"Nuestra diferenciación la traducimos en valor para el cliente", Javier Valencia, IBM
Javier Valencia, vicepresidente de sistemas y tecnología de IBM España, Portugal, Grecia e Israel, nos explica en esta entrevista el momento que vive tanto el área que él dirige en IBM como la propia compañía, así como los retos que se plantean para este nuevo año.
Hablando del área de negocio que usted dirige, y a punto de terminar el año 2013, ¿qué valoración podemos hacer?
Estamos viviendo un momento complicado pero, a la vez, una realidad emocionante. Porque se está produciendo, probablemente acelerado por la situación económica de los diferentes sectores, una transformación y un gran cambio en las organizaciones que resulta motivante para una compañía como IBM, que tenemos, como principal motivación, nuestros clientes, y ayudarles en esa transformación. En esta realidad, el área de infraestructura de hardware está jugando un papel determinante, crítico, no sólo el hardware en sí, sino como parte de la tecnología, como elemento dinamizador de toda esta transformación y cambio de las organizaciones.
Pero, ¿qué papel juega el hardware en una compañía en la que casi el 50 por ciento del beneficio proviene del software?
En el año 2012, a nivel global, representó algo más de 17.000 millones de facturación.
Al final, se trata de una parte muy importante porque la orientación que ofrece IBM a sus clientes no habla de hardware o software, sino de solución. Y es algo que se comprueba en toda la transformación que estamos haciendo, así como en las inversiones o desarrollos como PureSystem, se dirigen a sistemas integrados. Al final, hardware es la infraestructura donde estamos apoyando todas nuestras soluciones. Es una pieza fundamental dentro de las inversiones que realiza IBM, más de 6.000 millones en Investigación y Desarrollo. Creo que el área de infraestructura hardware es crítica, pero siempre visto desde el punto de vista de solución, que es nuestra orientación, una venta de solución, una venta de valor, no una venta de infraestructura concreta. Es una aproximación que el propio mercado y los clientes nos demandan.
Vivimos, y así nos lo recordaba, un momento de transformación, de la tecnología, el mercado, las empresas… ¿qué entiende IBM por transformación?
Déjame darte un dato. En el estudio a ejecutivos que hacemos anualmente, donde este año han participado más de 400, de ellos más de un 40 por ciento en Europa, cuando preguntamos a nuestros clientes, que en el fondo es lo que nos interesa saber, cuáles son sus preocupaciones en el área de tecnología de cara al año que viene, por segundo año consecutivo, en 2013, aparece la tecnología como el factor externo más determinante en sus organizaciones; y, además, como factor externo necesario para la transformación de sus estrategias. Es decir, las empresas definen sus estrategias por cómo está evolucionando el entorno y sus propios clientes y, dentro de ellas, y la tecnología es una pieza fundamental en la aceleración de estas estrategias. En definitiva, que la tecnología es el factor externo más determinante en las estrategias de las organizaciones.
Pero, ¿quién es el que le da el valor a esta tecnología, el CIO o el CEO?
Históricamente ha sido el CIO el que otorgaba a la tecnología ese papel determinante, pero ahora ya los CEO se han dado cuenta de que sin la tecnología no es posible abordar el proceso de cambio y esa estrategia de transformación que quieren realizar. Por tanto, ya no es algo sólo del CIO, sino por toda la capa ejecutiva de las organizaciones.
Desde la posición de IBM, ¿cómo puede su tecnología ayudarles en este proceso de transformación?
Hay varios puntos importantes. Lo que pretendemos es acelerar la ejecución de sus propias estrategias. Por eso, hemos hecho inversiones importantes en sistemas expertos, sistemas que aprenden, sistemas integrados para reducir mucho el llamado time-tomarket o el time-to value. Por ejemplo, una de las tecnologías que hemos anunciado este año, PureFlex System Express está reduciendo hasta un 67 por ciento el tiempo de despliegue de aplicaciones con una reducción de costes de más del 37 por ciento. Nuestra propuesta es clara. Tenemos tecnología, hacemos grandes inversiones para ello, contamos con más de 6.000 patentes anuales y llevamos siendo, durante veinte años, la empresa que, anualmente, más patentes registra, y, todo esto, enfocado a acelerar la ejecución de las estrategias de unas compañías que nos demandan mayor celeridad en la implementación de tecnología más eficiente y más adaptable a sus necesidades.
IBM es un referente histórico en el mercado, pero, cuando se habla de transformación, ¿sigue siendo una ayuda o es un peso?
La experiencia siempre ayuda. IBM tiene más de 100 años como compañía. Lógicamente, hemos sabido adaptarnos y transformarnos en momentos complicados, y esta experiencia, llevada a nuestros clientes, siempre es positiva. En todo caso, siempre miramos hacia el futuro, aunque la experiencia es un valor.
Ha hablado de sistemas expertos, sistemas que aprenden, sistemas inteligentes, en definitiva. ¿Se puede innovar sin sistemas capaces de aportar inteligencia?
