Cómo crear una comunidad online
Una buena forma de construir una comunidad online es crear un site específico, en el que se paga una cuota a cambio de recursos exclusivos que pueden incluir desde tutoriales hasta programas de software.
Lo realmente importante es ofrecer información única que no esté disponible gratis en ningún otro sitio. Esto aumentará su valor.
En cuanto a los precios, se pueden elegir diferentes fórmulas, desde un fijo anual por adelantado hasta una cuota al mes. Soluciones como ClickBank ya ofrecen herramientas que permiten crear una estructura de cobros recurrentes para un site de estas características.
Por ejemplo, FounderFly es un site para vendedores online, con vídeos, herramientas de marketing y foros donde los miembros interactúan, hacen preguntas o comparten recursos. Puede probarse durante tres días por un dólar y la cuota mensual es de 19,95 dólares.
Otra opción es MemberGate, site comunitario que ofrece un programa para la gestión de comunidades. Este sí que es un servicio de suscripción (197 dólares al mes, con un mínimo de tres meses) e integra funciones que incluyen desde carros de la copra, hasta proceso de tarjetas de crédito, grupos de discusión o apoyo a programas de suscripción. La mayor parte de las empresas que utilizan MemberGate son editoriales, asociaciones profesionales, empresas de hostelería y organizaciones sin ánimo de lucro.
Por su parte, Wishlist tiene un precio de 97 dólares por una licencia de site único y 297 para dominios ilimitados (con un coste adicional de 47 dólares para actualizaciones). También dispone de carro de la compra, opciones flexibles de afiliación e integración con otros programas de socios, así como fuentes RSS seguras.
Los foros online también ofrecen la oportunidad de aprender y compartir conocimientos. Estas herramientas no solo permiten conseguir ventas, sino también atraer a clientes potenciales, ganar visibilidad y hacer promoción de marca.
Redes sociales, indispensables
No se puede construir una comunidad online sin ellas. Las redes sociales son un blanco obvio para cualquier marca, grande o pequeña, que quiera crear una comunidad. Estos sites son gratis, por lo que formar parte de ellos tiene un enorme potencial. Sin embargo, también constituyen el caldo de cultivo ideal para las estafas online por lo que los propietarios de un negocio que opte por las redes sociales deben tener muy en cuenta que esta seguridad es tan importante como la física.
Una buena opción es tener presencia en LinkedIn que desde 2009 tiene comunidades basadas en temas comunes de interés, experiencias y sectores. Crear una de ellas, relacionada con la experiencia profesional de la empresa, puede convertirse en una importante fuente de contactos e ingresos.
Facebook es también muy popular entre los profesionales de marketing para promover sus productos y servicios, así como participar en grupos relacionados con ciertos intereses. Estos grupos pueden llegar a tener un amplio alcance. Por ejemplo, los “superamigos del marketing en Internet” cuentan ya con 4.200 miembros.
Se pueden utilizar de servicios de Facebook como “consigue 10.000 fans” y el “método rentable Facebook”, puede ser una buena opción. Sin embargo, es conveniente pisar con cuidado en este terreno y evitar cualquier sistema de “compra” de seguidores, ya que podrían ser falsas cuentas de Facebook, spammers o algo peor. Por eso, resulta más conveniente crear un grupo pequeño, activo y leal de seguidores que intentar una gran audiencia potencial que no sea real.
Twitter también es una buena red para construir una comunidad porque una empresa puede lanzar información sobre sus productos o servicios o difundir datos sobre su sector concreto.
Hay un par de formas que pueden explotar para crear tanto marca como comunidad. Por ejemplo, una es tener conversaciones o Twitter Chats periódicamente sobre temas específicos, para lo que sólo se necesita habilitar un hashtag identificativo, o incluso ‘twittear’ eventos que se estén produciendo en real permitiendo que los asistentes se involucren y conversen en comunidad.