La informática de Cantabria recupera el tiempo perdido
La Diputación de Cantabria desarrolla sus sistemas de gestión con productos de Software AG
El año del nacimiento de la Comunidad Autónoma de Cantabria coincidió con el inicio de los desarrollos informáticos importantes en esta región. Por el momento, la marcha era cauta, en palabras de Bedia: “En 1982 conseguimos instalar la estructura del centro de cálculo, y a partir de ahí tuvimos una fase de desarrollo con máquinas centrales, ordenadores IBM y miniordenadores Wang en las consejerías para dar soporte ofimático”.
Un largo túnel
Sin embargo, a partir de 1987 la Diputación entró en lo que Bedia llama “un largo túnel, que fueron las dos legislaturas consecutivas de Manuel Ormaechea, que supusieron desde el punto de vista informático una paralización de todo lo que se estaba haciendo. Teniendo en cuenta que en informática una paralización supone andar hacia atrás, el resultado derivó en que en 1995, cuando se inició la anterior legislatura, nos encontrábamos con un retraso importantísimo y unas máquinas y una tecnología de mediados de los 80. No teníamos terminales inteligentes, las aplicaciones eran obsoletas y teníamos que recuperar ocho años a marchas forzadas, con las papeletas del año 2000 y del euro en el horizonte. Por tanto, nos decidimos a ponernos manos a la obra en 1996 y redactamos el Segundo Plan Informático de la Diputación de Cantabria, que comenzó a ser efectivo en enero de 1997 con un presupuesto hasta ese momento desconocido en la Diputación, unos 600 millones de pesetas ejecutados en año y medio para invertir en infraestructura de hardware más software base”.
Los pasos fueron escalonados. En primer lugar, la Diputación instaló todos los servidores corporativos, ordenadores HP con sistema operativo HP-UX y un software de alta disponibilidad destinado a permitir que las máquinas funcionen de modo cluster. Además, en cada departamento existe una red con su servidor departamental, y en una primera fase se instaló todo lo relacionado con las comunicaciones, poniéndose en marcha los primeos servicios (por ejemplo, atención al usuario). También contaron desde el primer momento con un centro de control de red basado en OpenView.
En una segunda fase se montaron las distintas redes departamentales fuera del edificio central de la diputación (40 en total), conectadas a los servicios centrales. Actualmente, esta red cuenta con 820 puestos de trabajo: “A nivel de infraestructura, creo que no peco de inmodesto diciendo que es una de las más modernas de la Administración pública española”, remacha Bedia.
Opción de Software AG
Poco a poco, todos los huecos que se debían ir cubriendo a causa de las carencias derivadas de pasados años fueron complementándose hasta que se hizo necesaria una serie de aplicaciones que sirvieran para la Gestión de Ingresos y la de Personal de la Diputación, y la opción final fue la compañía Software AG, con quien el Gobierno cántabro ya había tenido alguna relación: “Software AG entró en nuestras instalaciones a finales del año 90”, relata Bedia. “Éramos conscientes, a pesar de la paralización que había en esos momentos, de que estábamos trabajando con unas herramientas propietarias de IBM, siendo totalmente cautivos de ellas. Entonces nos planteamos proteger nuestro principal activo, que era el software, y para ello teníamos que trabajar con otras herramientas. Precisamente el hardware que teníamos en ese momento era un 4381 de IBM con miniordenadores Wang. Realizamos un estudio de mercado y seleccionamos dos opciones. Por una parte, Oracle y, por otra, Software AG. Instalamos la primera, pero Oracle nos daba problemas, y por tanto optamos por ser pragmáticos: en esos momentos, la única herramienta informática que nos permitía desarrollar el software con herramientas más modernas era Software AG. Desde el año 1991 todos nuestros desarrollos se están haciendo con su lenguaje Natural que es portable, pasándolo de una máquina IBM a un entorno Unix, por ejemplo. Así, al elegir un entorno de cuarta generación multiplataforma conseguimos perder esa cautividad. Ése fue el origen de nuestra relación con Software AG”.
A partir de aquí, la confianza se fue incrementando: “Desde entonces nos hemos encontrado con que su solución, desde el punto de vista hardware, es estable, y nos ha permitido incrementar la productividad en programación”, añade el director de sistemas de información de la Diputación cántabra. Pero los nuevos pasos de esta Diputación también se dirigen hacia esta empresa fabricante: “En estos momentos, cuando damos el salto a los sistemas abiertos, nos encontramos también con que Software AG tiene una tecnología orientada a los tiempos modernos. Algunos de los productos los incorporamos en el desarrollo de las dos aplicaciones que estamos poniendo en marcha con ellos. Independientemente de la tecnología, tienen una cosa que pocas empresas de su competencia tienen actualmente: que con las licencias que el cliente compra, la empresa le vende a su vez técnica de sistemas, soporte y soluciones, es decir, colaboramos codo a codo con técnicos de esa empresa. Eso nos lo da Software AG, y esa razón nos hace pensar que no tenemos por qué cambiar de compañía”.
Para dentro de poco, a finales de año, las dos nuevas aplicaciones ya estarán en marcha, aunque todavía quedaría pendiente arrancar las aplicaciones que la Diputación está desarrollando internamente: “Sin embargo”, precisa Bedia, “el salto que hemos dado en plataforma hardware y software estará plenamente consolidado en todo lo relacionado con las aplicaciones de gestión a lo largo del 2000. Después, en un año más, tendremos toda nuestra estructura de gestión totalmente al día. De hecho, los cursos de formación se impartirán a lo largo de lo que resta de año, aunque ya tenemos un gran camino andado al participar el usuario directamente en la aplicación del nuevo sistema”.
Otra parte importante de todo el proyecto informático de la Diputación de Cantabria se asienta en el terreno de las comunicaciones. Esta Administración regional cuenta con un host de IBM con 128 MB y 50 GB en disco, en donde residen todas las aplicaciones corporativas que están todavía en producción, es decir, aquellas que no han sido sustituidas. A esta máquina se a