Política de subvenciones

La aprobación, por parte del Consejo de Ministros, del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica (I+D+I), con dotación de 508.000 millones de pesetas para el año 2000 hace que confiera indicios de credibilidad al rumor que, extendiéndose con fuerza, pronostica que el Ministerio de Fomento va a dedicar un presupuesto de 20.000 millones de pesetas para contribuir a la subvención de venta de PCs, como promoción de la herramienta imprescindible para acercar al ciudadano a la familiarización y aprovechamiento del uso de las múltiples posibilidades que brinda Internet. De acuerdo con el supuesto plan previsto, el ministerio aportaría 20.000 pesetas por equipo, poniendo el fabricante, asimismo, idéntica cantidad. La ejecución del proyecto demostraría la firme voluntad del Gobierno de colaborar al estímulo de la Sociedad de la Información, contando con la implicación activa y considerable de los fabricantes.
La idea, buena sin paliativos, habría que inscribirla en la firme aptitud del Gobierno de hacer realidad lo que manifiesta en escritos y declaraciones, cuando se refiere a la necesidad de divulgación, y dar importancia, a las TI. Lo que no parecen tan claras son las posibilidades de llevar a cabo el proyecto de forma inmediata, y aquí radica el grave problema que se puede crear si el supuesto proyecto del Gobierno sigue conociéndose por vía del rumor, y nadie, con autoridad suficiente, ofrece las aclaraciones e información suficiente para que cada cual sepa a qué atenerse, en la elaboración de sus decisiones de compra o de venta. Y no existe la confirmación evidente de que pueda ponerse en marcha el proyecto, porque se desconoce la aprobación de algún presupuesto extraordinario para hacer frente al total de la operación, o la asignación, en los presupuestos del año próximo, de partida equivalente, o fracciones que totalicen la suma prevista. Asimismo resultaría sorprendente que, en una acción políticamente rentable, los Ministerios de Industria y Energía, y de Economía y Hacienda, consintieran que fuera sólo el de Fomento quien acaparase todos los elogios. La celebración de elecciones generales en el primer trimestre del próximo año, podría motivar al Gobierno a anunciar el compromiso de poner en marcha el proyecto. Ahora bien, la activación de los mecanismos encargados de materializar el proyecto, y su necesaria coordinación, trasladarían prácticamente a mediados del próximo año el inicio de la ventas. Debe quedar claro por lo tanto que, en el supuesto que se eliminasen los obstáculos y se intentase alcanzar la cabecera de pista para iniciar el despegue de la ejecución del proyecto, tendrían que pasar todavía unos cuantos meses para convertirse en realidad. Esto debería decirlo sin dilación el Gobierno, para evitar que un periodo de fin de año tradicionalmente muy bueno para las ventas de los fabricantes, se vea frenado en su actividad operativa por potenciales compradores que esperasen de inmediato subvenciones siempre apetecibles.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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