Telcos, tenemos un problema
Que la telefonía móvil es un mercado en alza es evidente: sector motriz de las “telcos”, a fecha de hoy es el único sector rentable en ratios de crecimiento. Los problemas que acucian al mercado de telecomunicaciones se muestran principalmente en una desaceleración en el crecimiento del negocio –excepto telefonía móvil e Internet–, el lastre de las deudas adquiridas durante el pasado año con la especulación vivida en el mercado europeo, coyunturalmente la propia crisis económica cuya recuperación no acaba de consolidarse y situaciones localizadas, especialmente sensibles para operadoras como Telefónica, como la crisis de Argentina. Todo ello, está repercutiendo en una descapitalización bursátil –termómetro de la confianza otorgada en empresas de la nueva economía– desconocida hasta ahora por este sector y presentaciones de resultados económicos a cada cual menos alentador.
Los peores de la clase
Añadidamente a la crisis/quiebra de tótems del sector de telecomunicaciones americano, entre las grandes operadoras europeas aquellas que se encuentran actualmente en una situación más compleja son Deutsche Telekom, British Telecom y France Telecom. La alemana ha perdido en el último año el 48% de su valor bursátil, especialmente acusado por la fuerte deuda contraída en los procesos de concesión de licencias UMTS o Tercera Generación móvil. De hecho, dicho proceso supone el punto de inflexión en las telcos europeas, momento en el cual la inversión económica realizada por las protagonistas de entonces es hoy directamente proporcional al volumen de los problemas por los que pasan. La filial móvil –T-Mobil–, de la operadora alemana, como en otros casos que analizaremos, está trayendo las únicas buenas noticias que recibe, sin embargo, conviviendo en un mercado fuertemente competitivo.
Por su parte, France Telecom es en este caso la más afectada por una decreciente capitalización en bolsa. Nada menos que casi un 70% de su valor ha perdido la operadora francesa en el mercado bursátil. Una enfoque en Internet poco agresivo y muy dirigido al mercado publicitario en decadencia así como un enfoque en la telefonía fija –mercado en retroceso– son problemas que se han unido a la apuesta económica por licencias UMTS. Añadidamente a este mercado poco diversificado y la presencia en mercados muy competitivos con protagonistas nacionales dominantes como en el británico –presente con la filial móvil Orange– o el español con Uni2 depara sobreesfuerzos económicos y estratégicos en tiempos de crisis.
KPN, la operadora holandesa en su día punto de mira de la ambición de muchas operadoras “grandes” europeas añade la nota más pesimista con una pérdida de más del 60% de la capitalización en bolsa de una de las operadoras “menores” que más estuvo en boga durante el pasado año.
Por último, entre la lista de damnificados figura BT. A los terribles datos económicos mostrados por la operadora británica durante los últimos meses, el giro estratégico dado la ha conducido a segregar su filial Wireless y centrarse en el próspero negocio mobile. De este modo, la nueva unidad –denominada MMO2– ha conseguido desprenderse de la difícil situación de su empresa matriz –con una disminución en su capitalización en casi el 50% durante los últimos 12 meses– intentando centrarse en los servicios de generación 2.5 y Tercera generación como innovación de negocio que pueda mantener su posicionamiento como quinta empresa Wireless en el continente. Así, en plena reestructuración y antes el estrepitoso fracaso de su empresa “madre” con anteriores iniciativas como el portal wireless Genie –relegado a formar parte integrante de MMO2– el mercado aún espera la apuesta oficial que está por confirmar.
Los menos afectados
Hasta ahora, y debido principalmente a su comportamiento cauto ante la concesión y puja de licencias de Tercera Generación (UMTS) que marcarían el negocio futuro se ha posicionado Telefónica. Sin embargo, los últimos resultados económicos lanzados al mercado –con un descenso en sus ingresos totales como grupo elevados a casi un 72% menos– dan muestra de la situación de crisis en el sector.
En este caso, la situación del mercado argentino –escenario donde Telefónica figura como una de las principales empresas españolas con más activos y negocio–, el descenso del mercado de telefonía fija tradicional y el difícil papel por el que pasa en la actualidad los negocios de Internet ha conllevado que las iniciales cuentas económicas saneadas de Telefónica hayan tornado hacia una situación preocupante. En el caso de Telefónica, nuevamente es la unidad dedicada al mundo móvil la portadora de buenas noticias. Y es que hace pocos días, Telefónica Móviles hacía públicos sus resultados con un crecimiento en ingresos de más del 85% con respecto al año anterior. Con ello, la filial móvil compensaba la caída en el neg