La Administración Pública inicia su proceso de integración
Facilita el intercambio de información a través de Web Services
La Administración Pública se encuentra decidida a consolidar un aparato más moderno, eficaz y accesible para los ciudadanos. Para lograrlo, confían en la incipiente tecnología Web Services como una vía para la integración que consiga el establecimiento de una administración electrónica más conectada entre sí y los propios administrados, siempre al amparo de la Sociedad de la Información.
La Administración Pública se ha lanzado a la búsqueda de la mejor fórmula para la integración de procedimientos que permitan una interrelación con los ciudadanos más ágil, sencilla y cómoda. El resultado es que ya se encuentran en el laboratorio, algunos proyectos sobre Web Services, aunque todavía resulta prematuro saber sobre qué tecnología estará construido el estándar de integración.
La adopción de la emergente tecnología Web Services es una tendencia que se está observando en el ámbito de la empresa privada y a la que también se ha apuntado la Administración Pública, en tanto que comparten los condicionantes históricos que están motivando esta decisión.
La burocracia del aparato público encuentra su fundamentación en una falta de coordinación entre los tres niveles de la Administración, con un trasfondo en materia tecnológica. Según explica Reyes Zataraín del Valle, directora general de Organización Administrativa del Ministerio de Administraciones Públicas, “la transferencia de competencias de la Administración General del Estado (AGE) hacia Comunidades Autónomas (CC.AA.) y Entidades Locales implicaba una cierta autonomía de las decisiones que éstas adoptarán en materia tecnológica. Este esquema complicaba sobremanera conseguir una cierta coordinación a nivel nacional. Hasta el momento no ha existido un intento por normalizar una serie de cuestiones, como podría ser la utilización de plataformas comunes. Sí es cierto que el Consejo Superior de Informática y para el Impulso de la Sociedad de la Información ha redactado una serie de recomendaciones, pero el criterio de elección final dependía de las propias CC.AA o Entidades Locales”.
Si a la falta de mecanismos para la homogeneización de plataformas comunes añadimos la falta de interés de los ciudadanos por la interoperabilidad de los servicios públicos, más centrados en resolver un trámite concreto, el resultado es un panorama en la que cada organismo público se centra en sus propias competencias y encuentra serias dificultades para comunicarse con otros.
Dos son los factores que están logrando romper con esta carga histórica que ralentiza la interrelación entre Administración y ciudadanos. Por un lado, las pautas impuestas por la Unión Europea a través del plan e-Europe 2002-2005, que marca los criterios para el establecimiento de servicios transaccionales que faciliten el intercambio e interoperabilidad. Y por otro, la demanda de los ciudadanos de que sean trasladados al mundo telemático la totalidad de servicios que ya se le ofrecen en el mundo real. Con este sentido se crea el portal del ciudadano, como punto único de relación con el Aparato público, desde donde es posible resolver todo tipo de trámites administrativos. Como front office, el portal del ciudadano requiere de una contrapartida en el back office que simplifique la interrelación con el ciudadano, y es donde entra en juego la tecnología Web Services.
Hasta el momento, la Administración Pública recurría a la integración de aplicaciones a través de EAIs, pero su carácter propietario, ha propiciado una nueva apuesta por Web Services. Para Zataraín del Valle, “los EAIs nos dejan en una fuerte dependencia tecnológica de proveedores. Al final, nosotros debíamos actuar de integradores poniendo de acuerdo todas las aplicaciones. Los Web Services nos permiten establecer mecanismos más sencillos de interoperabilidades de aplicaciones”.
Es tal el convencimiento de que los Web Services son la mejor propuesta para la integración de aplicaciones, que el MAP no encuentra ningún inconveniente a este concepto, proclamando su seguridad y fiabilidad. “Todo son ventajas –señala la directora de Organización Administrativa-, aunque requiere de un gran trabajo en cuanto a la definición de las reglas del lenguaje SOAP, que tienen que estar en común para que todos hagamos lo mismo. Pero resuelta esta cuestión, proporcionaremos los servicios administrativos a los ciudadanos de la forma más cómoda y eficaz”.
Conectando el back office
Junto a la pluralidad tecnológica existente en los organismos públicos, destaca la pluralidad en las propias relaciones de los ayuntamientos con sus ciudadanos, con las CCAA, etc. Para lograr la homogeneidad, el Ministerio ha iniciado dos vías principales de actuación. La primera de ellas contempla la vigilancia de la puesta en servicio on-line de los 20 servicios públicos básicos. La segunda, implica desarrollos tecnológicos que no se circunscriban a un único ámbito geográfico, sino que puedan ser extrapolables a todas las CC.AA.
Para Reyes Zataraín, el “llevar un mismo desarrollo a todas partes, no es nada fácil, porque no sólo estamos sujetos al estado tecnológico de cada región, sino que nos encontramos con el condicionante político. Por eso nos hemos propuesto que con la definición de los estándares de comunicación a través de Web Services, habilitando puertas de acceso a las distintas plataformas tecnológicas que se tengan en otras Comunidades Autónomas, estableciendo así los mecanismos de relación, pero sin entrar en el detalle concreto de una aplicación”.
Todavía es pronto para conocer la apuesta tecnológica de la Administración en lo relativo a Web Services. De momento, se ha creado un grupo de trabajo dentro del Consejo Superior de Informática con participación de voluntarios de distintos ministerios y organismos públicos para profundizar en estas cuestiones. Paralelamente, se ha creado un grupo piloto dentro de la AGE para trabajar en el back office, con motivo del convenio bilateral alcanzado entre el MAP y la Generalitat de Catalunya con el que se prevé realizar un proyecto que permitirá a los ciudadanos el cambio de domicilio gracias a los Web Services.
