Supermercado online Eroski, el B2C a veces es rentable
El caso de Eroski es representativo de lo que una empresa tradicional al más puro estilo vasco, ha hecho para trasvasar sus negocios a Internet paulatinamente. Con una trayectoria de más de 30 años, el Grupo Eroski comenzó siendo la unión de diez cooperativas alimentarias de Vizcaya y Guipúzcoa en 1969, a la que luego se unieron cooperativas de Valencia y otras sociedades e hipermercados. Actualmente, el Grupo Eroski es la primera empresa española de distribución alimentaria, con una facturación de 4.208 millones de euros en el ejercicio 2000, y una red de 1.488 establecimientos, entre hipermercados, supermercados y autoservicios; 142 oficinas de viaje y 18 estaciones de servicio.
En el año 2000 la idea de los supermercados online comenzaba a ser una posibilidad brillante de negocio, recuerda Izaskun Santamaría, de márketing online de Eroski, y el grupo decidió apostar “moderadamente y poco a poco por Internet”, abriendo primero un centro online para la ciudad de Vitoria. Esta primera iniciativa fue totalmente experimental y una prueba de tanteo sobre la respuesta que tendría entre los consumidores “era analizar si los consumidores comprarían productos de alimentación sin acudir a los supermercados convencionales, y también era importante llegar a conocer si tenía más sentido hacer el picking (coger los productos físicamente y meterlos en el carro) directamente en las estanterías de nuestras tiendas o construir un almacén independiente para los pedidos por Internet”. Dos años después, el grupo ha comprobado que existe “suficiente demanda”, y en el mes de noviembre pasado han remodelado web, renovado el surtido y ampliado el negocio online al Gran Bilbao con una oferta de 8.000 artículos.
Un negocio no apto para débiles
Eroski ha sabido salir del tópico y el temor que existe en España hacia el comercio B2C, y especialmente en el sector de los productos alimenticios, jugando con las bazas que son más ventajosas dadas las características de su negocio. Desde sus inicios, el comercio electrónico de productos de alta rotación fue considerado como uno de los negocios más atractivos dentro del B2C. Por ello, no tardaron en llegar iniciativas con ideas brillantes, pero el tiempo y las experiencias han terminado por poner las cosas en su sitio a quienes vieron en esto un negocio fácil. En Estados Unidos, las empresas pioneras en la distribución online de productos alimenticios fueron en su gran mayoría start-ups, tales como Peapod o Netgrocer, pero se encontraron con importantes problemas operacionales y de robustez financiera. El ejemplo más significativo de esta fiebre se encuentra en la prometedora compañía Webvan que tuvo que declararse en bancarrota el año pasado. Su caso fue el paradigna del “morir de éxito” de empresa puntocom, una idea brillante, una inversión astronómica de 1.200 millones de dólares, salida a bolsa, y un precipitado final con 830 millones de dólares en pérdidas.
Ventajas de un negocio B2C
El supermercado virtual, a diferencia del tradicional, tiene varias características propias que suponen una ventaja si se saben rentabilizar. Una, es la peculiaridad del autoservicio para los usuarios, con las ventajas que supone elegir los productos en un carro de la compra, realizar comparativas en el momento de compra, consultar información referente a ese producto, o cambiar de producto en cualquier momento de la cadena de compra. Por otro lado, el servicio de transporte a domicilio, que tiene un coste fijo de 5,98 euros (995 PTA) en el caso de Eroski, pero que no se cobra hasta que el pedido llega al domicilio del usuario. De hecho, en el supermercado online de Eroski el sistema de transacción no tiene lugar en el web hasta que el pedido llega al domicilio, por lo que se elimina la reticencia del usuario doméstico a realizar transacciones online, pero también impide realizar pedidos a usuarios que no dispongan de tiempo para estar en casa.
Una tercera ventaja de este negocio es la concentración del sector, que asegura un poder de negociación mayor con los proveedores. De este modo, las empresas ya consolidadas en el mercado obtienen un precio de compra inferior, por lo que pueden permitirse una mayor flexibilidad en la asignación de precio y ofertas diarias más competitivas que las del mercado offline.
Cuestión de confianza
Estas características hacen que las empresas que triunfan en el sector alimentario B2C sean aquellas empresas con presencia en el mundo offline. Como Tesco, la cadena de supermercados británica que desde su salida en Internet en 1995 ha sido un éxito, con 1.500 pedidos al día en hora punta. En el caso de Eroski, Izaskun Santamaría reconoce que la experiencia del grupo en estos años se ha ganado aprendiendo día a día las necesidades y la práctica en el uso de este nuevo canal de venta, contando con las exigencias de la demanda, y en una materia especialmente delicada como es la alimentación.
La propia Fundación Eroski, en un informe elaborado junto con el Instituto de Empresa en diciembre del año pasado, reconocía que los consumidores españoles no confían en Internet como instrumento para comprar, y manifiestan “escasa confianza en la garantía de los derechos de los consumidores a t