Retevisión invertirá 6.000 millones en la creación de una línea de negocio de comercio electrónico B2B
El director general de Retevisión, Josep Canós, anunció hoy que la operadora invertirá 6.000 millones de pesetas de aquí a final de año para crear una nueva línea de negocio basada en el comercio electrónico entre empresas (B2B). Su objetivo es ofrecer a las pymes servicios integrales que les permitan su gestión a través de Internet. (EP)
En su intervención en el XIV Encuentro Anual de Telecomunicaciones, organizado por ANIEL en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, Canós destacó la importancia creciente que tendrá el comercio electrónico, que moverá más de 224.000 millones de dólares en toda Europa para el año 2002, de los que el 80 por ciento corresponderán a transacciones electrónicas entre empresas.
En cuanto a la tarifa plana de Internet, destacó el "éxito" obtenido por Retevisión desde su lanzamiento, ya que en dos meses ha conseguido más de 100.000 clientes para este servicio, lo que representa más de la mitad del total de usuarios de tarifa plana en España.
Canós recordó que la CMT ha de fijar lo más rápidamente posible un precio de interconexión en tarifa plana para que los operadores puedan competir en igualdad de condiciones con Telefónica. En la actualidad, la operadora presta servicios a 2,7 millones de clientes, entre ellos 250.000 pymes, y gestiona una media superior a los 28 millones de minutos diarios de tráfico.
Invertir en redes
Por otro lado, Canós reclamó al Gobierno una regulación "coherente", que favorezca a los operadores que invierten en red propia, frente a los que prestan servicios de telecomunicaciones a través de la red existente.
Según dijo, "no se pueden dar las mismas ventajas a los operadores que invierten en redes que a los que no invierten" y advirtió que la ausencia de un marco regulatorio a medio y largo plazo, que dé seguridad jurídica a los operadores, puede llevar a que éstos se planteen dejar de invertir.
"Si el Ministerio de Ciencia y Tecnología quiere basar su estrategia de telecomunicaciones en la construcción de redes alternativas -añadió- necesitamos un marco que dé rentabilidad a las inversiones astronómicas de los operadores".
Canós insistió que los operadores necesitan ver el futuro claro para plantear su estrategia. "La regulación debe darnos una expectativa que nos permita apostar definitivamente por la inversión en Red", recalcó. En este sentido, recordó que Retevisión prevé una inversión total de más de 440.000 millones de pesetas en red propia entre 1998 y 2007.
Falta coherencia
El directivo de Retevisión pidió mayor coherencia a la hora de fijar las normas que regulan en funcionamiento del mercado de las telecomunicaciones. En este sentido, reclamó una mayor coordinación entre los Ministerios de Economía y de Ciencia y Tecnología, y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, al considerar que sus decisiones en ocasiones son contradictorias.
Asimismo, destacó la necesidad de que las relaciones entre los operadores y los organismos reguladores sean "más transparentes". "En España las decisiones se aplican muy rápidamente y sin tiempo para el debate y los comentarios por parte de las empresas del sector", criticó.
En concreto, Canós señaló que la Oferta de Interconexión de Referencia (OIR) para el 2000, que fija los precios que unas operadoras han de pagar a otras por el uso de su red, "deja a los operadores que han estado invirtiendo en redes en un paso intermedio", sin fijar condiciones preferenciales de precio o capacidad de acceso frente a los operadores que carecen de red propia.
www.retevision.es
En cuanto a la tarifa plana de Internet, destacó el "éxito" obtenido por Retevisión desde su lanzamiento, ya que en dos meses ha conseguido más de 100.000 clientes para este servicio, lo que representa más de la mitad del total de usuarios de tarifa plana en España.
Canós recordó que la CMT ha de fijar lo más rápidamente posible un precio de interconexión en tarifa plana para que los operadores puedan competir en igualdad de condiciones con Telefónica. En la actualidad, la operadora presta servicios a 2,7 millones de clientes, entre ellos 250.000 pymes, y gestiona una media superior a los 28 millones de minutos diarios de tráfico.
Invertir en redes
Por otro lado, Canós reclamó al Gobierno una regulación "coherente", que favorezca a los operadores que invierten en red propia, frente a los que prestan servicios de telecomunicaciones a través de la red existente.
Según dijo, "no se pueden dar las mismas ventajas a los operadores que invierten en redes que a los que no invierten" y advirtió que la ausencia de un marco regulatorio a medio y largo plazo, que dé seguridad jurídica a los operadores, puede llevar a que éstos se planteen dejar de invertir.
"Si el Ministerio de Ciencia y Tecnología quiere basar su estrategia de telecomunicaciones en la construcción de redes alternativas -añadió- necesitamos un marco que dé rentabilidad a las inversiones astronómicas de los operadores".
Canós insistió que los operadores necesitan ver el futuro claro para plantear su estrategia. "La regulación debe darnos una expectativa que nos permita apostar definitivamente por la inversión en Red", recalcó. En este sentido, recordó que Retevisión prevé una inversión total de más de 440.000 millones de pesetas en red propia entre 1998 y 2007.
Falta coherencia
El directivo de Retevisión pidió mayor coherencia a la hora de fijar las normas que regulan en funcionamiento del mercado de las telecomunicaciones. En este sentido, reclamó una mayor coordinación entre los Ministerios de Economía y de Ciencia y Tecnología, y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, al considerar que sus decisiones en ocasiones son contradictorias.
Asimismo, destacó la necesidad de que las relaciones entre los operadores y los organismos reguladores sean "más transparentes". "En España las decisiones se aplican muy rápidamente y sin tiempo para el debate y los comentarios por parte de las empresas del sector", criticó.
En concreto, Canós señaló que la Oferta de Interconexión de Referencia (OIR) para el 2000, que fija los precios que unas operadoras han de pagar a otras por el uso de su red, "deja a los operadores que han estado invirtiendo en redes en un paso intermedio", sin fijar condiciones preferenciales de precio o capacidad de acceso frente a los operadores que carecen de red propia.
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