecnología valoran la agilidad, la flexibilidad y el ahorro de tiempo de este entorno. Sin embargo, según Antonio García, director general de Compuware APM, “los directores de TI tienen razón en considerar cuidadosamente el impacto de la nube y los servicios de terceros en la experiencia del usuario final. Las características de las aplicaciones basadas en la nube requieren un nuevo enfoque, inteligente y automático, una monitorización profunda y proactiva, que no sólo identifique los problemas de la experiencia de los usuarios finales, sino que proporcione diagnósticos detallados para la resolución de problemas”.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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