El outsourcing crecerá entre un 14 y 18% en dos años en España
Según estudios de Gartner, AT Kearney y Deloitte
Nadie pone en duda a estas alturas que la externalización, el outsourcing, es una realidad entre las empresas de todo el mundo. Encargar a otros aquello que no es esencial para el negocio, que no constituye el core de la empresa es una opción que cada vez tiene más adeptos, pero para que sea un éxito es necesario seguir una normas y sobre todo, elegir al proveedor más adecuado.
“El outsourcing no es una moda, las empresas llevan muchos años externalizando sus procesos aunque no le hayamos llamado de esta forma”. Quien así habla es José Esteves, director del área de Sistemas de Información del Instituto de Empresa, “hay un elemento que demuestra que estamos ante una realidad que ha llegado al mercado para quedarse y es que si bien hasta hace unos años la externalización era sólo de las infraestructuras de TI, ahora estamos ya en un nivel superior, las empresas están externalizando la gestión y los procesos, lo que se denomina el BPO (Business Process Outsourcing)”.
Prueba de esta nueva realidad es el crecimiento continuo de los servicios de externalización que se ha producido en los últimos años. En EMEA, según datos de AT Kearney, se estima que durante el 2006 los ingresos por BPO superarán los 64 mil millones de dólares, mientras que los ingresos por externalización simplemente de las infraestructuras TIC serán superiores a los 36.000 millones de dólares. En nuestro país, el crecimieto de la externalización será de entre el 14 y el 18% en los próximos dos años.
Este crecimiento también tiene un reflejo en el mercado español. En palabras de Manuel No, vicepresidente de AT Kearney, “es el segmento de la fabricación el que experimentará un mayor crecimiento en los próximos años en el campo de la externalización y que rondará el 18%, seguido de los servicios, las telecomunicaciones, transporte, banca y el sector público. También el volumen del gasto ha crecido en el último año, así por ejemplo, la banca ha invertido en procesos de externalización más de 500 millones de euros, seguido del sector público, la industria y las telecomunicaciones”.
Ventajas tácticas y estratégicas
Lo que sí está claro es que el nivel de globalización y competitividad de la economía actual ha obligado a las compañía a tomar la decisión de sacar fuera aquello que no es su negocio, por eso, y según Esteves, “es necesario que tengan en cuenta una serie de factores, primero, no se debe abordar un proceso de externalización sólo para lograr una reducción de costes, ni tampoco para la transformación de los costes fijos en variables”. También Manuel No ahonda en esta idea, “la externalización va más allá de proporcionar ahorros de costes y mejoras de eficiencia, llegando a ser un elemento de cambio para impulsar la transformación de las empresas”.
Para Esteves hay una serie de elementos estratégicos que van a ser los que de verdad tengan un peso específico en la toma de esta decisión, como por ejemplo, el acceso a nuevas tecnologías y capacidades, mejora de la calidad y de nivel de servicio, y sobre todo, ayuda a la gestión del cambio.
Para Fernando de la Cuadra, editor técnico internacional de Panda Software, “la falta de recursos internos y de experiencia en determinadas áreas, así como el crecimiento de la empresa y el elevado número de clientes hicieron que nos decidiéramos por la externalización de todo el área de comunicaciones de la mano de Unitronics, lo que ha sido sin duda una decisión muy acertada”.
Camino con retorno
Todos los expertos coinciden en un punto y es que sea cual sea el proceso por el cual una compañía ha llegado a la externalización, no se debe considerar como un camino sin retorno. “No estamos ante un fenómeno irreversible –asegura No–, se hace en un momento concreto en el que concurren una serie de circunstancias en la empresa para las que la mejor salida es el outsourcing, sin embargo, cuando esta situación cambia, puede ser que ya no tenga sentido externalizar determinadas áreas o no de la manera en la que estaba planteado por lo que el usuario tiene que tener siempre la posibilidad de internalizar para poder redefinir los procesos y el objetivo del negocio”.
A esto hay que añadir un nuevo aspecto, y es que es la externalización se debe realizar, “en aquellas áreas donde el diferencial entre la capacidad de gestión externa e interna sea más importante, y también donde sea más visible, pues esto ayudará a que toda la organización perciba la externalización como un beneficio y no como un ataque a sus puesto de trabajo y a su poder dentro de la compañía. Hay que buscar siempre las áreas en las que tenga las menores implicaciones posibles en los RR.HH”, indica Manuel No.
Los limites de la externalización
Señalar que como en todos los aspectos del negocio, hay que definir perfectamente qué se quiere externalizar, con quién y sobre todo, hasta dónde llegar. En opinión del director del área de Sistemas y Tecnología de la Información del Instituto de Empresa, “veremos en los próximos años como crece la externalización de las actividades no clave pero sí críticas, mientras que las no claves y no críticas también crecerán, y se mantendrá estable la posibilidad de externalizar las actividades clave críticas”.
India, el “paraíso” de la externalización
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Si un país ha sabido aprovechar una oportunidad de negocio ese ha sido India. Convertida en el paraíso de la externalización y el desarrollo de software, es sin duda el lugar del mundo donde se encuentran los mejores profesionales y donde mayor especialización existe en este tipo de servicio.
Con más de 1.000 institutos técnicos y universidades, ha pasado de exportar nada en la década de los 90, a ingresar por externalización en estos momentos más de 12 mil millones de dólares. Hay una serie de factores que han contribuido a éste éxito indio y son, por un lado, que cuenta con más de 70 empresas que dispone de la certificación CMM Nivel 5, y que ha sido capaz de establecer leyes de protección de la propiedad intelectual y contra la piratería que convierten en plenamente seguras las operaciones de outsourcing que han firmado las empresas de todo el mundo.
