Outsourcing de IBM en Endesa y Auna
El director de Sistemas de Información de gran cuenta, sensibilizado actualmente de manera especial por el ahorro –buena preocupación mientras no se convierta en obsesión– enfocado a todos los conceptos susceptibles de lograr el propósito, sea mediante reducción de plantilla, de almacenamiento, de espacios, o de mantenimiento, por ejemplo, podría analizar, por su posible conveniencia, la posibilidad de contratar la externalización de sus sistemas, total o parcialmente. Si, además, cuenta con la ventaja de obtener información y opinión de otras grandes cuentas donde ya viven la experiencia, su acierto en la decisión se verá favorecido.
En casos como los referidos resulta –además de importante y trascendente– vital, la redacción del articulado del contrato. Máxime teniendo en cuenta que, la larga duración –diez y siete años, respectivamente– podría propiciar que muchas de las personas firmantes, por una y otra parte, no permanecieran ya en sus compañías. Todo ello obliga a muchas reuniones y deliberaciones entre cliente y proveedor, sopesando exhaustivamente hasta los más mínimos detalles, con cláusulas de salida total o parcial, en cualquier año. Nadie desea hipotecar su libertad de decisión, para ejercitarla en cualquier momento. Idea que debe prevalecer, especialmente, en el cliente. Otro punto que debe el cliente dejar meridianamente claro –si no quiere perder capacidad de control– es reservarse la planificación de la tecnología, y las decisiones de compra. De esta forma, el éxito de este tipo de acuerdos queda garantizado.