Convierte tu viejo televisor en una Smart TV

Las Smart TV son el último grito de la industria tecnológica y se han convertido en una de las tendencias con más futuro en la electrónica de consumo. Sin embargo muchos usuarios no darán el salto a la televisión inteligente debido principalmente el alto precio de una TV de este tipo (en torno a los 800-1000 euros) y las recientes inversiones realizadas en televisores de pantalla plana que no tienen ni un par de años.

Por ello, en el mercado están proliferando alternativas para darle una nueva vida a los antiguos televisores y dotarlos de conectividad a Internet y apps multimedia. En esta miniguía te contamos las principales formas de conseguir una auténtica Smart TV con cualquier monitor.

Smart TV Box (80-100 euros)

Siguiendo una estética similar a la del iTV o la de cualquier disco duro multimedia, se trata de equipos que son prácticamente un centro multimedia esperando a ser conectado al ordenador. Por apenas 100 euros, estas Smart TV Box incorporan el sistema operativo Android, conectividad WiFi, memoria de entre 500Gb y 1Tb, además de conexión HDMI para ofrecer la mejor calidad de imagen en el televisor. Muchos de estos centros, los más avanzados, incluyen asimismo la posibilidad de visualizar los canales de televisión TDT desde la propia interfaz Android, sin salir de la Smart TV Box en ningún momento.

Con estos dispositivos, podrás sintonizar y grabar TDT en Alta Definición (MPEG-4 / H.264) en el propio box, así como reproducir los formatos de archivos más populares de vídeos, música y fotos, también en alta definición 1080p. Todo ello con características propias de un ordenador, como el acceso a archivos en la nube, la búsqueda online y el manejo de archivos .doc o.xls desde el mismo televisor.

Pinchos HDMI (40-60 euros)

Se trata de una variación más económica y más reducida de las anteriores. Y es que si las Smart TV Box ocupan el mismo espacio que un disco duro externo de 3,5”, estos pinchos ocupan aproximadamente el mismo que un lápiz de memoria USB, con la salvedad de que se conectan directamente al puerto HDMI del televisor.

Suelen carecer de gran capacidad de memoria propia (extensible normalmente mediante tarjetas SD). Tan sólo hay que conectarlo a una entrada HDMI libre del televisor, añadirle un ratón o control remoto y podrás navegar por internet, ver películas y consultar tu correo junto a tus redes sociales como si de una tablet se tratara.

Dale una nueva vida a tu antiguo PC (gratuito)

Pero la opción más económica de lograr tu propia Smart TV es, sin duda, usar algún ordenador antiguo que ya no tenga utilidad y convertirlo en el punto de acceso al entretenimiento digital de tu salón. Para ello lo primero es asegurarse que el ordenador cuenta con conexión a Internet, imprescindible para cualquier televisión inteligente que se precie, además de que su tamaño y forma sean adecuados para el salón. En caso de que la caja del PC sea muy antigua, muy grande o no guste su apariencia, pueden comprarse en la Red cajas y minibarebones específicamente diseñados para estos menesteres por precios en torno a 100-200 euros.

Una vez comprobado esto, tan sólo se debe instalar un sistema operativo ligero que saque el máximo partido a ese hardware obsoleto, además de ofrecer las funcionalidades multimedia que ansiamos. Microsoft Windows incorpora el Media Center en varias de sus ediciones, sin embargo, el rendimiento que exige este SO en sus últimas versiones es demasiado para equipos antiguos. Linux podría ser una opción, especialmente en distribuciones cuyo aspecto visual y su accesibilidad han sido mejoradas como Ubuntu. Sin olvidar Android, sistema que puede instalarse en cualquier PC a través del entorno de desarrolladores SDK que ofrece Google de forma gratuita y de cuyo funcionamiento hablaremos próximamente en ComputerWorld.