Anonymous planea protestas contra los mecanismos de vigilancia de los gobiernos
El colectivo de hackers protesta así contra una reciente ley promulgada en Canadá y que penaliza con hasta diez años de prisión el ocultar los rostros durante una manifestación ilegal. Anonymous teme además que los gobiernos empleen tecnologías para rastrear y conocer los perfiles de los ciudadanos.
Anonymous planea para este lunes un nuevo ataque, dirigido fundamentalmente a TrapWire e Indect, para protestar por una reciente ley en Canadá –que podría extenderse a otros países- y que permite condenar a diez años de cárcel a las personas que cubran su cara durante un motín o reunión ilegal.
El grupo de hackers, conocidos precisamente por su inconfundible máscara, demuestra así su rechazo a la ley que busca evitar incidentes como los ocurridos tras la final de la Copa de hockey profesional en ese país, cuando un grupo de vándalos enmascarados prendieron fuego a la ciudad tras perder su equipo, informa el proveedor de seguridad Sophos.
Los impulsores de la ley afirman que no se pretende limitar la libertad de expresión o de manifestación pacífica, sino proteger a las personas que quieren disfrutar de sus actividades con seguridad y libertad.
Si bien es cierto que ha habido algunos disturbios notables que involucran a personas enmascaradas en los últimos años en Canadá y en muchos otros países, otras voces afirman que precisamente las máscaras se han utilizado para proteger a los manifestantes de los abusos policiales.
El año pasado, por ejemplo, en un video publicado en Internet miembros de Anonymous se comprometieron a publicar los nombres y direcciones de un número indeterminado de personas relacionadas con el sindicato de drogas Los Zetas –al que se le atribuyen miles de muertos y decapitaciones- a menos que los señores de la droga liberaran a un miembro de Anonymous secuestrado tras una manifestación callejera en el estado mexicano de Veracruz.
CLAVE: Anatomía de un ataque de Anonymous
Todo ello, más allá de la prohibición de cubrirse la cara, lleva al grupo de hackers a preguntarse si el siguiente paso de los gobiernos será utilizar la tecnología para rastrear y conocer los perfiles de los ciudadanos.