La batalla por los Web Services
La búsqueda de un estándar se escribe con renglones torcidos
No hay ninguna duda al respecto: tu empresa, más bien pronto que tarde, va a invertir una importante suma de dinero en Web Services. Los estudios realizados por la consultora Gartner predicen que, de aquí al 2007, se malgastarán más de 1.000 millones de euros en proyectos de Web Services que han sido orientados incorrectamente. La cantidad de este dinero que saldrá del bolsillo de tu corporación dependerá, en gran medida, del número de presuntos “estándares” que nazcan en los próximos años. Y, por desgracia, por el momento parece que van a surgir bastantes.
El gran procedimiento en la búsqueda de los Web Services comenzó a escribirse con renglones torcidos durante este año. Al menos cuatro organizaciones (W3C, Oasis, Liberty Alliance y WS-I) compiten para dirigir y liderar el proceso de estandarización de los Web Services. Los intereses son grandes, muy diversos y en muchas ocasiones no atienden a motivos estrictamente tecnológicos.
Además de las organizaciones anteriormente citadas, también ha surgido una guerra entre fabricantes. Así, escontramos la alianza tácita entre Microsoft e IBM que compite contra casi todos los demás fabricantes.
Ambos grupos proponen especificaciones para los Web Services (unas de carácter propietarios, otras no) con equívocas implicaciones de patentes y licencias. Esto, por supuesto, hace recelar a los CIOs ya que en un campo tan pantanoso como los Web Services, la confusión es algo de lo que los CIOs literalmente huyen.
La visión de los Web Services es simplemente grandiosa: un conjunto universal de protocolos de comunicación que permita una total intercomunicación en Internet de máquinas y procesos de negocio. En esta interacción la intervención “humana” sería mínima...
Muchos piensan que aún nos queda un largo camino por recorrer; pero incluso en una situación como la actual, una tecnología como SOAP (Simple Object Access Protocol) es bien capaz de ofrecer una gran valor a la integración de tecnologías. Según datos de un estudio realizado por Gartner entre 110 compañías norteamericanas, el 54% de dichas empresas ya está trabajando en proyectos de Web Services o tiene planes para acometerlos a corto plazo. Por su parte, la consultora IDC estima que a lo largo del 2003 la inversión en Web Services alcanzará los 2.200 millones de dólares. A medio plazo, las previsiones de IDC apuntan a que esta cifra será de 25.000 millones de dólares en el año 2008.
Gartner estima que la estandarización definitiva de los Web Services tendrá un impacto tremendo. Precisamente es ese gran impacto el que incrementa la competitividad entre las empresas y consorcios que luchan por asentar “su” estándar para los Web Services. La razón parece lógica: es muy difícil permanecer involucrado en un proyecto de estandarización de los Web Services en el que tu competidor también está involucrado.
Pero Gartner va más lejos aún e incluso prevé que la alianza entre IBM y Microsoft se disolverá antes de que finalice este año, ya que ambos son competidores directos en el segmento de servidores de aplicaciones y en el mercado de las bases de datos. Y no hay que olvidar que tanto los servidores de aplicaciones como las bases de datos son ámbitos que guardan una relación directa con los Web Services.
A este respecto, un portavoz de IBM comunicó a la revista CIO que el rumor acerca de la disolución de la colaboración con Microsoft en el segmento de los Web Serives es completamente incierto.
¿Qué me dices de los usuarios? ¿Dónde están los CIOS?
Los Web Services son tan tentadores que incluso algunas compañías poco relacionadas con las TI se han involucrado con las diferentes organizaciones y consorcios que luchan por encontrar el maná, en forma de estándar, de los Web Services. Entre ellas hay incluso gigantes de las finanzas de la talla de J. P Morgan Chase; o multinacionales del motor como General Motors. Son dos casos reseñables pero que no dejan de ser una excepción. Que el resto de empresas no se involucre es algo que, según la consultora AMR Research, conllevará grandes quebraderos de cabeza para muchos CIOs. Si las grandes empresas consumidoras de servicios de TI permanecen al margen del desarrollo del estándar de los Web Services, entonces no les quedará más remedio que asumir el estándar que les ofrezcan, o bien -si no hay uno predominante y sí varios estándares- decantarse por uno de ellos. Este último supuesto devendría en carencias en la interoperabilidad entre estándares, limitaciones en el ciclo de vida y onerosos requerimientos de patentes y licencias.
Y si esto ocurre, los CIOs ya pueden comenzar a entonar una cantinela de dice “hemos tirado mil millones de dólares a la basura”.
Miedo a las tarifas
En contra