Luciano Sáez, presidente de SEIS: "Las TIC deben permitir innovar los servicios de salud"
La sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) está desde hace un tiempo en tela de juicio. Recientemente, el ex ministro de Sanidad Bernat Soria aseveraba que si en cinco o diez años no se toman medidas estructurales el sistema sanitario no podrá mantenerse. ¿Pueden las TIC ayudar a hacer el SNS más sostenible? Sobre estos aspectos nos aporta su visión Luciano Sáez Ayerra, presidente de la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS), una sociedad científica compuesta por más de 500 profesionales técnicos y sanitarios y organizadora cada año del Congreso Nacional de Informática de la Salud, Inforsalud.
- ¿Qué papel tienen las TIC en el SNS y cómo pueden ayudar a la tan debatida sostenibilidad de éste?
El problema de la financiación del sistema sanitario no es nada nuevo. Es un sector permanentemente deficitario ya que los servicios de salud que precisan o pueden requerir los ciudadanos son ilimitados. Así que cualquier presupuesto que se pueda dedicar a sanidad siempre será inferior a la demanda. Este crecimiento permanente en las necesidades de servicios sanitarios son debidos esencialmente a dos factores (ambos relacionados): el aumento de la esperanza de vida y los avances científicos y tecnológicos. Nadie duda de que las TIC permiten incrementar la productividad y la eficiencia de las organizaciones. Según datos facilitados recientemente por el ministro de Industria, el 40% de lo invertido en TIC revierte directamente en ese incremento de productividad. En el caso del sector sanitario, si se generalizasen los proyectos TIC en todo el sistema el coste real de los procesos asistenciales actuales se reducirían de forma exponencial. Ya hay algunos servicios de salud que trabajan analizando el ROI y están comprobando que la inversión realizada es muy inferior a los beneficios obtenidos y no sólo en términos económicos sino también en mejora de la calidad, la accesibilidad y en el cuidado de la salud de los pacientes.
- No hace mucho usted comentaba que la actual situación de la economía española debe ser una valiosa excusa para realizar profundos cambios en el ámbito de la salud, al igual que se están acometiendo en otros sectores. ¿Es esta época de restricciones económicas adecuada para innovar en el área de Sanidad?
Ésta es una asignatura pendiente del sector sanitario. Las TIC deben ser la herramienta que permita innovar de verdad los servicios de salud. La mayor parte de los proyectos se conforman con sustituir los procedimientos manuales por sistemas más o menos automatizados o electrónicos, pero no llegan a realizar una verdadera innovación de ellos, y aquí es donde tenemos que aprender de otros sectores y realizar una reestructuración funcional y de roles profesionales. En las épocas de crisis es cuando el ser humano realiza los grandes avances y cambios de modelos, sin duda por supervivencia, y todo apunta a que estamos en el momento clave, es la oportunidad.
- ¿Y hay conciencia en las Administraciones sobre la importancia de acometer todo un proceso de innovación tecnológica para mejorar no sólo la sostenibilidad del sistema sino también la calidad asistencial y la productividad de sus profesionales?
No es fácil acometer cambios profundos en un sector tan sensible como el sanitario. Se está avanzando con mucha cautela, ya que hay que contar con el profesional de la salud, verdadero responsable de la atención sanitaria, y aquí es necesario actuar con convencimiento y con el consenso mayoritario de ellos. De todas formas, nunca se logrará realizar un proceso de innovación global si no se planifica, impulsa y se ejecuta con profesionales dedicados a ello, procedentes de las áreas sanitarias afectadas, pero fuera de la presión asistencial diaria y con el máximo apoyo político.
- Precisamente la Seis lleva años promoviendo abordar una planificación estratégica para la sanidad electrónica, que aúne esfuerzos de todos los agentes del sector Salud. ¿No se ha avanzado en este sentido?
Más bien poco. Si bien teóricamente todas las organizaciones están de acuerdo en ello, hace falta liderazgo para lograrlo y hasta la fecha no existe un planteamiento estratégico global. En la Seis estamos empeñados en este objetivo y con este fin todas las actividades de la Sociedad en 2011 y esencialmente en el Congreso Nacional de Informática de la Salud trataran sobre las ocho “líneas estratégicas en Tecnologías de la Información y Comunicaciones para la Salud en España”, trabajo que realizamos el pasado año. Se impulsan importantes proyectos como historia clínica digital o la receta electrónica, que precisan para llevarse a efecto a nivel de Estado de una planificación y estrategia previa que aúne los esfuerzos y necesidades de todos los agentes, desde el ciudadano hasta la industria y desde las organizaciones hasta sus profesionales. Tampoco deberíamos olvidarnos de la Universidad y planes formativos imprescindibles para conseguir un verdadero cambio en el sector.
- ¿Cómo valora los avances realizados en estos dos proyectos citados, la historia clínica y la receta electrónicas?
Es una iniciativa que desde la SEIS hemos felicitado e incluso premiado. No cabe duda de que ha supuesto un importante avance a nivel tecnológico por los recursos obtenidos en el sistema, pero será necesario incrementar estas iniciativas si queremos que estos servicios realmente se desarrollen e implanten a nivel general, momento en el que se obtendrán importantísimos avances en la eficacia y eficiencia del sistema de salud.
Un prerrequisito básico para conseguir la implantación global de estos importantes proyectos es la inversión en infraestructuras de comunicaciones de alta capacidad, disponibilidad y seguras para conformar una red sanitaria por la que puedan transitar los datos de salud, con garantías de confidencialidad, disponibilidad e integridad.
- Uno de los retos tecnológicos históricos del SNS ha sido la interoperabilidad.¿Se ha superado por fin?
Aquí hay que felicitarse por la iniciativa de la Administración del Estado con el Esquema Nacional de Interoperabilidad. Si se realiza lo allí expuesto supondrá un verdadero cambio en nuestros sistemas, pero requiere mucha voluntad política y económica para que lo veamos a corto plazo. Uno de los retos más importantes para conseguir la interoperabilidad de sistemas es la definición de los modelos de datos y la “paternidad de su definición”, es decir, hay que aclarar las competencias de cada organización en este sentido, de forma que nadie mas pueda definir o generar información si no es co