Sólo un 10% de las grandes empresas españolas apuestan claramente por el comercio electrónico
A pesar de estar concienciada de la necesidad de implantar soluciones de comercio electrónico de cara a posicionarse de forma competitiva en un mercado cada vez más globalizado debido al impacto del fenómeno Internet, la empresa española muestra todavía grandes carencias en este campo, situándose a la zaga de la mayoría de los países de Europa Occidental, según un reciente estudio realizado por Andersen Consulting denominado “La empresa española ante el comercio electrónico”.
La infrautilización de las posibilidades que ofrece la Red en lo que a la fabricación de ofertas a medida y fidelización de clientes se refiere y su deficiente concepción como canal unidireccional son algunas de las conclusiones extraídas por la firma consultora. En este sentido, sólo un 16% de las grandes empresas emplean la Red para vender sus productos al consumidor final, siendo la transmisión de información el principal uso que éstas dan a este medio.
Sin embargo, el estudio, elaborado por la consultora entre octubre de 1998 y marzo de 1999 y basado en las entrevistas realizadas a los responsables de 100 grandes empresas (facturaciones superiores a los 50.000 millones PTA), no ofrece una visión totalmente negativa del panorama empresarial español en el desarrollo del comercio electrónico. De hecho, según los datos desprendidos por el informe, son muchas las empresas (un 74%) que están llevando a cabo alguna actividad relacionada con este campo, entendiendo por ésta no sólo la aplicación actual del comercio electrónico en algún área de la empresa (52%) sino también aquellos proyectos que se encuentran en fase de planificación, desarrollo, implantación, etc.
En concreto, los responsables del informe clasifican en cuatro grupos a las empresas españolas según su actitud ante el comercio electrónico: visionarias, pragmáticas, indecisas y reticentes. Las primeras, denominadas visionarias (un 10%), lideran el cambio habiendo puesto en marcha relevantes proyectos en este campo; las segundas (un 21%), las pragmáticas, están adoptando progresivamente el comercio electrónico para lo que invierten un 1% de su facturación; por su parte, las indecisas (un 34%) no tienen una estrategia clara respecto al comercio electrónico, prefiriendo ?esperar y ver? antes que ?actuar?; finalmente, el último grupo, las llamadas reticentes (35%) no tienen previsto ampliar en los próximos dos años sus herramientas en este área.
Otra conclusión destacable del estudio es el hecho de que es el sector financiero el más avanzado en la implantación de soluciones de comercio electrónico, teniendo ya operativas un 75% de las mismas. Eso sí, según su contenido y diseño de páginas web, son las empresas de alimentación las que están en cabeza en el comercio electrónico.
Por su parte, el sector de la distribución aprecia un impacto positivo del comercio electrónico en su relación con los proveedores y en el automovilístico, el 50 % de las empresas tienen en marcha alguna acción en Internet. Otro sector relevante es el de las telecomunicaciones con planes de inversión concretos en este campo. En cuanto al sector de los suministros energéticos (gas, energía, electricidad), sus compañías consideran que la Red mejorará la información y el servicio al cliente.
www.ac.com
Sin embargo, el estudio, elaborado por la consultora entre octubre de 1998 y marzo de 1999 y basado en las entrevistas realizadas a los responsables de 100 grandes empresas (facturaciones superiores a los 50.000 millones PTA), no ofrece una visión totalmente negativa del panorama empresarial español en el desarrollo del comercio electrónico. De hecho, según los datos desprendidos por el informe, son muchas las empresas (un 74%) que están llevando a cabo alguna actividad relacionada con este campo, entendiendo por ésta no sólo la aplicación actual del comercio electrónico en algún área de la empresa (52%) sino también aquellos proyectos que se encuentran en fase de planificación, desarrollo, implantación, etc.
En concreto, los responsables del informe clasifican en cuatro grupos a las empresas españolas según su actitud ante el comercio electrónico: visionarias, pragmáticas, indecisas y reticentes. Las primeras, denominadas visionarias (un 10%), lideran el cambio habiendo puesto en marcha relevantes proyectos en este campo; las segundas (un 21%), las pragmáticas, están adoptando progresivamente el comercio electrónico para lo que invierten un 1% de su facturación; por su parte, las indecisas (un 34%) no tienen una estrategia clara respecto al comercio electrónico, prefiriendo ?esperar y ver? antes que ?actuar?; finalmente, el último grupo, las llamadas reticentes (35%) no tienen previsto ampliar en los próximos dos años sus herramientas en este área.
Otra conclusión destacable del estudio es el hecho de que es el sector financiero el más avanzado en la implantación de soluciones de comercio electrónico, teniendo ya operativas un 75% de las mismas. Eso sí, según su contenido y diseño de páginas web, son las empresas de alimentación las que están en cabeza en el comercio electrónico.
Por su parte, el sector de la distribución aprecia un impacto positivo del comercio electrónico en su relación con los proveedores y en el automovilístico, el 50 % de las empresas tienen en marcha alguna acción en Internet. Otro sector relevante es el de las telecomunicaciones con planes de inversión concretos en este campo. En cuanto al sector de los suministros energéticos (gas, energía, electricidad), sus compañías consideran que la Red mejorará la información y el servicio al cliente.
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