Joaquín Potel (EMC): "El diferencial en big data está en la gestión de la información y no en el almacenamiento"

Joaquín Potel, director de grandes cuentas de EMC, habla con ComputerWorld sobre virtualización, cloud computing y Big Data, así como de los retos de futuro de EMC y su competencia.

Potel EMC

Tras dos años , ¿cuál ha sido su aportación a la organización, que podido crecer en un entorno tan adverso como el actual?

Mi aportación se reduce básicamente a dos cosas: trabajo y mucha ilusión. En cuanto a la positiva evolución de EMC, hemos empezado a hacer cosas un poco diferentes. Somos una compañía de producto y de soluciones de almacenamiento pero con la aspiración de hacer más cosas.

 

¿Cuáles?
Nuestro reto es convertirnos en un proveedor global de infraestructuras TI, donde las soluciones y el software tienen cada vez más peso. El reto de estos dos años ha sido potenciar las fortalezas de la compañía con un producto de una calidad espectacular y añadir el conocimiento de un mercado más amplio como el de Microsoft, mi anterior compañía.


En EMC el reto pasa porque el software tenga más peso que el hardware, pero éste sigue muy fuerte…
EMC no puede alejarse de Symmetrix y de ser el líder de almacenamiento de soluciones high end, pero hace bastante tiempo que en nuestro negocio el software supera  al hardware. Lo importante se sitúa en la capa de inteligencia y eso lo pone el software.

 

Según los analistas, hay cuatro pilares de crecimiento: cloud, redes sociales, movilidad y big data.  EMC lanzaba hace años sus estudios de crecimiento exponencial de la información. ¿Estaba forzando la gestación de un concepto como big data?
Sí, de hecho, creo que el volumen de datos no va a decrecer y será más exponencial que lineal y, sí el reto es saber gestionar todo ese gran volumen de datos. En este sentido, EMC ha vuelto a optar por una visión más disruptiva de lo que puede ser big data.   De hecho, la parte más trivial se percibe en los mensajes de otros fabricantes de almacenamiento que inciden en su capacidad de almacenar grandes volúmenes de información. Esto no es diferencial, se da por hecho.  Lo importante es ser capaces de gestionar ese big data.


Un concepto que marca todas las estrategias de la industria TI es cloud, ¿Es posible diferenciarse?
Es casi imposible no estar en el cloud si eres un proveedor de infraestructura TI. La diferencia está en el cómo y en qué posición ocupas en ese movimiento hacia la nube. En EMC tenemos el privilegio de disponer del sistema operativo de la nube y del motor del cambio, sobre todo, nube privada. Yo creo que uno de  los grandes retos en nube privada está en todo lo relacionado con gestión y automatización de procesos. Al final, EMC no cree en un mundo de una única nube, nube publica, nube privada, nube híbrida... Necesitamos conseguir que esto sea trivial para los clientes y que “moverse” entre nubes sea tan fácil como entre granjas de servidores. Todo un reto.

 

Un éxito reciente de EMC ha sido la adquisición de VMware. ¿Es la clave en el camino hacia la nube?
VMware es una pieza clave, pero hay más. El problema de la virtualización es que la intangibilidad de las cosas facilita algunas cosas pero complica otras. Me explico, antes cuando se caía una aplicación sabias dónde se había caído, dónde estaba y con qué sistema operativo operaba...ahora el mundo virtual hace que el control, la gestión y el soporte se sofistique al máximo. Creo que las compañías ya han superado ya la fase de virtualizar lo obvio, pero todavía muy pocas se han atrevido con la misión crítica.


¿Virtualización es igual a ahorro de costes?
Sí, es obvio. Aunque es cierto que hay escenarios donde salen los números que son la mayoría y otros en donde cuesta más que salgan o no salen. Por eso, lógicamente se está empezando por lo fácil donde el ahorro es más claro. Personalmente, creo que hay que tener en cuenta conceptos como fiabilidad y agilidad. La virtualización hay que percibirla como un motor para que el negocio vaya mejor.

 

¿Los clientes rentabilizan la virtualización al máximo?
Toda la capacidad de transformación que permite la nube está incompleta no solo en España, sino en todo el mundo.


Todos los fabricantes ofrecen cloud. ¿En que basa su elección el cliente? ¿Cuál es el diferencial de EMC?
Se trata de que seamos capaces de ayudar a los clientes a tomar las mejores decisiones para conseguir un modelo más eficiente y más seguro. El cliente busca un socio para moverse en la nube que le dé confianza y que tenga una estrategia coherente fuera del firewall. EMC, hasta ahora, creo que ha sido capaz de ofrecérselo junto con su marchamo de ser un  proveedor fiable, y aquí EMC tiene todas las bazas para ganar. Somos el número uno en almacenamiento y en virtualización.

 

¿El mercado actual es un todos contra todos?
Bueno un poco sí. Competimos contra los más grandes y con los más especializados. La clave es estar muy cerca del cliente y entender todas y cada una de sus diferentes problemáticas. Además, en EMC disponemos de un catálogo amplísimo que nos ha permitido situarnos en el número uno o dos en todas las categorías en las que operamos. Ahora, y como compañía innovadora que somos,  el reto es poner todo esa oferta en valor.


¿Cómo en una situación tan adversa una empresa consigue generar crecimientos?
Lo primero que hay que tener claro es que gasto sí  hay, lo que no existe es inversión. Por eso, hay que ser muy flexible para aprovechar esa capacidad de gasto y convertirla en inversión. Esto es, por ejemplo, lo que hemos conseguido en el sector público.En industria y telcos hemos registrado crecimientos de doble dígito. En general, en gran cuenta hemos crecido  como dos o tres veces el mercado.

 

¿El mercado es justo con EMC y le da el valor real?
Si, en general sí.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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