La Universidad de Baleares, pionera de la supercomputación sobre Linux
El sistema será utilizado para la investigación física, química y biológica
La Universidad de les Illes Balears (U.I.B.) será la primera organización española en crear una red de ordenadores de alto rendimiento gestionados con un cluster sobre Linux. El proyecto contará con el respaldo de IBM, que aporta su tecnología (un servidor Netfinity de 32 procesadores) y el servicio necesario para garantizar el éxito del mismo. Joan Massó, doctor en Física y especialista en sistemas de computación científica es el máximo responsable del proyecto.
El proyecto arranca en noviembre de 1999 y se pondrá en marcha en modo real en el mes de junio. El núcleo es un Netfinity 5500 (primero se puso en marcha con 8 vías para la fase de prueba, más tarde se amplió a 16 y, finalmente, se ha escalado hasta 32) con sistema operativo Red Hat. Las aplicaciones son diversas en función de los departamentos: los químicos, por ejemplo, utilizan Gaussian; los físicos, por su parte, desarrollan sus propios programas en Fortran.
El proyecto ha constado de dos fases: una primera, con usuarios seleccionados, en cierto modo “amigables”, que pudieran comprender los inevitables fallos iniciales. Para este primer grupo se eligió un grupo de químicos y físicos. En la segunda fase, iniciada recientemente, el sistema ya gestiona la operativa de todos los usuarios, incluyendo al resto de químicos y físicos y añadiendo un tercer grupo de biólogos.
“Un aspecto fundamental del proyecto ha sido el apartado servicios. Estuvimos varios meses contactando con diversos fabricantes en busca de un apoyo que no llegaba”, reconoce Joan Massó. “Finalmente, IBM accedió no sólo a ofrecer servicios, sino también a financiar el proyecto”.
Linux, una buena solución para las universidades
“El objetivo del proyecto es permitir que una universidad con poco presupuesto pueda crear un centro de supercomputación que permita a los investigadores realizar proyectos sin tener que desplazarse a Madrid o Barcelona, o a Estados Unidos o Alemania, como tuve que hacer yo mismo”, explica Massó.
La elección de Linux se debió a que es gratuito y esto permite a los estudiantes tenerlo en su casa o llevárselo a dónde lo necesiten. “Antes hubiera sido una locura utilizar un Sistema Operativo como Linux para un centro de supercomputación pero desde que lo soportan empresas como IBM las cosas han cambiado”.
El proyecto supone un hito en la investigación científica porque hasta ahora las universidades han reunido dinero para crear un centro de computación, centralizando las investigaciones y creando listas de espera. Con estos nuevos centros más baratos basados en Linux, se pasa a las descentralización y a la agilización de las listas de espera, al menos en el inicio de las investigaciones.
“Esto no quita para que luego las investigaciones se terminen en los grandes centros de supercomputación”, señala Massó.
El centro de la Universidad de Baleares tendrá asignado un administrador de sistemas que asignará los recursos de forma dinámica.
El futuro del proyecto pasa por las 64 vías, Gigabit Ethernet,... y la integración de procesos e-business, de Internet. “No cierro la puerta a nada”, señala Massó, “pero actualmente adolecemos de una importante carencia de middleware”.
El proyecto arranca en noviembre de 1999 y se pondrá en marcha en modo real en el mes de junio. El núcleo es un Netfinity 5500 (primero se puso en marcha con 8 vías para la fase de prueba, más tarde se amplió a 16 y, finalmente, se ha escalado hasta 32) con sistema operativo Red Hat. Las aplicaciones son diversas en función de los departamentos: los químicos, por ejemplo, utilizan Gaussian; los físicos, por su parte, desarrollan sus propios programas en Fortran.
El proyecto ha constado de dos fases: una primera, con usuarios seleccionados, en cierto modo “amigables”, que pudieran comprender los inevitables fallos iniciales. Para este primer grupo se eligió un grupo de químicos y físicos. En la segunda fase, iniciada recientemente, el sistema ya gestiona la operativa de todos los usuarios, incluyendo al resto de químicos y físicos y añadiendo un tercer grupo de biólogos.
“Un aspecto fundamental del proyecto ha sido el apartado servicios. Estuvimos varios meses contactando con diversos fabricantes en busca de un apoyo que no llegaba”, reconoce Joan Massó. “Finalmente, IBM accedió no sólo a ofrecer servicios, sino también a financiar el proyecto”.
Linux, una buena solución para las universidades
“El objetivo del proyecto es permitir que una universidad con poco presupuesto pueda crear un centro de supercomputación que permita a los investigadores realizar proyectos sin tener que desplazarse a Madrid o Barcelona, o a Estados Unidos o Alemania, como tuve que hacer yo mismo”, explica Massó.
La elección de Linux se debió a que es gratuito y esto permite a los estudiantes tenerlo en su casa o llevárselo a dónde lo necesiten. “Antes hubiera sido una locura utilizar un Sistema Operativo como Linux para un centro de supercomputación pero desde que lo soportan empresas como IBM las cosas han cambiado”.
El proyecto supone un hito en la investigación científica porque hasta ahora las universidades han reunido dinero para crear un centro de computación, centralizando las investigaciones y creando listas de espera. Con estos nuevos centros más baratos basados en Linux, se pasa a las descentralización y a la agilización de las listas de espera, al menos en el inicio de las investigaciones.
“Esto no quita para que luego las investigaciones se terminen en los grandes centros de supercomputación”, señala Massó.
El centro de la Universidad de Baleares tendrá asignado un administrador de sistemas que asignará los recursos de forma dinámica.
El futuro del proyecto pasa por las 64 vías, Gigabit Ethernet,... y la integración de procesos e-business, de Internet. “No cierro la puerta a nada”, señala Massó, “pero actualmente adolecemos de una importante carencia de middleware”.
