Los hospitales, de rebajas
La necesidad de sacar el mayor partido posible a los siempre escasos recursos presupuestarios, obliga a los entes públicos a hacer singulares filigranas contables y de gestión. Por ésta circunstancia se producen demasiados casos en los que, los usuarios, se convierten en auténticos tiranos con los suministradores. Se comportan de éste modo porque están seguros que habrá por lo menos una oferta que se adaptará plenamente a sus requerimientos. Casi excepcionalmente, el concurso queda desierto. Por lo tanto, se entiende que exista predisposición de algún comprador a probar fortuna, y una comprensible resignación del vendedor a tener que convivir con tales procedimientos. Pero, para que se produzca convergencia de los intereses de las partes, tiene que haber un mínimo de coherencia entre lo que se pide, y lo que se está dispuesto a pagar por ello. Por eso parece desproporcionada la pretensión de informatización que pretende la Consejería de Sanidad, por quince millones de pesetas, IVA incluido. Los profesionales del sector sanitario se apoyan cada vez más en las soluciones que les aportan lasTI.. En ésta línea de sensibilidad profesional por parte de usuarios y proveedores, la resolución del concurso de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social de la Junta de Castilla y León tendrá que dejar secuelas en ambos colectivos. Porque, suponiendo que no tenga que declararse desierto por falta de ofertas, habrá que comprobar qué nivel de informatización, y consiguiente rendimiento, se puede lograr en seis hospitales -incluyendo la necesaria formación al software específico- por quince millones de pesetas, IVA incluido.