La televisión y la interconexión con la Red

Cuando Internet hizo su irrupción de manera global en nuestras vidas modificó y alteró de manera sustancial las formas de relación y de comunicación entre los cibernautas. Si el correo electrónico, por mencionar la aplicación más conocida, ha devuelto a millones de personas el hábito y el encanto de la literatura epistolar, cada uno de los valores añadidos que posee la Red se introduce rápida y decisivamente en nuestras vidas. La unión de Internet y la televisión o viceversa, nos depara mucho más.

La relación entre dos medios como Internet y televisión se establece en el mismo momento de su concepción, incluso cuando en aquél instante los responsables de las Agencias de Seguridad americanas no supieran lo que estaban creando.
Si reflexionamos un sólo segundo qué es Internet y en qué consiste, las respuestas en grado de usuario y de utilidad que encontramos desembocan en cuatro palabras: comunicación, información, actualidad y negocio. De esta piedra angular sobre la que se asienta el funcionamiento real y no técnico de la Red de redes podemos extrapolar claramente el por qué de su inevitable, y maravillosa, unión con la televisión.
Cuando en los años 50 se comenzó a extender lo que ahora se conoce como “caja tonta” por los países más avanzados, muchos teóricos de la comunicación creyeron que había llegado el momento del fin del periódico y de la radio… ¿cómo competir con un instrumento de tal capacidad?, plantearon los apocalípticos. Hoy, otros cincuenta años más tarde, nadie se plantea el hecho de que la llegada de Internet pueda acabar de manera definitiva con los medios tradicionales sino que, al revés, se complementarán y este nuevo intruso forzará, como ya ha comenzado a hacerlo, un replanteamiento a nivel editorial y comercial, de sus competidores más clásicos.
Las posibilidades de integrar distintos formatos (texto, audio y vídeo) en un mismo soporte es lo que ha permitido a Internet convertirse en un eje referencial en todos los órdenes de los medios de comunicación, ya sean televisiones, periódicos, radios o, incluso, productoras de cine y de música. Y es que, la televisión está hoy en día en Internet. En algunos casos es utilizada como un añadido a la información que se presenta –como ocurre en muchas páginas web de deportes–, otras como un elemento de valor esencial –como los vídeos incluidos online de www.cnn.com nada más producirse el comunicado en el que George W. Bush anunciaba el inicio de las acciones militares en Afganistán el pasado 7 de octubre– y, en otras, es un instrumento de promoción o de marketing –como las productoras de cine que cuelgan sus trailers en la web (trailers.warnerbros.com/web/index.jsp)–.
En cualquiera de los casos citados anteriormente está claro que el futuro pasa por una integración completa y eficaz de la señal televisiva en Internet y que desde el PC se tenga acceso a cualquier tipo de emisión.

Entrando en materia
Los motivos por los que ha entrado la televisión en Internet ya están, someramente, explicados. La extensión definitiva del cable y de las líneas de acceso de alta velocidad permitirán acceder a una alta calidad de retransmisión y eso abre un mundo de posibilidades.
En el ámbito informativo, por ejemplo, las televisiones más poderosas del mundo (CNN, NBC, ABC, etc.) no han dudado en trasladar a sus páginas sus emisiones más interesantes y completan sus noticias con vídeos de un interés informativo fuera de toda duda. En el caso de los deportes o de la música, nos encontramos con la posibilidad de asistir a conciertos en directo emitidos exclusivamente para la Red o la retransmisión de macro-eventos deportivos como carreras de coches, partidos de fútbol, ceremonias de inauguración de Juegos Olímpicos, etc.
Lamentablemente en estos días tenemos un ejemplo muy claro de la utilidad de Internet como emisor de señal televisiva. El pasado 11 de septiembre, el día del ataque a Nueva York y Washington, numerosas páginas web españolas de los más prestigiosos medios de comunicación pusieron en línea vídeos con las imágenes de los atentados sólo unos minutos después de que tuvieran lugar. En este caso, millones de personas que estaban en sus oficinas y no tenían televisión, podrían haber entrado y ver, casi en tiempo real, qué es lo que pasaba en la otra orilla del Océano Atlántico. La sinergia entre uno y otro medio es, por lo tanto, obvia e incluso necesaria para que la información sea más precisa.

Métodos de retransmisión
Es importante que diferenciemos entre los dos tipos básicos de transmisión que hay en estos momentos: en tiempo real y por descarga de ficheros.

En tiempo real. Por un lado nos encontramos con la emisión en tiempo real o directo. Lo que verá en se su ordenador es, ni más ni menos, que una señal televisiva sobre un evento determinado que llega en modo convencional.
Este sistema consiste, básicamente, en recibir una señal determinada e introducirla en el terminal. Se debe definir mediante un software determinado –en este caso hemos utilizado Real Producer Plus– la calidad de la emisión y la compresión que le queramos dar a la señal saliente para poder enviarla a un servidor vídeo. Una vez en el servidor, el internauta sólo tiene que limitarse a pinchar en el enlace que se le indique para disfr

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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