Juzgan a un internauta por enviar mensajes xenófobos
El ejercicio de la libertad de expresión a través de Internet presenta, al igual que cualquier otro soporte comunicativo, una serie de límites que se identifican con la intromisión en los derechos fundamentales de las personas al honor, la intimidad y la propia imagen. Prueba de ello es el veredicto emitido por un jurado californiano en virtud del cual se declaraba culpable a un internauta acusado de haber enviado mensajes electrónicos de contenido racista.
Richard Machado, de 20 años, fue llevado a juicio por haber enviado a través de la Red amenazas a 59 estudiantes asiáticos de una universidad de la costa oeste de EE.UU. En concreto, los mensajes enviados contengan el siguiente texto: "Voy a consagrar mi vida a encontrar y matar a cada uno de vosotros".
Ante este hecho el tribunal de Santa Ana (California) consideró que el acusado atentó contra el derecho de todo individuo a realizar una actividad protegida por la ley norteamericana, cualquiera que sea su raza, color o nacionalidad. Aunque el juez que lleva el caso aún no ha dictado sentencia, se estima que Richard Machado puede enfrentarse a una pena máxima de dos años de prisión.
El caso Machado constituye el primero en hacer intervenir a la justicia estadounidense en un presunto delito cometido en el ciberespacio, por lo que, según declaraciones del fiscal Mavis Lee, 'lo importante es que se puede sentar un precedente que demuestre el hecho de que estar conectado a Internet no le otorga a los navegantes inmunidad ante la justicia'.