Finmek adquiere Compuprint para impulsar su oferta de impresoras
Como parte de su estrategia de focalizarse en el área de servicios y vender toda la parte dedicada a producto, Bull ha traspasado Compuprint al grupo italiano Finmek; una adquisición que se inscribe en el proyecto industrial de Grupo de desarrollar y relanzar toda su gama de impresoras matriciales y láser en el mercado hispano-luso.
Tal y como ha declarado Diego Donati, responsable internacional de marketing y de ventas del Grupo Finmek, “a través de Compuprint, pondremos en marcha una iniciativa con vistas a ampliar nuestras competencias en materia de diseño, desarrollo y comercialización de productos dirigidos a usuarios profesionales y clientes OEMs”. La cuantía de la compra no ha sido desvelada por Finmek quien considera responsabilidad de Bull hacer pública la cifra.
Con unas previsiones de facturación de 65 millones de euros para 2000, Compuprint afronta este cambio de propietario con una fuerte apuesta por el mercado profesional y corporativo de impresoras. En el caso de Compuprint Iberia, constituida el pasado mes de junio y cuya facturación se prevé que ascienda a los 700 millones de pesetas en este año, emprende andadura sin perder contacto con su antigua propietaria: Bull. En este sentido, José Luis Navarro, responsable de ventas de la filial de Compuprint en nuestro país, ha señalado que “no hay política de exclusividad con Bull pero sí respeto y continuidad con la compañía a la que hemos pertenecido desde 1996”.
Con unas previsiones de facturación de 65 millones de euros para 2000, Compuprint afronta este cambio de propietario con una fuerte apuesta por el mercado profesional y corporativo de impresoras. En el caso de Compuprint Iberia, constituida el pasado mes de junio y cuya facturación se prevé que ascienda a los 700 millones de pesetas en este año, emprende andadura sin perder contacto con su antigua propietaria: Bull. En este sentido, José Luis Navarro, responsable de ventas de la filial de Compuprint en nuestro país, ha señalado que “no hay política de exclusividad con Bull pero sí respeto y continuidad con la compañía a la que hemos pertenecido desde 1996”.