La Administración Pública se ha lanzado a la búsqueda de la mejor fórmula para la integración de procedimientos que permitan una interrelación con los ciudadanos más ágil, sencilla y cómoda. El resultado es que ya se encuentran en el laboratorio, algunos proyectos sobre Web Services, aunque todavía resulta prematuro saber sobre qué tecnología estará construido el estándar de integración.
La adopción de la emergente tecnología Web Services es una tendencia que se está observando en el ámbito de la empresa privada y a la que también se ha apuntado la Administración Pública, en tanto que comparten los condicionantes históricos que están motivando esta decisión.
La burocracia del aparato público encuentra su fundamentación en una falta de coordinación entre los tres niveles de la Administración, con un trasfondo en materia tecnológica. Según explica Reyes Zataraín del Valle, directora general de Organización Administrativa del Ministerio de Administraciones Públicas, “la transferencia de competencias de la Administración General del Estado (AGE) hacia Comunidades Autónomas (CC.AA.) y Entidades Locales implicaba una cierta autonomía de las decisiones que éstas adoptarán en materia tecnológica. Este esquema complicaba sobremanera conseguir una cierta coordinación a nivel nacional. Hasta el momento no ha existido un intento por normalizar una serie de cuestiones, como podría ser la utilización de plataformas comunes. Sí es cierto que el Consejo Superior de Informática y para el Impulso de la Sociedad de la Información ha redactado una serie de recomendaciones, pero el criterio de elección final dependía de las propias CC.AA o Entidades Locales”.
Si a la falta de mecanismos para la homogeneización de plataformas comunes añadimos la falta de interés de los ciudadanos por la interoperabilidad de los servicios públicos, más centrados en resolver un trámite concreto, el resultado es un panorama en la que cada organismo público se centra en sus propias competencias y encuentra serias dificultades para comunicarse con otros.
Dos son los factores que están logrando romper con esta carga histórica que ralentiza la interrelación entre Administración y ciudadanos. Por un lado, las pautas impuestas por la Unión Europea a través del plan e-Europe 2002-2005, que marca los criterios para el establecimiento de servicios transaccionales que faciliten el intercambio e interoperabilidad. Y por otro, la demanda de los ciudadanos de que sean trasladados al mundo telemático la totalidad de servicios que ya se le ofrecen en el mundo real. Con este sentido se crea el portal del ciudadano, como punto único de relación con el Aparato público, desde donde es posible resolver todo tipo de trámites administrativos. Como front office, el portal del ciudadano requiere de una contrapartida en el back office que simplifique la interrelación con el ciudadano, y es donde entra en juego la tecnología Web Services.
Hasta el momento, la Administración Pública recurría a la integración de aplicaciones a través de EAIs, pero su carácter propietario, ha propiciado una nueva apuesta por Web Services. Para Zataraín del Valle, “los EAIs nos dejan en una fuerte dependencia tecnológica de proveedores. Al final, nosotros debíamos actuar de integradores poniendo de acuerdo todas las aplicaciones. Los Web Services nos permiten establecer mecanismos más sencillos de interoperabilidades de aplicaciones”.
Es tal el convencimiento de que los Web Services son la mejor propuesta para la integración de aplicaciones, que el MAP no encuentra ningún inconveniente a este concepto, proclamando su seguridad y fiabilidad. “Todo son ventajas –señala la directora de Organización Administrativa-, aunque requiere de un gran trabajo en cuanto a la definición de las reglas del lenguaje SOAP, que tienen que estar en común para que todos hagamos lo mismo. Pero resuelta esta cuestión, proporcionaremos los servicios administrativos a los ciudadanos de la forma más cómoda y eficaz”.
Conectando el back office
Junto a la pluralidad tecnológica existente en los organismos públicos, destaca la pluralidad en las propias relaciones de los ayuntamientos con sus ciudadanos, con las CCAA, etc. Para lograr la homogeneidad, el Ministerio ha iniciado dos vías principales de actuación. La primera de ellas contempla la vigilancia de la puesta en servicio on-line de los 20 servicios públicos básicos. La segunda, implica desarrollos tecnológicos que no se circunscriban a un único ámbito geográfico, sino que puedan ser extrapolables a todas las CC.AA.
Para Reyes Zataraín, el “llevar un mismo desarrollo a todas partes, no es nada fácil, porque no sólo estamos sujetos al estado tecnológico de cada región, sino que nos encontramos con el condicionante político. Por eso nos hemos propuesto que con la definición de los estándares de comunicación a través de Web Services, habilitando puertas de acceso a las distintas plataformas tecnológicas que se tengan en otras Comunidades Autónomas, estableciendo así los mecanismos de relación, pero sin entrar en el detalle concreto de una aplicación”.
Todavía es pronto para conocer la apuesta tecnológica de la Administración en lo relativo a Web Services. De momento, se ha creado un grupo de trabajo dentro del Consejo Superior de Informática con participación de voluntarios de distintos ministerios y organismos públicos para profundizar en estas cuestiones. Paralelamente, se ha creado un grupo piloto dentro de la AGE para trabajar en el back office, con motivo del convenio bilateral alcanzado entre el MAP y la Generalitat de Catalunya con el que se prevé realizar un proyecto que permitirá a los ciudadanos el cambio de domicilio gracias a los Web Services.
