Avance del outsourcing
Asimismo, corroborando importancia, la filial española del Gigante Azul acaba de firmar un contrato de externalización con la eléctrica Endesa para los próximos siete años, por un importe de 151 millones de euros que significará para el cliente, según ha manifestado, un ahorro de 83 millones en ese periodo de tiempo.
La constatación de distintas modalidades de outsourcing que pueden ser asumidos por los usuarios –fracasos también se dan pero, de ellos, podrán sacarse conclusiones para evitar contrataciones imprecisas– debería hacer reflexionar a altos cargos de la Administración General del Estado sobre la conveniencia de preparar caminos y eliminar obstáculos administrativos o legislativos que entorpecen en estos momentos la contemplación de contratos de esta índole, en estimable profusión.
Es cierto que se ha avanzado con la prolongación de años en los contratos de asistencia técnica, y la materialización de algún contrato específico –como el portal de Turismo, por ejemplo– pero hay que ser más ambiciosos en la consecución de objetivos, en número y cobertura. Analizando, en uno de los puntos más cuestionados, qué parte de funcionarios informáticos tendrían que pasar a formar parte de la plantilla del oursourcer y en qué condiciones, incluyendo la posible invocación de derecho de retorno. Asunto complejo que podría ser soslayado, según variedades expuestas por compañías de outsourcers. Y preservando, si así lo exige el cliente, aquella información corporativa que por su delicadeza o trascendencia deber permanecer en todo momento celosamente guardada y protegida. Siempre puede resultar rentable favorecer la contemplación de soluciones innovadoras y, convenientemente analizadas, tomar decisiones de su paulatina adopción.