Qualcomm dice no necesitar las patentes de Nokia
Qualcomm ha amenazado con prohibir a Nokia el uso de sus patentes para siempre. Esta amenaza constituye el más duro golpe hasta el momento en la batalla que enfrenta a las dos empresas de tecnologías móviles.
En el corazón de la ofensiva de Qualcomm se encuentra una nueva aseveración con la que lleva las negociaciones actuales entre ambas a su terreno: “no creemos estar realmente utilizando sus patentes”. Así de tajante se ha mostrado Lou Lupin, consejero general de Qualcomm. “No ha sido un asunto que hayamos puesto sobre la mesa hasta el momento, pero nos cuestionamos seriamente el hecho de estar usando alguna de sus patentes. Probablemente ésta será una de las bases para nuestra postura en los próximos meses”.
Nokia y Qualcomm se encuentran atrapadas en un crudo proceso de renegocioación sobre el contrato de licencias de patentes existente entre ambas, que expirará el próximo lunes. El fabricante finlandés Nokia defiende que la contribución de Qualcomm a los estándares móviles actuales ha disminuido si se compara con la tecnología que ha aportado en etapas anteriores. Por tanto, argumenta que debe pagar menos a la compañía estadounidense de lo estipulado en el actual acuerdo por el uso futuro de sus patentes.
Para la negociación, Nokia se ha apoyado en su propio catálogo de patentes, alegando, con él en la mano, que Qualcomm tiene tanto o más que perder que la propia Nokia si el nuevo contrato no llegara a alcanzarse, dado que se vería despojada de los derechos de uso de la propiedad intelectual de la finlandesa. De ahí el contraataque de Qualcomm asegurando que, de hecho, podría no necesitar ninguna de esas patentes.
Expectativas diferentes
Las acciones de ambas empresas indican además que tienen opiniones muy diferentes sobre lo que debería ocurrir si el lunes no fuera renovado su contrato de licencias cruzadas. Qualcomm ha solicitado a la American Arbitration Association que dictamine que si Nokia continúa vendiendo teléfonos basados en tecnología WCDMA (Wideband Code Division Multiple Access) una vez haya expirado el contrato, se de por supuesto que el fabricante finlandés ha decidido ampliar el acuerdo bajo las condiciones previas. Además, Qualcomm ha pedido a la corte de arbitrio que de producirse tal situación prohíba a Nokia emprender cualquier litigio por haber extendido el período de vigencia del acuerdo sin el consentimiento explícito de la otra parte.
Qualcomm también pide un fallo que la legitime para despojar a Nokia del derecho a licenciar sus patentes si ésta la demandara por violación de propiedad intelectual a partir del lunes. “Si continúan utilizando nuestras patentes... creemos que lo justo es que ello lleve implícitas obligaciones. En caso de no cumplirlas estarían incurriendo en una violación del contrato y tendremos derecho a ser compensados por los daños, así como a poner fin para siempre a sus derechos sobre nuestra propiedad intelectual”, defiende Lupin.
Nokia, como se ha dicho, tiene una perspectiva diferente respecto de lo que ocurrirá el lunes y confía en que el asunto acabará resolviéndose. “Esperamos que, siguiendo el curso normal de los negocios, consigamos avanzar hacia el entendimiento”, ha asegurado Bill Plummer, vicepresidente de relaciones externas de Nokia.
Interpretaciones enfrentadas de un mismo hecho
El pasado jueves, Nokia pagó a Qualcomm 20 millones de dólares por royalties correspondientes al segundo trimestre de 2007. Según Plummer, se trata de un pago “de buena fe”, que demuestra el esfuerzo de Nokia por contribuir a que el desacuerdo acabe resolviéndose.
Sin embargo, Qualcomm interpreta el pago de manera muy distinta. “No tienen derecho a hacerlo y no tiene ningún significado legal. No pueden fijar su propio precio y pagarlo sin haber llegado antes a un acuerdo con nosotros”.
La cantidad desembolsada por Nokia responde a una estimación basada en el acuerdo que Qualcomm mantiene con los cuerpos de estándares internacionales para licenciar su propiedad intelectual bajo un precio justo y razonable, según Plummer, quien ha subrayado que en la estimación no se ha tenido en cuenta la cifra que Qualcomm debe a su vez a Nokia por utilizar sus patentes.
Según Lupin, Qualcomm ha elevado el conflicto a la corte de arbitrio estadounidense porque ambas partes especificaban en su contrato que cualquier disputa relacionada con él sería arbitrada por esta asociación. El proceso podría prolongarse alrededor de un año.