MUDs: rol en línea
Los juegos de Dragones y Mazmorras han gozado, en el mundo anglosajón, de un éxito y una preeminencia que jamás llegó a consagrarse del todo en España. Cuando éstos complejos juegos de mesa se cruzaron con Internet, el resultado fue un híbrido interactivo que tampoco cuajó mayoritariamente en España, pero cuyos efectos, logros y presencia es, como mínimo, reseñable. Los MUDs, juegos de rol por Internet, entre usuarios españoles, no gozan de una importancia numérica comparable, siquiera, a la de algunos de los servidores de IRC más modestos. Sus usuarios, sin embargo, no dudan en destacar las enormes ventajas que tienen sobre éstos últimos. En este artículo y el del próximo número, intentaremos dar a conocer en qué consisten estos juegos de rol cibernéticos, cuáles son sus atractivos y cuáles las polémicas que generan, qué tipo de relaciones sociales ponen en marcha, de qué forma han evolucionado y superado ampliamente la categoría de `juego de rol` y hasta qué punto tienen razón sus usuarios en dedicarle las enormes cantidades de tiempo que le dedican.
MUD es la palabra clave. En el origen de los tiempos, hace no más de veinte años MUD era un acrónimo. Las dos primeras letras significaban `multi-user`, enfatizando el carácter `multi-usuario` y simultáneo de estos entornos. La `D` final ha tenido diversas acepciones. En primer lugar, se refería a la inicial del vocablo inglés `Dungeons`, mazmorras, recordando que el origen temático de los MUDs era y sigue siendo el universo fantástico de las series de `Dragones y Mazmorras`. Más tarde, a medida que nacieron nuevos MUDs cuya base temática divergía de esta, la `D` significaría `domains` o `dimensions`. En la actualidad, un MUD o un `mudder` son términos habituales dentro de la jerga más diáfana del mundillo. Un MUD es cualquier tipo de `mundo virtual`, principalmente textual, donde los usuarios adoptan una personalidad determinada y deambulan por ellos siguiendo, más o menos, las indicaciones del lugar. Un `mundo virtual` que existe sólo en Internet, pero que no renuncia a su arraigada herencia cultural, que encuentra sus motivos de culto y sistemas de funcionamiento en los juegos de rol clásicos y en la literatura fantástica inspirada, casi siempre, en las mencionadas series de `Dragones y Mazmorras` y en la extensa obra literaria de Tolkien, el creador de `El Señor de los Anillos`.
Pero, ¿qué es, en realidad, un MUD? Por lo general, puro texto. En un contexto donde lo `multimedia` tiene todas las de ganar, la mayoría de los MUDs mantienen la pureza y la candidez de seducir, simplemente, por medio de la palabra. El creador de BastardMUD, un estudiante de informática de la Universitat Autònoma de Barcelona, opina que los MUDs en estado puro son textuales por definición. Otro personaje experto de las versiones españolas de estos entornos, relata que entró por primera vez en Medina, el decano de los MUDs en castellano, porque alguien le dijo que era parecido a aquellas aventuras conversacionales como el Don Quijote, que disfrutaron de su pequeña cuota de éxito comercial cuando la gama de los CPC de Amstrad era de lo más puntero del mercado.
Contra lo que piensan algunos denostadores del medio, en Internet, la palabra escrita sigue gozando de una vitalidad y una creatividad envidiable. No obstante, hay quien opina que los MUDs, por ser -mayoritariamente- textuales, son territorio para nostálgicos. Quizá tengan parte de razón. Pero un MUD no es sólo eso.
Un MUD, en cualquiera de sus versiones, es, por encima de todas las cosas, gente. Gente interactuando, compitiendo, ayudándose o entorpeciéndose, hablándose, gritándose, insultándose o cortejándose. Gente que, para progresar mínimamente en el juego, no tiene más remedio que asociarse con más gente, consensuar estrategias, pedir ayuda a personajes de más nivel, acceder a las súplicas de los más novatos. Gente comprometida con un mismo objetivo, con un mismo entorno, con las mismas dificultades y diversas formas de superarlas. Gente jugando y viviendo una aventura fantástica simultáneamente, compartiendo penas y alegrías, dificultades y triunfos.
La dimensión social de todo MUD es mucho más importante de lo que puede parecer a simple vista. Los personajes bisoños de cualquier MUD de aventura codician armas como un `espadón corinthio` o un `hacha de dos manos`. No obstante, el salto