“El outsourcing no es una moda, las empresas llevan muchos años externalizando sus procesos aunque no le hayamos llamado de esta forma”. Quien así habla es José Esteves, director del área de Sistemas de Información del Instituto de Empresa, “hay un elemento que demuestra que estamos ante una realidad que ha llegado al mercado para quedarse y es que si bien hasta hace unos años la externalización era sólo de las infraestructuras de TI, ahora estamos ya en un nivel superior, las empresas están externalizando la gestión y los procesos, lo que se denomina el BPO (Business Process Outsourcing)”.
Prueba de esta nueva realidad es el crecimiento continuo de los servicios de externalización que se ha producido en los últimos años. En EMEA, según datos de AT Kearney, se estima que durante el 2006 los ingresos por BPO superarán los 64 mil millones de dólares, mientras que los ingresos por externalización simplemente de las infraestructuras TIC serán superiores a los 36.000 millones de dólares. En nuestro país, el crecimieto de la externalización será de entre el 14 y el 18% en los próximos dos años.
Este crecimiento también tiene un reflejo en el mercado español. En palabras de Manuel No, vicepresidente de AT Kearney, “es el segmento de la fabricación el que experimentará un mayor crecimiento en los próximos años en el campo de la externalización y que rondará el 18%, seguido de los servicios, las telecomunicaciones, transporte, banca y el sector público. También el volumen del gasto ha crecido en el último año, así por ejemplo, la banca ha invertido en procesos de externalización más de 500 millones de euros, seguido del sector público, la industria y las telecomunicaciones”.
Ventajas tácticas y estratégicas
Lo que sí está claro es que el nivel de globalización y competitividad de la economía actual ha obligado a las compañía a tomar la decisión de sacar fuera aquello que no es su negocio, por eso, y según Esteves, “es necesario que tengan en cuenta una serie de factores, primero, no se debe abordar un proceso de externalización sólo para lograr una reducción de costes, ni tampoco para la transformación de los costes fijos en variables”. También Manuel No ahonda en esta idea, “la externalización va más allá de proporcionar ahorros de costes y mejoras de eficiencia, llegando a ser un elemento de cambio para impulsar la transformación de las empresas”.
Para Esteves hay una serie de elementos estratégicos que van a ser los que de verdad tengan un peso específico en la toma de esta decisión, como por ejemplo, el acceso a nuevas tecnologías y capacidades, mejora de la calidad y de nivel de servicio, y sobre todo, ayuda a la gestión del cambio.
Para Fernando de la Cuadra, editor técnico internacional de Panda Software, “la falta de recursos internos y de experiencia en determinadas áreas, así como el crecimiento de la empresa y el elevado número de clientes hicieron que nos decidiéramos por la externalización de todo el área de comunicaciones de la mano de Unitronics, lo que ha sido sin duda una decisión muy acertada”.
Camino con retorno
Todos los expertos coinciden en un punto y es que sea cual sea el proceso por el cual una compañía ha llegado a la externalización, no se debe considerar como un camino sin retorno. “No estamos ante un fenómeno irreversible –asegura No–, se hace en un momento concreto en el que concurren una serie de circunstancias en la empresa para las que la mejor salida es el outsourcing, sin embargo, cuando esta situación cambia, puede ser que ya no tenga sentido externalizar determinadas áreas o no de la manera en la que estaba planteado por lo que el usuario tiene que tener siempre la posibilidad de internalizar para poder redefinir los procesos y el objetivo del negocio”.
A esto hay que añadir un nuevo aspecto, y es que es la externalización se debe realizar, “en aquellas áreas donde el diferencial entre la capacidad de gestión externa e interna sea más importante, y también donde sea más visible, pues esto ayudará a que toda la organización perciba la externalización como un beneficio y no como un ataque a sus puesto de trabajo y a su poder dentro de la compañía. Hay que buscar siempre las áreas en las que tenga las menores implicaciones posibles en los RR.HH”, indica Manuel No.
Los limites de la externalización
Señalar que como en todos los aspectos del negocio, hay que definir perfectamente qué se quiere externalizar, con quién y sobre todo, hasta dónde llegar. En opinión del director del área de Sistemas y Tecnología de la Información del Instituto de Empresa, “veremos en los próximos años como crece la externalización de las actividades no clave pero sí críticas, mientras que las no claves y no críticas también crecerán, y se mantendrá estable la posibilidad de externalizar las actividades clave críticas”.
India, el “paraíso” de la externalización
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Si un país ha sabido aprovechar una oportunidad de negocio ese ha sido India. Convertida en el paraíso de la externalización y el desarrollo de software, es sin duda el lugar del mundo donde se encuentran los mejores profesionales y donde mayor especialización existe en este tipo de servicio.
Con más de 1.000 institutos técnicos y universidades, ha pasado de exportar nada en la década de los 90, a ingresar por externalización en estos momentos más de 12 mil millones de dólares. Hay una serie de factores que han contribuido a éste éxito indio y son, por un lado, que cuenta con más de 70 empresas que dispone de la certificación CMM Nivel 5, y que ha sido capaz de establecer leyes de protección de la propiedad intelectual y contra la piratería que convierten en plenamente seguras las operaciones de outsourcing que han firmado las empresas de todo el mundo.
