Los compradores online prefieren pagar más a cambio de privacidad
Aunque la privacidad tenga un coste extra, los compradores online están dispuestos a pagarlo para proteger su información personal, según revela un nuevo estudio realizado por la Universidad Carnegie Mellon.
Los participantes en el estudio, a los que se pidió que compraran dos productos en la Web, se mostraron más propensos a adquirirlos de vendedores online con buenas políticas de privacidad. Como media, estaban dispuestos a pagar unos 60 centavos de dólar adicionales sobre una compra de 15 dólares cuando sí se sentían confiados con la política de privacidad del comercio.
Algunos estudios previos sugerían que la gente prefería facilitar información privada a cambio de unos precios más bajos, pero los investigadores de Carnegie Mellon pensaron que la explicación a este fenómeno podía no ser tan evidente. Así, en su investigación asumieron la hipótesis de que los compradores se preocupaban por la privacidad y que, sencillamente, no sabían dónde obtener información sobre las políticas de cada sitio Web. Éste era el motivo de que no actuaran en consecuencia.
Para probar su hipótesis, hicieron que los participantes en su estudio utilizaran un motor de búsqueda comercial denominado Privacy Finder, que evalúa de forma automática las políticas de privacidad de los comercios online y muestra claramente los resultados a los usuarios.
“Mucha gente se manifiesta preocupada por la posibilidad de que algunos comercios online faltos de escrúpulos lleguen a utilizar ilícitamente su información, por ejemplo, sobre tarjetas de crédito, o enviar spam a sus direcciones, o violar de alguna otra forma su privacidad”, indica la universidad en un comunicado sobre su estudio. “Sin embargo, diversos estudios previos concluyen que mucha gente todavía no consigue proteger adecuadamente su privacidad online”.
Probablemente ello se deba a que las políticas de seguridad de los comercios online a menudo son de difícil acceso, complejas de interpretar, e incluso inexistentes, según los investigadores de Carnegie Mellon. “Sospechábamos que la gente sí se preocupaba por su privacidad, pero encuentran difícil conseguir información sobre las políticas de cada sitio Web. Lógicamente los usuarios no pueden actuar teniendo en cuenta información que desconocen o que no entienden”.
Los artículos a comprar utilizados en este estudio fueron un paquete de baterías y un objeto sexual. Los usuarios que utilizaron Privacy Finder compraron las baterías de sitios web con calificaciones de alta privacidad en un 50% de los casos, y el producto de sex-shop en una tercera parte de ellos.
Privacy Finder baja la puntuación de los sitios si estos comparten información personal de los usuarios con compañías de distribución que puedan utilizar los datos con otros fines. También penaliza a los sitios que comparten información personal con otras empresas que a su vez tienen políticas de privacidad de bajo nivel.