Construya su propia intranet con Windows 95/98 (III)

Las redes están de moda, y las intranets más, pero para la mayoría de los usuarios es una tecnología que está fuera de su alcance, ya que precisa disponer de varios ordenadores, una estructura de conexión, un sistema operativo de red, unos servidores de servicios, unas aplicaciones de generación de páginas web,..., o sea, aparentemente son algo tan complejo que no tiene aplicación más que dentro de las empresas.

La comunicación entre usuarios
Las redes sirven para compartir recursos, pero también son válidas para facilitar la comunicación entre los usuarios de los nodos. En nuestro ejemplo, los estudiantes podrían intercambiar datos entre sí, colaborar por grupos o dejar mensajes y sugerencias a los profesores, siendo factible incluso que se realizasen exámenes individualizados o se diesen explicaciones directas en cada pantalla, todo ello sin especiales inversiones y sin moverse de sus puestos.
Para permitir una fácil comunicación con nuestra red, vamos a comentar tres procesos distintos que se basan en utilidades gratuitas que incluye Windows 95/98.
La primera aplicación que vamos a ver permite la comunicación escrita en tiempo real a través de la utilidad Mensajes emergentes (Winpopup), que está esperándonos en c:\windows (siempre que se haya instalado la red). Es suficiente con pulsar sobre el fichero winpopup.exe para que tengamos disponible una ventana que permite escribir un mensaje y mandarlo a cualquier otro usuario de forma inmediata. En el caso de que seamos nosotros los que recibamos el mensaje, no debemos preocuparnos de nada, salvo de tener Winpopup abierto, ya que nos avisará instantáneamente situándose delante de la aplicación con la que estemos trabajando en ese momento (siempre que se haya activado la casilla de Mostrar diálogo emergente al recibir el mensaje, disponible en Mensajes > Opciones), soportando también avisos especiales, como el que se produce cada vez que se manda imprimir. Si decidimos utilizar Winpopup de forma regular, lo más adecuado es incluir un acceso directo suyo en la carpeta Inicio de Windows.
Si no se precisa que el servicio de comunicación de mensajes trabaje de forma tan rápida como Winpopup, y sin embargo se valoran más otras capacidades (respuestas, filtros, reenvíos, etc.), es mejor instalar un servicio de correo electrónico, que si puede ser cualquiera de los muchos existentes en el mercado, aquí vamos a hablar del que incorpora Windows 95/98, o sea, del servicio formado por una “oficina de correos” de la red y las utilidades de correo electrónico de cada uno de los ordenadores.
Para instalar una oficina de correos completa hay que elegir un equipo que la soporte, siendo lo más lógico que sea alguno que tenga la máxima velocidad y un suficiente espacio de almacenamiento libre. Desde el ordenador seleccionado como servidor de correo electrónico se pulsa sobre el icono de Oficina Correos MS Mail que hay en el Panel de control, eligiendo a continuación la opción de Crear una nueva oficina de correos, y después el lugar donde se desea que esta se instale, para terminar introduciendo el nombre, el buzón (la cuenta) y la contraseña del administrador de la oficina de correos. A continuación, hay que volver a activar la utilidad de Oficina Correos MS Mail, pero seleccionado en esta ocasión la opción de Administrar una oficina de correos existente, que tras pedir el nombre y contraseña del administrador, da paso a la ficha de descripción de cada uno de los usuarios que debemos dar de alta en nuestro servicio, definiendo el nombre, el buzón y la contraseña de cada incorporación. En nuestro ejemplo se ha dado de alta una cuenta por cada máquina, y así, tendremos el buzón n1, el n2, etc. Sólo queda poner a compartir la carpeta seleccionada como depósito de los mensajes y estará todo listo para funcionar.
Después de instalar la oficina de correos y de configurar las cuentas de los usuarios, cada interesado podrá utilizar indistintamente la Bandeja de entrada (que da paso a Exchange), y que normalmente se encuentra accesible en el Escritorio, o la aplicación Outlook Express, que se instala conjuntamente con Microsoft Explorer. Cada una de estas utilidades proporciona diferentes posibilidades, pero básicamente las dos permiten controlar el envío y la recepción de documentos de texto e imágenes que pueden llevar vinculados ficheros de cualquier tipo.
La tercera aplicación que se puede utilizar para comunicarse dos usuarios de la red es NetMeeting, que normalmente se instala junto con el Internet Explorer. La primera vez que se activa NetMeeting hay que ajustar algunos datos, como el nombre del usuario, e indicar que se va a utilizar en red local, lo que ajustará la aplicación para su uso en nuestra red. A través de NetMeeting se puede entrar en conferencias compartidas entre varios usuarios pulsando sobre el icono de Llamar y definir el destinatario de nuestra comunicación, que tendrá que tener abierto su NetMeeting para que pueda recibir nuestra solicitud. Los usuarios reunidos en la conferencia pueden comunicarse a través de texto con la opción Conversación, o si disponen de sistemas de sonido (micrófono y altavoces), mediante voz, e incluso pueden verse en tiempo real si se tiene instalada una cámara de vídeo digital.
Pero aquí no acaban sus ventajas, ya que permite compartir en tiempo real una Pizarra o cualquier aplicación que se integre perfectamente en Windows 95/98, como Word, Excel, etc. Se puede decir que NetMeeting es más bien una multiapliación, pues también permite controlar la tr

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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