La expansión de los dominios

Internet sigue creciendo y expandiéndose por todo el mundo y en todos los sectores de la actividad productiva e intelectual. Resulta ya obvio que Internet no constituye simplemente una herramienta potente en el escenario de la sociedad de la información (telecomunicaciones + informática + medios) en ciertas partes del mundo y para una más o menos determinada categoría de servicios: más bién está revolucionando prácticamente todos los ámbitos del tejido productivo en base a un proceso de innovación de carácter radical y extremadamente rápido.

Este escenario conlleva de forma automática el incremento de los esfuerzos en materia de organización y gestión de las funciones críticas en Internet para tratar de adaptarlas a este nuevo escenario que cada día toma más fuerza. Hay que recordar que Internet se genera en Estados Unidos, concretamente en el sector gubernamental y académico. Su desarrollo explosivo en términos de crear un enorme y potente núcleo generador que se exporta posteriormente al resto del mundo tiene lugar también en Estados Unidos. No es de extrañar entonces que, en esa primera fase de generación y desarrollo, sea la Administración de Estados Unidos la que se encargue de la organización y gestión de esas funciones críticas. Más tarde, en la fase posterior que podríamos llamar de consolidación/comercialización/globalización se producen las transferencias de la Administración de Estados Unidos a ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers) en un intento de aproximarse a la realidad, ya que ICANN es una organización privada sin ánimo de lucro con el objetivo de conservar la estabilidad funcional de Internet y que comprende comunidades de usuarios, comunidades técnicas, empresariales y académicas. Esta transferencia de competencias tuvo lugar a través del White Paper de junio de 1998 del Gobierno de Estados Unidos. En ese White Paper se enfatizaba el hecho de que el ICANN se constituía en la única autoridad para elaborar medidas políticas referentes a la introducción de nuevos dominios aparte de los ya existentes (.com, .org, etc.). En la misma línea se sugería tener en cuenta la necesidad de una expansión (más dominios) suficientemente controlada en cuanto a velocidad en base a mantener la estabilidad del sistema y como medio para generar/mantener el clima de competencia y también como medio (para el ICANN) de evaluar el sistema existente de dominios tal como lo transfería el gobierno.

Coordinación ante todo
ICANN constituye actualmente el mecanismo de coordinación técnica para Internet, responsabilizándose de la coordinación global de las funciones de infrestructura críticas en Internet. En concreto, coordina la asignación de nombres de dominios Internet, números de dirección IP y números de puerto y parámetros de protocolo. En definitiva, se encarga de coordinar los identificadores que deben ser únicos a nivel global/ mundial.
Otra de las actuaciones específicas de ICANN en cuanto a coordinación aparece en términos de conseguir un funcionamiento estable del sistema de servidor root de Internet. El ICANN se presenta como una organización privada, sin ánimo de lucro, orientada a buscar consenso y representatividad de todos los actores involucrados de alguna forma en el escenario Internet como usuarios, empresarios u otras organizaciones y que se dedica a tratar de mantener estable a la Red desde el punto de vista operacional, a desarrollar esquemas políticos y a promover el necesario clima de competencia que caracteriza el libre mercado. Sin embargo, la Comisión Europea subraya, en la Comunicación COM (2000) 421 que se describe más adelante, el poder que representa en ICANN el DoC (Department of Commerce) de Estados Unidos, equivalente a un ministerio de comercio. En el marco concreto del proyecto .eu, ICANN mantiene contactos con EC-POP (European Community Panels of Participants in Internet Organisation and Management), además de con la propia Comisión.
Abundando en lo anterior, sobre cómo Internet se está introduciendo rápidamente en todos los entresijos de la sociedad, en el ámbito de la Unión Europea se observa que se necesitan mayores esfuerzos en el tema de la organización y gestión de las funciones críticas de Internet: se observa que es necesario que se refleje y refuerce la diversidad geográfica y la representatividad internacional de los usuarios al mismo tiempo que se plantea la necesidad de generar un esquema de equilibrio entre los objetivos de la política pública con las responsabilidades que se derivan y la propia autoregulación del sector privado. En este contexto, existe una visión, derivada de una concepción en la cual el papel del estado en la vida económica debe ser prácticamente nulo, que contempla Internet como un escenario en el que no deben existir reglas en última instancia, algo que permite amasar grandes fortunas y poder con mucha rapidez, gran parte de las veces en unos términos que resulta díficil explicar y más aún a nivel de expectativas financieras. Todo esto está favorecido por este contínuo y extremadamente rápido crecimiento en un mercado y tecnología todavía no lo suficientemente maduros, lo cual está generando una fuerte concentración económica en infraestructura y servicios que, de una manera natural, va a generar a su vez deficiencias en el tema de la competencia. Las autoridades públicas temen, ante esta situación, que se pueda producir un estado generalizado de inestabilidad económica.<