Los hotspots, abocados a su desaparición
En la medida en que la banda ancha móvil está despegando, los hotspots serán irrelevantes, como los teléfonos. Así al menos lo augura Johan Bergendahl, máximo responsable de marketing de Ericsson.
La banda ancha móvil está creciendo a un ritmo más rápido a cómo lo hicieron, en su momento, las telefonías fijas y móvil. “En Austria, por ejemplo, aseguran que la banda ancha móvil superará a la fija este mismo año. Sigue creciendo más rápidamente y, en Suecia, el teléfono más popular es un módem USB”, explica este responsable.
En la medida en que cada vez más personas utilizan la banda ancha móvil, los hotspots no seguirán siendo necesarios. “Estos puntos de acceso en sitios como los Starbucks se están convirtiendo como en cabinas telefónicas de la era de la banda ancha”, añade Bergendahl.
Un par de factores serán los que aceleren el movimiento a la banda ancha móvil. En países como Austria, Dinamarca y Suecia, el precio medio por una suscripción a la banda ancha móvil es de sólo 20 euros al mes.
Además, el soporte de HSPA (High Speed Packet Access) está cada vez más presente en cada vez más portátiles. De hecho, Ericsson firmaba recientemente un acuerdo para incluir su tecnología HSPA en algunos portátiles de Lenovo. “En unos años, esta tecnología será lo que hoy es WiFi”, vaticina.
Sin embargo, lo cierto es que siguen existiendo algunos retos. La cobertura, la disponibilidad y el precio (especialmente en itinerancia con otras redes) son algunos de los factores críticos para su éxito. “La industria tiene que ser capaz de solventar el problema del roaming. Las operadoras necesitan crecer juntas. Sería tan simple como pagar 10 euros por cada día que estás en itinerancia”.
En cuanto a la cobertura, hay que posibilitar que incluso en espacios cerrados, incluso en zonas rurales, como oficinas o habitaciones de hoteles, se pueda disfrutar de conectividad 3G. La operadoras ya están buscando maneras de mejorar la cobertura.
