RedIRIS2: la “auténtica” banda ancha

La versión española de Internet2 ya está lista para ofrecer una enorme capacidad de 2,5Gb por segundo, doscientas veces más rápida que un ADSL, a los 250 centros e instituciones académicas y de investigación afiliados a RedIRIS.

Hace apenas un año que las líneas ADSL comenzaron a generalizarse en España, con una capacidad de hasta 2 Mbps. Los archivos e imágenes ‘pesadas’ empezaron a descargarse en apenas unos segundos en la bandeja de Outlook, y las páginas del navegador llenas de diseños en flash se ejecutaban casi de forma instantánea. Una capacidad de red considerable para el usuario doméstico, y suficiente para la mayoría de las pymes, aunque más de mil veces menor que la nueva RedIRIS2, la ‘auténtica’ banda ancha.
Con una capacidad de 2,5 GB por segundo, se trata de la segunda versión de la RedIRIS, auténtica pionera de las redes telemáticas en España, que ofrece una infraestructura básica de transporte para los servicios de comunicaciones de la comunidad académica y científica española. “Hace ya tiempo que comenzó el diseño para dar el salto a los gigabits mediante una red en malla con un núcleo de 2,5Gbps, una velocidad lo suficientemente madura como para utilizarse en una red en producción sin mayores problemas con un coste y unos equipos razonables”, señala a iWorld Víctor Castelo, director de la RedIRIS, gestionada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Rediris2 se adjudicó mediante concurso público a Red Eléctrica Española y a Telefónica el pasado mes de noviembre, y tiene previsto comenzar a prestar servicio a lo largo del mes de marzo a los 250 centros afiliados repartidos por las 17 comunidades autónomas.
No obstante, no todos disfrutarán de la misma velocidad, ya que sólo el núcleo central de la red llegará a los 2,5GBps, mientras que en comunidades como La Rioja, Canarias o Baleares dispondrán de 155Mbps, aunque aún será el doble de la velocidad máxima de la actual RedIRIS. El proyecto de la segunda generación de IRIS, al hacerse mediante concurso público, no detallaba la estructura que debía tener la red, tan sólo se especificaba la capacidad mínima, lo que ha ofrecido una gran flexibilidad para adaptarse a cualquiera de las características de los operadores, y obtener así la mejor relación calidad precio, explica Castelo.

Redes para la investigación
RedIRIS ya disfrutaba de una conexión a 2,5Gbps a través de la red de investigación paneuropea GÉANT, que interconecta a cientos de instituciones con un ancho de banda de 10Gbps, y su vez a las redes estadounidenses, como Internet2, canadiense y algunas asiáticas. Todas ellas tienen un gran parecido en infraestructuras, equipos, aplicaciones y servicios para que pueda existir una comunicación global entre la comunidad mundial de investigadores. “Esa permeabilidad y capacidad de comunicación humana que ofrecen las redes hace que todos nosotros participemos de alguna manera en el proyecto de los otros”, afirma el director de RedIRIS.
No obstante, la capacidad de las redes crece casi tan rápido como el volumen de información que circula por ellas. Desde hace tiempo se habla de Terabites, equivalentes a un millón de bites. Ya está en marcha un ambicioso proyecto que pretende interconectar todas las redes existentes en el mundo. Se denomina Global Terabit Research Network (GRTN), y tendrá la máxima velocidad de que sean capaces de alcanzar los ordenadores. Castelo asegura que en ciertos entornos ya es una realidad gracias a GÉANT, su conexión con las redes estadounidenses, con las que existen tres enlaces de 2,5Gbps y algunas conexiones con Asia. No obstante, también se prevé que esta gigantesca autopista de la información llegue al Mediterráneo Sur, África e Iberoamérica.

500 megas en 1,5 segundos
RedIRIS2 supone un salto cuantitativo en la capacidad y velocidad de las redes utilizadas por los centros de investigación españoles. “El cambio de velocidad supone un aumento de entre 15 y 200 veces respecto a la anterior”, indica Castelo, aunque matiza que la velocidad real depende también de los nodos y los accesos. Un ejemplo puede ilustrarlo mucho mejor: “Un CD de unos 500 megabits puede ser transmitido por una línea de 2,5Gbps en aproximadamente 1,5 segundos”, afirma. La cifra da una idea de las posibilidades que tiene RedIRIS2 para los investigadores y los centros académicos a la hora de intercambiar grandes volúmenes de información.
No obstante, Castelo aclara que la velocidad de 2,5 Gbps introducida en el núcleo de RedIRIS2 “es difícilmente utilizable de forma directa por equipos individuales”. De hecho, el límite de velocidad no está tanto en las redes como en la capacidad de procesamiento de las computadoras actuales. “Las redes están pensadas para su uso compartido por numerosos usuarios de forma simultánea, aunque puede que haya algunos proyectos como las redes Grid que sí puedan llegar a hacer un uso importante de esas capacidades”, añade.
Pero que las computadoras no sean capaces de procesar aún esas velocidades no quiere decir que no exista la posibilidad de experimentar con velocidades aún mayores. La tecnología DWDM –Dense Wavelength Division Multiplexing– permite de forma experimental llegar a cientos de Gigabits por segundo en una única longitud de onda. “Si se tienen en cuenta muchas longitudes de onda y fibras a la vez, el límite de velocidad por ahora es

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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