Estamos ante la nueva era de lo que va a ser la informática: sistemas realmente inteligentes, capaces de aprender basándose en elementos cognitivos, en patrones… sistemas capaces de readaptarse en función de las cargas de trabajo, las necesidades concretas en cada momento. Watson es un ejemplo caro. Un sistema que es capaz de interpretar al ser humano y aprender a reconstruirse, por decirlo así, con ese conocimiento. Por otra parte, la innovación necesita una tecnología que le acompañe, pero hacia donde nos lleva es hacia una mayor eficiencia. Las empresas necesitan innovar para ser capaces de captar, en tiempos más reducidos, más clientes; ser capaces de atenderles mejor; y estar capacitados para realizar una analítica de datos tanto estructurados como no estructurados, datos que están en las rede sociales, porque no podemos olvidar que la explosión de los datos es enorme. Las empresas necesitan adaptarse al momento de transformación que vivimos, y la innovación es clave para ello.
Pero, ¿es un momento disruptivo o es un paso más hacia esa nueva fase?
Es la puerta de entrada. La innovación tiene que ser parte de nuestra cultura y a nuestra forma de trabajar. No podemos ver un futuro a 25 años vista con empresas que no vayan a innovar para ser más eficientes y eficaces en sus negocios, sean estos los que sean.
Unas necesidades de innovación que chocan con unos presupuestos reducidos y unas capacidades de inversión al mínimo. ¿Cómo podemos balancear ambas necesidades? ¿Qué propone IBM?
La reducción de costes es clave para cualquiera de nuestros clientes, un componente fundamental en las propuestas que trabajamos con ellos. Hablamos de reducción de costes de gestión, por una parte, unos costes que no aportan valor adicional a la compañía. Por eso trabajamos para reducir estos costes y liberar presupuesto para proyectos más innovadores y de más valor para sus empresas.
Uno de los aspectos definitorios de las propuestas es que se basan en soluciones que incluyen todos los elementos de tecnología. ¿Es posible mantener esta propuesta con sistemas abiertos o, por el contrario, volvemos a una realidad en la que cada fabricante propone su propio sistema propietario?
Estamos totalmente convencidos. Y prueba de ello son las inversiones que estamos haciendo en proyectos open source. Una de las principales características de los sistemas es que tienen que ser sistemas abiertos. No podemos ligar las soluciones ni la innovación a sistemas propietarios. Los sistemas abiertos son la clave de la innovación.
Pero, para el cliente, ¿realmente es una razón de peso a la hora de elegir su tecnología?
Creo que sí. Necesita estar seguro de que lo que va a desarrollar puede ser exportable a otra plataforma y no va a estar ligado a una plataforma determinada. Sin embargo, hay casos específicos donde cabría hacer un análisis más detallado, pero, por lo general, sí. Posiblemente no va a ser el factor que determine la decisión por sí mismo, pero sí va a ser un factor importante a valorar.
En un mundo que necesita transformarse, ¿en qué punto estamos en España, hablando de las empresas, en esa evolución?
Depende. Hay diferentes ritmos y diferentes tamaños de compañías, que también es un factor importante. Hay muchas empresas que están probando alternativas como cloud, una buena solución para una problemática determinada, que coexistirán con modelos más tradicionales. Ahora las compañías están valorando estos nuevos modelos, haciendo pruebas para ver el rendimiento y la consistencia, ver si les aportan valor, y también están valorando nuevas formas de contratación, sobre todo para empresas medianas y pequeñas, de infraestructura como servicio para externalizar infraestructuras o servicios. Estamos, por tanto, en una fase de valoración.
A la vista de los nuevos modelos, ¿se ha convertido el hardware en una commodity?
Simplificar tanto el mensaje no es correcto. Cuando un cliente tiene una necesidad particular, como un poco más de disco, puedes considerarlo una commodity. Cuando un cliente tiene una necesidad, quiere una solución, y el hardware es parte de ella. Desde el punto de vista del hardware, IBM realiza importantes inversiones en adquisiciones, investigación, desarrollo, y los anuncios que hemos ido haciendo son una prueba de ello. Estamos en un continuo proceso de innovación para ir al ritmo que el mercado y los clientes nos marcan. Porque estos clientes, nuestro objetivo, demandan un amplio rango de soluciones, y la potencia de IBM está en tener un amplio abanico de soluciones para dar respuesta a sus necesidades.
Muchos proveedores se comparan con IBM…
Nuestra diferenciación la traducimos en valor para el cliente. En entender sus necesidades y darles respuestas en los tiempos que necesitan.
¿Y eso es algo que sólo puede ofrecer IBM?
No nos gusta hablar de los competidores, pero la competencia es buena, porque fomenta la innovación de todos y que se traduzca en un mayor valor para los clientes. El cliente va a ganar siempre con la competencia. Dicho esto, nosotros somos uno de los grandes jugadores del mercado y los clientes lo reconocen así.
Pensando en el futuro, ¿hacia dónde nos dirigimos?
Estamos poniendo mucho foco en cuatro áreas que hemos ido desarrollando en los últimos años, Big Data, Social Busines y Movilidad, tres elementos que no tendrían sentido para los clientes sin el cuarto elemento, la seguridad de cómo gestionar y controlar entornos tan heterogéneos. Además, tenemos muchos centros de cloud por el mundo para trabajar en nuevos modelos que demandan los clientes.
Para finalizar, ¿qué objetivos plantea para 2014?
Ganar cuota de mercado y clientes, acelerar la transformación de las empresas, abarcar un abanico más amplio de empresas incluyendo las medianas y pequeñas y todo esto a través de un ecosistema de canal que nos permita llevar el mensaje a más clientes.