Los grandes dilemas de los desarrolladores (7): ¿Qué control deben tener los usuarios?
Última entrega de este serial y en la que se analiza qué ocurriría si los usuarios tienen todo el poder y control sobre la aplicación que normalmente demandan.
Dicen que los usuarios de software son como los adolescentes: quieren toda la libertad que pueden conseguir pero siempre cuentan con el padre de familia para rescatarlos del peligro. Quieren todas las ventajas que tiene un jardín vallado pero insisten en tener la posibilidad de deslizarse a través de alguna puerta trasera que se adapte a su fantasía.
El tema del control es difícil para los programadores. El espíritu del código abierto impregna la cultura, con su premisa de que todo el mundo debería ser capaz de volver a rediseñar la aplicación y ajustarla para adaptarse a cualquier gusto. Por desgracia, el usuario medio no puede hacer uso de este poder, no importa cuánto lo quiera. Incluso la mayoría de los programadores tienen que pasar horas para encontrar las versiones correctas de las bibliotecas y la edición más reciente del compilador. Tener el control no sirve para nada si no tienes el tiempo para usarlo.
Algunas compañías están promoviendo el ideal de bases de datos abiertas. Se supone que cualquiera debería ser capaz de descargar la información acerca de ellos mismos. Por desgracia, la mayoría de nosotros no podemos hacer nada con esa información y los únicos que tienen el tiempo y energía para utilizar estas puertas abiertas son otras empresas.
No hay por tanto una respuesta a este dilema. Si los usuarios tienen control sobre la aplicación se quejarán acerca de la mala interfaz de usuario y las características y funcionalidades que le faltan. Si no les da ese control, seguirán quejándose eternamente.
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Todas las entregas anteriores las podéis ver aquí.