B2B: punto de inflexión del negocio
Sin perder de vista la grave recesión/crisis que vive la economía mundial, diferentes datos y hechos hacen pensar en una reestructuración de los modelos de B2B hacia el buen camino, esto es, la generación de necesidades en el sector adscrito. A pesar de que tanto despidos como cierres y malos resultados económicos continúan, quizás sean tiempos de analizar las nuevas tendencias del mercado del B2B en una búsqueda de su consolidación.
El baile de cifras previsto por consultoras, revisado posteriormente, vuelto a redefinir por última vez, puede servir de base para analizar los actuales movimientos del mercado B2B en el área americana –representación mayoritaria de estos movimientos– y nacional.
En esta línea, resulta reseñable las nuevas previsiones optimistas de consultoras. Para el mercado europeo, por ejemplo, Garnet Group predice que el despegue definitivo del negocio B2B vendrá para el 2003. Como referencia, 1999 se saldó con un movimiento de 18.000 millones de dólares (más de 20.000 millones de euros) mientras que el pasado 2000 se alzaron 72.000 millones de dólares, es decir, más de 80.000 millones de euros. Lejos de una gran representatividad, estas cifras se traducen en menos del 1% del negocio total durante el pasado año. Sin embargo, la previsión más importante según la misma consultora, se deriva de predecir que el dominio de Estados Unidos se irá reduciendo. Desde casi el 60% que el B2B americano supuso en el negocio mundial del año 2000, esta cifra tenderá a reducirse paulatinamente hasta un 52% durante este año. Siempre según cifras de consultoras acorde con los nuevos tiempos de crisis.
Datos negativos y positivos, varias interpretaciones
Y es que la convivencia entre visiones pesimistas y optimistas del futuro inmediato y a medio plazo del B2B pueden convivir dentro de un mercado emergente aún sin definir en su globalidad. Según AMR Research hasta el 90% de los marketplace “fallecerán” en un período mínimo de tiempo, mientras que Júpiter sitúa en un 20% las iniciativas de este tipo sobrevivirán.
A ello se une la crisis o recesión –según la línea analista a la que se adscriba– que vivimos actualmente, fuertemente potenciada por los acontecimientos del 11 de septiembre en Estados Unidos. A pesar de la realidad de este hecho, el caso es que las inversiones de las empresas de Venture Capital comenzaron a decaer el primer trimestre de año y siguen sin levantar cabeza. Según los datos ofrecidos por la National Venture Capital Association de Estados Unidos –principal exportador de estas inversiones en la era de negocios Internet–, durante este recién terminado tercer trimestre ha sido menos de un tercio de empresas las afortunadas en lograr rondas de financiación cifrada en algo más de una cuarta parte de la inversión lograda durante el mismo período del 2000.
El otro lado de la historia también puede escribirse. LeatherXchange se encuentra entre las –limitadas– empresas de B2B “bendecidas” para continuar en la evolución de este mercado. Una presencia progresiva en más de una decena de mercados y cerca de 500 clientes dentro del sector del cuero al que pertenece, le han merecido una segunda ronda de financiación que, en los tiempos que corren, bien vale una celebración: casi 1.250 millones de pesetas a cargo de nuevos pero sobre todo, inversores que participaron en el capital inicial de la misma.
Que el año próximo será la fecha clave para el despegue del B2B, es una frase cuanto menos manida. Siquiera puede “sonar” a la promiscua marabunta de predicciones vividas en el sector hace apenas 2 años. Sin embargo, el Instituto de Empresa se desmarca de conclusiones fáciles con un informe (Barómetro de Inversión en B2B en España: evolución de los e-marketplaces). De hecho, sectores como financiero, servicios, industrial, distribución y comercio responden a grandes empresas cuya sólida intención en dedicar inversiones a estos modelos de negocio es firme –casi un 50% desde poco más de un 30% que lo viene haciendo durante este año–.
Antiguas fórmulas, nuevos modelos
Para entender correctamente la evolución de las iniciativas de B2B es importante recordar qué tipo de negocio implicaba estas 3 siglas hace apenas 2 años. Originalmente, la diversidad en la cadena de producción de productos y servicios en sectores empresariales ha permitido la catalogación de varios papeles posibles a cubrir por una empresa de B2B. Market-place o mercados de compra-venta con gamas horizontales (diferentes productos y servicios en un pedido regular, por ejemplo, de materiales de oficina), verticales (oferta especializada en un área exclusivamente que permite recoger productos muy puntuales), intercambios (o exchanges, donde la subasta se convierta muchas veces en la fórmula de comercio entre la demanda y oferta variada) y mercados con productos de fabricación (es decir, ofertas a basadas en precios reducidos o de fábrica). Esta definición, en su día elaborada por Kaplan y Sawhney, pretende etiquetar la extensión de catálogo y tipo de comercio posibles en áreas digitales de compra-venta.
Cuando la crisis económica mundial –y por supuesto, de un sector con inversiones tan volátiles en la mayoría de los casos– aprietan, la valoración de una empresa viene de la mano de la