Series para internet: el primer paso de la WebTV

Asesinos en serie, marcianitos rijosos, astronautas cañís, gente corriente, toneladas de humor y mucha creatividad. Estos son los ingredientes que componen las nuevas series producidas exclusivamente para Internet. Son la versión beta de lo que en pocos años será la webTV. Diversas compañías españolas afilan sus cuchillos para ocupar los puestos de cabeza en esta nueva carrera de contenidos.

En pocos meses ningún portal que se precie dejará de ofrecer su propia serie para Internet. Incluso aquellos portales que no tienen la suya propia, incluyen enlaces hacia páginas que ofrecen este producto. Las hay para todos los gustos. Para público adulto, para navegantes más jóvenes, para amantes del cine e incluso para fanáticos de los culebrones.

Luces
Una de las más conocidas es Se busca un cadáver. Una serie que parte con ventaja, ya que aprovecha el tirón de actores que interpretan algunos de los personajes de una famosa serie de televisión, Al salir de clase. Hasta el momento se han grabado diecisiete capítulos, aunque se ha dejado un final abierto de forma que, si la respuesta del público es suficientemente buena, se grabarán más. Cada capítulo dura casi cuatro minutos, y los decorados son muy creíbles. Su banda sonora es tan lujosa como la de las películas de cine. En principio, se estrena los jueves, pero en el sitio web están almacenados todos los capítulos. Los internautas podrán contemplar cada capítulo en Windows Media en dos calidades diferentes, según el tipo de conexión de que dispongan. El primer capítulo de esta serie es una especie de presentación genérica de los protagonistas principales, y a partir del segundo aparece el cadáver que da nombre a la “Inter-serie”. La producción es lujosa y profesional, no en vano detrás suyo está una de las productoras más importantes del panorama español: Boca a Boca. Podemos decir que es un claro ejemplo de la tendencia actual.
Las productoras audiovisuales empiezan a mover ficha para tomar sus posiciones en el nuevo mercado audiovisual que conforma Internet. Como bien dice Jaime Compairé, director de Se busca un cadáver, “si una empresa en estos momentos no arriesga, cuando llegue el pastel grande puede quedarse fuera”. Por eso dentro del grupo Boca se crea la división Boca Interactiva.
La serie ha costado algo más de 25 millones de pesetas y en su caso esperan amortizarla mediante el prestigio obtenido. No cuenta con esponsorización publicitaria y se emite en una página web propia. Sin embargo, se trata de un producto con un enorme potencial para generar nuevos clientes que amorticen a posteriori la producción. En el momento de redactar este reportaje la página ha ofrecido más de 120.000 descargas completas de vídeo.
A pesar de que la producción es muy cercana a la de televisión el equipo técnico ha tenido que plegarse a determinadas limitaciones que imponía Internet y por ello los movimientos de cámara son muy moderados.

Cámara
Las series para Internet están terminando la labor comenzada por la multidifusión de los nuevos canales de televisión integrantes de las plataformas digitales. Con ellos muchas veces el espectador tiene la oportunidad de elegir la hora a la que quiere ver su programa.
Las series para Internet muestran de forma clara cómo va a ser la futura webTV, un almacén de contenidos diversos con actualizaciones periódicas y que se pueden disfrutar en cualquier momento y lugar. El programador televisivo desaparece y es sustituido por el seleccionador de contenidos. Quien realmente elaborará la programación es el internauta, que en cada momento decide lo que quiere ver. Es la auténtica televisión a la carta.
Otro de los productos de los que se puede disfrutar en la Red es Vidas desesperadas. Sus pretensiones son mucho más modestas que las de Se busca un cadáver, o más bien diferentes. Mientras Se busca un cadáver es un producto de prestigio que hace las veces de tarjeta de presentación, Vidas desesperadas pretende mostrar la otra vida de los protagonistas de Desesperado club social. La periodicidad de los capítulos es semanal.
Todos los sábados sus seguidores pueden asistir a una nueva entrega. El mecanismo de adicción que han encontrado los del equipo de producción parece sacado de la mente calenturienta de los guionistas de Gran hermano. Los mismos espectadores que decidían quién abandonaba la casa de los horrores pueden ahora votar sobre los derroteros que va a seguir el capítulo siguiente. Al final de cada capítulo se le hace a la audiencia una pregunta del estilo de ¿Quieres que la chica esté finalmente embarazada o bien que caiga en una profunda depresión? Los seguidores de la serie con sus votos son los que deciden cuál de las dos opciones se rueda para el siguiente capítulo. De hecho, son varios los canales a través de los que se puede votar, entre ellos el propio teléfono móvil. Es una de las primeras series en crear una versión WAP de su página con información sobre los distintos capítulos, la biografía de los personajes y el estado de las votaciones.
La serie en sí es realmente barata, ya que se utilizan los medios de producción existentes en la casa: Antena 3. A esto hay que añadirle una estética muy sobria, basada en un escenario absolutamente blanco y en duraciones que no sobrepasan los dos minutos. En muchos casos los propios personajes interrogan a la audiencia. Como experimento de una cierta, aunque limitada, interactividad, no está mal, pero lo realmente impo

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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