Los cinco errores que provocan el fracaso de las iniciativas colaborativas
Los directores de TI suelen caer en mitos y presuposiciones que, además de ser completamente falsas, llevan al fracaso de cualquier proyecto colaborativo.
Las iniciativas de colaboración fallan porque los líderes de TI suelen cometer errores en aspectos básicos, de acuerdo a un estudio de Gartner, que analiza cinco factores que pueden determinar el éxito o el fracaso del proyecto colaborativo.
“Hay cinco mitos que lastran las iniciativas de colaboración”, dice Carol Rozwell, vicepresidente y analista en Gartner. “Más que desarrollar una tecnología al principio, los líderes de TI deberían primero identificar los problemas reales de su negocio y los indicadores claves (KPI) que permitan alcanzar los objetivos de negocio”.
El primer mito que rodea a las iniciativas de colaboración es el que dice que las herramientas correctas llevan inmediatamente a una colaboración efectiva. Si bien la tecnología puede ayudar a que colaborar sea más intuitivo por medio de aplicaciones bien diseñadas, no sirve de nada si no va acompañada de los roles correctos, procesos y un buen ambiente de trabajo.
Además, la colaboración no tiene porqué ser necesariamente buena para una empresa. Muchas organizaciones no pueden alcanzar los objetivos que se plantean cuando instauran políticas de comunicación social, debido a que no la implementan de la manera correcta. Las iniciativas de colaboración social más exitosas son aquellas que resuelven problemas concretos, reales y relevantes para el negocio.
Otro de los mitos recurrentes es el de que la colaboración requiere tiempo extra de dedicación. Normalmente, los líderes de Ti simplemente ponen unas herramientas colaborativas por encima de las existentes aplicaciones, esperando que los trabajadores las usen. Si las herramientas colaborativas y sociales no están integradas con aplicaciones críticas, los trabajadores simplemente tardarán más tiempo o duplicarán su esfuerzo para poder dar abasto a las dos herramientas.
Por otro lado, los directivos de Ti suelen caer en el error de suponer que la gente no va a colaborar de manera natural. Dependiendo de su nivel de cinismo, la gente puede creer que sólo existe gente que no va a trabajar de esta nueva manera, pero la mayoría de los trabajadores están en la mitad del espectro y trabajarán de manera colaborativa si se les dan las condiciones correctas para ello. La minoría que rechace esta forma de trabajo debe ser, por tanto, obviada por los directivos de TI para poder dedicar sus esfuerzos a motivar al resto de empleados.
El quinto y último fallo que Gartner ha analizado es la creencia de que la gente instintivamente sabe como colaborar. Los directivos de TI deberían organizar guías, cursos y establecer unas líneas maestras parar formar a los empleados, de manera que mejoren sus habilidades sociales de cara al trabajo en equipo.