Quiebras online: ¿el inicio de la consolidación?

La cantidad de negocios online que han echado el cierre en los últimos meses puede tener dos lecturas. Primera: la ansiedad existente en el aire por proclamar el inicio de la muerte de la economía "burbuja" digital. Segunda: la consolidación de este sector como área imparable de la economía del futuro. Llega el momento de las reestructuraciones, la tarea de equipos de gestión hacia rentabilidad y la concentración del mercado hacia jugadores sólidos. La pregunta es: ¿quién está dispuesto a apostar?

La cantidad de empresas que han tenido que colgar el cartel de “Cierre” en el último trimestre del pasado año ha aumentado de forma exponencial, sin embargo se trata de ello, el incremento de un proceso que se viene produciendo durante todo el año y que resulta innato a todo sector económico emergente, por tanto, inestable.
Cerca de 130 “cierres” cifra la consultora Webmergers a fecha del pasado noviembre. Aunque tres resultados son dignos de atención en el estudio de la consultora. Por una parte, los cerca de 8.000 despidos que este fenómeno supone, al representar una masa importante de profesionales especializados en este sector. Algo más de 11.000 trabajadores han sido despedidos de una empresa .com, en un estudio de Challenger Gray & Christmas a mediados del pasado año, mientras durante el segundo semestre se esperaban al menos 4.000 despidos más (cifras correspondientes al año 2000 aún no disponibles).
La mayoría porcentual de estas quiebras .com provienen del mercado estadounidense, ante el cual los negocios europeos fallidos tan sólo representan un 8%. Una vez más, refleja el dominio de los proyectos “made in USA” frente al resto de mercado en cuanto a cantidad, calidad y desarrollo de los mismos.
Además, los resultados estadísticos de Webmergers reflejan un especial énfasis en demostrar que algo está fallando en el planteamiento de las fórmulas de comercio electrónico. Lejos de concluir lo inadecuado de Internet como plataforma de comercio, sí se puede hablar de una necesidad de revisar la optimización de recursos y posibilidad que permite la Web en este tipo de negocios. Un 75% de los fracasos afectaron a fórmulas de B2C, mientras un 60% del total es cifrado por la consultora como lugares web dedicados al comercio en Red.
La justificación de estos datos comienza por revisar las fases lógicas de toda economía en expansión: la diferencia entre los negocios emergentes y las iniciativas que sobreviven resulta abismal en cualquier sector en consolidación. También en Internet.
De hecho, Forrester ya predice que tan sólo la mitad de las empresa digitales sobrevivan durante el nuevo año.

Causas con marca propia
Estos fracasos .com permiten obtener un elenco de causas propiamente “Internet” que han motivado este fenómeno.
• Elección del negocio: en esta categoría se incluyen tanto aquellas iniciativas cuyo servicio no se adapta al entorno Internet, su modus operanti no es el más adecuado o simplemente aún no existe mercado para albergarlas. Proyectos como AllAdvantage.com de-dicados al pago por visualización de banners (marketing permisivo) no pudieron prever la avalancha de usuarios o la inmensa cantidad de negocios online dedicados a la venta de juguetes.
• Negocios orientados al inversor, no al usuario: si una buena idea bajo un business plan fue durante un tiempo el pasaporte para la obtención de financiación, la focalización en la figura del inversor ha desembocado en una preocupación exclusiva por la creación de marca y su revalorización en bolsa.
• Excesiva dependencia de la variación bursátil: haciendo del negocio una plataforma hipersensible.
• Expansión internacional: se trata de estrategias seguidas durante algunos meses hacia la reproducción/apertura simultánea en varios mercados diferentes. Nuevamente, resulta positivo ante rondas de inversores pero excesivamente costoso de cara al negocio.
• Despilfarros económicos: sonados han sido varios casos en el sector. Durante el año 2000 la inversión publicitaria en grandes medios junto a la proliferación de las famosas fiestas .com han nutrido el consumo acelerado de las financiaciones logradas.
• Despreocupación de las estrategias a seguir en la generación de beneficios económicos: la exigencia en el retorno de la inversión era lógica, máxime en el capital riesgo inversor en empresas online donde revalorización se presuponía en una fiebre alcista.

Recortes, ¿para evitar la quiebra?
Ante el cierre del grifo económico por los inversores, las primeras medidas a tomar es la reducción de costes. Pero, ¿en qué departamentos? Uno de los principales errores ha sido desconocer el perfil de la empresa y optar por los despidos masivos sin analizar los problemas de negocio encontrados.
Esta razón, entre otras, pueden ser causa de que dichas reducciones no se traduzcan en aumentos directos de los ingresos económicos. Según un estudio de Getzler & Co, Amazon es el caso más significativo de emprender despidos en su plantilla y reducir gasto en marketing para no lograr un significativo aumento en sus ingresos proporcionalmente. Además, dicho estudio insiste en la creación de marca vía campañas millonarias: resultan necesarias para la consecución de una base de clientes, sin embargo algo falla cuando el chorro de inversión publicitaria se cierra y la marca se volatiliza en el ciberespacio ante clientes inexistentes.
En todo caso, una traumática reducción de costes no justifica la variación del sentido del negocio: en los últimos tiempos un número creciente de empresas encuentran, ante los malos tiempos, la consultoría como negocio central que nunca fue contemplado. Por último, si la bancarrota está cerca, y dado el punto de mira que representan hoy las “puntocom”, según Webmergers.com, hay que encontrar la forma y momento adecuado para ponerse en venta: toda postergación no se traducirá sino en la reducción de posibilidades de compra/reducción del valor final en el mercado.

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Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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