Bilbao analiza el papel de las regiones en la SI

Llevar desde los gobiernos locales las directrices globales para la creación de la Sociedad de la Información es el papel que las regiones deben asumir en esta era para hacer llegar al ciudadano las Nuevas Tecnologías de forma equitativa y solidaria bajo el concepto de “progreso ético”.

El papel de las administraciones locales en la creación de la Sociedad de la Información ha sido el tema principal del Congreso organizado por la Diputación de Bizkaia los días 5,6 y 7 de febrero en el Palacio Euskalduna de Bilbao que ha reunido a cerca de 80 expertos para debatir y analizar los retos que deben afrontar los gobiernos de las regiones para conseguir sociedades locales desarrolladas e interconectadas en las que el acceso a la información y el conocimiento sean un derecho reconocido en la Declaración Universal de Derechos de 1948. En la gestación de esta nueva organización social, con las Nuevas Tecnologías como las herramientas para su desarrollo, conceptos como el de formación e innovación adquieren una relevancia especial sin perder de vista los principios de democracia y solidaridad.

El desarrollo basado en un “progreso ético”
Apuntado por el Lehendakari del Gobierno Vasco, Juan José Ibarretxe, ha quedado patente que el concepto de “progreso ético” es la base sobre la que los gobiernos locales deben estructurar sus regiones de cara a la Sociedad de la Información consiguiendo que las Nuevas Tecnologías lleguen a todos los ciudadanos y garantizando la democracia de las TIC. Para Ibarretxe, “la Aldea Global en la que vivimos no es tan bonita” por lo que es necesario que en el desarrollo de las regiones surja “un nuevo modelo de crecimiento solidario por el que se apuesta desde el Gobierno Vasco bajo la idea de progreso ético, para todos.”.
En este contexto, el acceso es la principal herramienta que los gobiernos regionales deben asegurar a todos los ciudadanos, analizando y detectando los núcleos de población o colectivos con mayores dificultades y desarrollando políticas para su integración. En este sentido, apuntaba José Ignacio Zudaire, Viceconsejero de Administración y Planificación del Departamento de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno Vasco, el crecimiento en el número de internautas que ha experimentado Euskadi desde el año 1999 en el que la penetración era de un 6,5 por ciento al 30 por ciento registrado hoy en día, y la intención de llegar al 65 por ciento en 2005. “Es un proyecto muy ambicioso, pero se puede conseguir con la creación de políticas de acceso dirigidas a los colectivos que no se han incorporado a la Sociedad de la Información: personas mayores de 55 años, personas con estudios primarios y secundarios, desempleados, personas del entorno rural e inmigrantes”.
Junto a estas políticas, en un plano global, los expertos reunidos en Bilbao han apuntado la necesidad de llevar a cabo una revisión de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 para incluir el acceso a la información como un derecho universal. La demanda lanzada, entre otros, por Javier Echeverría, profesor de investigación del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas pretende minimizar uno de los principales riesgos políticos con la inexistencia de una declaración de derechos humanos en el ciberespacio. Según las conclusiones presentadas por Louise Lassonde, Directora del grupo sociedad civil de la Secretaría Ejecutiva para la Cumbre Mundial para la Sociedad de la Información, “Es necesaria una reinterpretación de la Declaración y de las legislaciones colectivas a la nueva luz del espacio electrónico. Un nuevo espacio ha sido creado y hay que analizar la Declaración y retomar los elementos que delimiten mejor este espacio”.

La innovación como motor de evolución
Las nuevas sociedades están basadas en el conocimiento como materia prima por lo que su fomento y el apoyo a la innovación deben ser prioritarios desde los gobiernos locales para el desarrollo de las regiones. De esta forma lo ve el profesor de la Universidad de Berkeley y de la UOC (Universidad Oberta de Cataluña) Manuel Castells, quien señala al “sistema de innovación” como el principal proceso de desarrollo regional junto al de la conectividad y el de la infraestructura socio tecnológica (capacidad de generar conocimiento y procesamiento de la información). Para Castells el sistema de innovación es esencial en cualquier sociedad evolucionada y “requiere la conexión entre los centros generadores de conocimiento del mundo empresarial, las instituciones y la sociedad en su conjunto”, para convertir la “cultura emprendedora” en “cultura empresarial”, cambio para el que se necesita capital. “El sistema institucional de favorecimiento de la financiación es clave. Y en el contexto español el sistema es alérgico al riesgo”, critica Castells.
El profesor apunta que las sociedades que han evolucionado en la SI son las que han basado su desarrollo en “la innovación, la capacidad de producir conocimiento, la financiación a la innovación mediante capital riesgo, la capacidad de inmigración masiva de fuerza de trabajo altamente cualificado y la potenciación de la relación global entre este espacio y el mundo”. Castells aconseja a los gobiernos locales una política de infraestructuras y comunicaciones, seguida de una política de desarrollo en recursos humanos que supone educación a todos los niveles y una política de innovación mediante la crea

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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