El spam, un problema por resolver
El resumen de este artículo es claro: recibir spam ocasiona pérdidas de todo tipo en la empresa. El tiempo y el dinero que se malgasta por la recepción de estos mensajes ha llevado a asociaciones internacionales, nacionales e incluso a diferentes organismos oficiales a establecer políticas y medidas para evitar, en la medida posible, que el spam siga proliferando por la Red.
Cuantificado y cualificado
El problema es muy grave. La Comisión Europea ha estimado que el correo electrónico no solicitado está costando a los usuarios de todo el mundo cerca de 9.300 millones de dólares al año. Cifra, que aunque parece muy elevada, será mayor en los próximos años si el ritmo de crecimiento del correo no deseado no para.
Tanto es así que, la consultora Gantner indica que la cantidad de spam ha aumentado 16 veces en los últimos dos años y, según la Comisión Federal de Comercio [FTC], se ha triplicado desde principio del presente año.
Brightmail, compañía especializada en tecnología anti-spam y que recientemente ha aparecido en los medios debido al acuerdo firmado con MSN para interceptar el correo basura de los usuarios de MSN Hotmail, indica que el spam ha aumentado en un 450 por ciento en el último año.
En cuanto a la temática utilizada, según Brightmail, la tercera parte del spam se encuentra focalizado en contenidos de carácter pornográfico. No obstante el contenido que predomina es el de mensajes de “cómo conseguir dinero” con un 55 por ciento, el resto de contenido se lo llevan los mensajes relacionados con los servicos y productos de salud [un 10 por ciento], mientras que el resto está relacionado con los juegos de azar.
Lo cierto es que según los últimos estudios, los empleados pasan cada vez más tiempo eliminando correos innecesarios o contribuyendo a que el spam se expanda por las redes.
Legislación
Si se está preguntando por las medidas legales que se están tomando para terminar con el spam tenemos buenas noticias. Ya son muchos los países que están buscando la resolución a este problema común. Mientras que en Estados Unidos el Congreso ha presentado una serie de leyes para regular estas prácticas [Unsolicited Commercial Electronic Mail Act, Netizens Protection Act, entre otras] y el Senado de este país ha aprobado una ley en la que se imputarán multas a los que realicen spam [Controlling the Assault of Non-Solicited Pornography and Marketing (CAN SPAM) Act], en España se ha publicado la LSSICE [más información en la página 34] con apartados específicos para la regulación del spam. Concretamente, el artículo 7 de la LSSICE establece los límites del correo no solicitado, estando totalmente prohibidas las comunicaciones publicitarias no solicitadas, aunque como muchos indican, la ley sólo afecta a nuestro país por lo que el correo que proviene de los Estados Unidos u otros países extranjeros no se encuentra regulado.
De todos modos, los correos no solicitados vienen en su mayoría de los Estados Unidos. Muchos de ellos son traducidos burdamente e intentan hacer creer al destinatario que le ha tocado un viaje a Florida o que podrá ganar un “salario extra”. Es por ello, y ya que la ley americana no es capaz de terminar con el spam, que las autoridades federales han entrado de lleno en el problema con Federal Trade Comisión [FTC], imponiendo denuncias a aquellos que practican técnicas de spam.
Continúa la basura
Queda claro que la ausencia de fronteras hace que el vacío legal se extienda un poco más. La empresa se encuentra con un vacío legal y ningún centro claro donde acudir tanto para denunciar como para protegerse de estos correos, aunque sí puede acudir a fuentes de la Red donde podrá informarse de cómo identificar a los spammers y así crear los filtros adecuados en su servidor (por ejemplo TRUSTe, ePrivacy Group o CAUCE).
Pese a los filtros que incorporar los administradores y algunos de los proveedores, los spammers se las ingenian para burlar dichos filtros. Para ello utilizan técnicas de ingeniería social y sobre todo evitan que la primera parte del mensaje [tanto asunto como encabezado] parezca un mensaje publicitario.
De todas formas, las empresas de marketing son las que más interés tienen en que exista una regulación respecto al correo basura, pues ven como sus correos comerciales (que suelen cumplir todos los requisitos de confidencialidad, seguridad, etc.) se mezclan con los de los spammer, lo cual les crea mala imagen y no logran los resultados deseados.
Soluciones para todos
La solución que proponen las asociaciones más radicales es prohibir todo el correo electrónico comercial en Internet, pero sería meter en el mismo cajón a todas las empresas dedicadas al marketing en Internet. Lo más coherente sería tener una regulación más ferrea respecto a las listas de distribución, uso de datos por parte de las empresas (a nivel global), etc.
Aunque, de cara al usuario y a muchas empresas, dada la proliferación de este tipo de correos, es lógico que se recurra a programas que traten de eliminar el spam (que son las soluciones que al final se adoptan a modo de parche). Entre ellos están SpamKiller de McAfee [www.mcafee.com/myapps/msk] disponible por 39,95 $, Sp