El 2002: ¿un año de transición o de recuperación en inversiones en TI?
La crisis pasa de puntillas por España
Las principales consultoras del mercado no alcanzan un acuerdo sobre la evolución que experimentarán las inversiones en tecnologías de la información a lo largo del presente 2002. Para algunas, éste será un año de transición en el que se ajustará el gasto al máximo a la espera de la estabilidad económica que promete el 2003. Para otras, sin embargo, 2002 verá como se recuperan las inversiones en TI. El mercado español, sin embargo, parece que sigue su propio ritmo.
INVERSIONES EN TI DEL
MERCADO ESPAÑOL (millones de dólares)
Más allá de ser un mero soporte a los procesos corporativos, como
ha sido entendida tradicionalmente la tecnología, ésta constituye, hoy
por hoy, la base misma del negocio de una empresa. Sin tecnología no se consigue
la máxima eficacia, los tiempos se multiplican y las necesidades de personal
aumentan, por lo que aventurarse a hablar de reducción de costes en Tecnologías
de la Información a pesar de que las empresas y el mundo en general se enfrente
a una delicada situación financiera, no es lo más adecuado. Precaución
sí, reducción no. Al menos no una reducción drástica, puede
que compensada con el resto de gastos de una empresa.
Actualmente el porcentaje que las empresas destinan a la tecnología, ronda
el 30% del presupuesto corporativo y se espera que al final de la década
se incremente hasta el 50%, un aumento propiciado por el desarrollo de proyectos
de ERP y E-commerce, fundamentalmente. En este sentido, las iniciativas de B2B,
B2C, e-Marketing, etc., atraerán del 30 al 50% de los presupuestos en TI
de las grandes compañías en el 2005, según los datos manejados
por la consultora Gartner, hecho públicos en el marco de un encuentro organizado
por Profit Gestión Informática al que asistieron más de 80 directores
de Tecnologías de la Información interesados en la gestión de costes.
Gartner Dataquest prevé una inversión total en TI a nivel mundial de
1,7 billones de dólares. Por su parte, la consultora Merrill Lynch estima
con respecto al mercado Europeo un crecimiento de inversiones cercano al 4%, frente
al 2% estadounidense. Para Merrill, los proyectos relacionados con la seguridad,
la implantación de ERPs, la recuperación de desastres, desarrollo web
o la migración hacia Windows 2000 serán los prioridades que determinen
la inversión a realizar.
España es diferente
Mientras el mundo entero reconoce en España al país más retrasado
en cuanto a realización de inversiones tecnológica de toda Europa se
refiere, principalmente por una composición atomizada por pequeñas y
medianas empresas, los usuarios españoles afirman mantener un ritmo de inversión
constante, dominado quizás por la prudencia.
No es que España haya desplegado un escudo anticrisis con el cual haya aislado
a todo el territorio nacional, es que aquí, la alarma social no ha cundido
tanto como en aquellos países que beben directamente de las fuentes del todopoderoso
Estados Unidos. La crisis de las puntocom, el estallido de la burbuja tecnológica,
la caída de valores tecnológicos y finalmente el ataque terrorista del
11 de septiembre al ombligo económico del mundo, han provocado un parón
en la sociedad en su conjunto, que se ha visto agudizada en algunos puntos y en
contraposición, suavizada en España.
Para el subdirector general de Sistemas de Información de Bankinter, Jesús
Marquina, en general se observa cierta prudencia a la hora de invertir. “Indudablemente
vivimos en un clima de prevención, donde se habla de contención. En
nuestro caso, tenemos claro que este año no pueden incrementarse los gastos,
porque los costes de la inflación están ahí”.
No obstante, el nivel de inversiones realizadas por Bankinter en los últimos
años ha sido ascendente. Así, en 1999 se destinaron 51,69 millones de
euros, 66,11 en el año 2000 y 72,12 en 2001. Ahora, más que a un parón,
se enfrenta a una reorientación. Y es que durante los últimos años
los presupuestos han sido canibalizados por Internet, sin tener en cuenta el retorno
de la inversión, el objetivo a toda costa ha sido el logro de la consolidación
de un nuevo canal operativo para los clientes y el alcanzar unos niveles notables
de imagen. “En este momento –sostiene Jesús Marquina-, el retorno
de la inversión es importante. La inversión va destinada a aquellos
proyectos que puedan ser rentables. No tenemos una estrategia clara, sabemos que
la tecnología avanza pero lo único seguro es que invertiremos en materia
de riesgo y desarrollos convencionales. Entre otras cosas, porque tenemos la mayoría
de áreas cubiertas”.
Para Bankinter, el 2002 será un año destinado a pagar las amortizaciones
pendientes y desarrollar proyectos relacionados con un aumento del ancho de banda,
con lo que poder habilitar servicios de tipo multimedia, aprovechando los desarrollos
acometidos para Internet.
Tecnológicamente Bankinter ha sido una de las entidades financieras que más
ha despuntado, convirtiéndose incluso en objeto de deseo para los profesionales
de las TI que ven en esta compañía un lugar idóneo donde poder
desarrollarse e innovar constantemente. No en vano, este banco suele gastar en
términos relativos en TI, el doble del sector, situado entre el 11 y el 12%.
Con respecto a los costes de transformación, las TI han representado el 23%
dentro de Bankinter en 1999, el 24% en 2000 y un 23% en 2001.
Para Marquina, lo que ocurra durante el primer semestre será determinante,
fundamentalmente por cómo se resuelva la situación argentina. El conservadurismo
será mayor en lo que atañe a los desarrollos, donde se observará
“una congelación, con tendencia a la reducción. En proyectos relacionados
con Internet, sin embargo habrá una desaceleración, motivada por la
inexistencia de expectativas de beneficios a corto plazo”. La visión
de Marquina refuerza la idea generalizada en el entorno de los responsables de
Sistemas de invertir en aquellos proyectos que respalden la implementación
de estrategias corporativas que claramente reviertan en un ahorro de costes y
que la consultora Gartner ha identificado como paralización o demora de las
compras, el uso de tecnologías más económicas, la consolidación
del centro de datos, la centralización de la estructura organizativa, la
externalización de determinados servicios y la estandarización de soluciones.
En otro extremo, la Administración Pública, no se aprecia restricción
alguna en las inversiones se refiere, algo que sí se produjo en los años
2000 y 2001. Puede deberse a Info XXI, la apuesta del Gobierno por la implantación
de la Sociedad de la Información, a un esfuerzo de modernización desbordante
o a la necesidad de tratar a los ciudadanos como verdaderos clientes a los que
ofertar sus servicios.
La Agencia Tributaria, premiada y reconocida como una de las administraciones
más innovadoras de todo el mundo