La Universidad de Barcelona incorpora la simulación para mejorar la enseñanza médica
La Facultad de medicina de la Universidad de Barcelona es la primera en España en contar con uno de los simuladores médicos más avanzados del mercado.
El Laboratorio de Simulación Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, que tiene una superficie de unos 74 metros cuadrados, reproduce un entorno real de cuidados intensivos y dispone de dispositivos técnicos de última generación en la atención al enfermo crítico y en las emergencias. Este equipo va dirigido tanto a los estudiantes de postgrado y doctorado, dentro del marco del máster interuniversitario de atención integral al enfermo crítico y emergencias (UB-UAB), como a los profesionales sanitarios (médico y enfermería) que desarrollen su trabajo en el ámbito de los cuidados intensivos y las emergencias.
El Laboratorio de Simulación Clínica, impulsado con la colaboración del Hospital Clínico de Barcelona, dispone de un moderno soporte informático y audiovisual. Fruto del acuerdo con empresas de electromedicina, este laboratorio dispone de un equipamiento de tecnología de vanguardia para el diagnóstico, monitorización y soporte vital del enfermo en situación crítica. El laboratorio no es la mera réplica de un escenario, sino que está dotado de la funcionalidad real de una unidad de cuidados intensivos. Dispone de una decena de maniquíes de simulación vital adelantada a escala humana, desde bebés hasta adultos, además de otras opciones docentes complementarias en simulación virtual.
La Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona es la primera en todo el Estado que incorpora el SimMan 3G, uno de los simuladores médicos a escala humana más avanzados de todo el mercado, diseñado por la empresa noruega Laerdal. El SimMan incorpora tecnología wireless y está totalmente monitorizado. El modelo es capaz de simular las respuestas de un enfermo crítico ante diferentes cuadros clínicos de gravedad.
Combina modelos fisiológicos, casos preprogramados y contiene respuestas farmacológicas para más de un centenar de fármacos, con capacidad para mostrar diferentes reacciones clínicas (cambios hemodinámicos, respiratorios, neurológicos, etc). El modelo permite integrar información de cuadros clínicos reales -de carácter anónimo- para reproducir situaciones que aparecen en la práctica clínica cotidiana. Cada sesión es grabada y analizada a posteriori por los docentes con el fin de valorar el grado de seguimiento de los protocolos y la adecuación de las decisiones tomadas por los estudiantes durante el proceso de simulación.