La nube en España

Los trenes de las tecnologías suelen pasar por España, pero nunca paran. La fabricación no llegó a despegar y el desarrollo de software se mantuvo mientras que no reinaron las aplicaciones y emergieron países más idóneos para su desarrollo. Somos vendedores de productos y aplicaciones que se desarrollan fuera de nuestras fronteras, y proveedores de servicios que desarrollamos localmente.
La externalización busca dedicar los recursos de la compañía al desarrollo de su negocio, sacando fuera aquellas cosas (como los sistemas) que no son negocio propiamente dicho. Tampoco debemos olvidar el alto nivel de compañías multinacionales instaladas en España, que cuando se externalizan, tienden a la concentración fuera de aquí.
Así, la nube también apuesta por la economía de escala y por concentrar los recursos. No parece que se pueda considerar aún como una realidad, ya que aunque es un concepto impecable, en línea con la evolución de las tecnologías y con la dirección establecida por la externalización, todavía existen muchas reticencias por parte de los responsables de sistemas de las grandes compañías, sin haber un modelo de negocio para las pequeñas. Sin embargo, los primeros casos que se han producido ponen sobre la mesa un grave problema: las primeras decisiones tomadas para llevar los sistemas a la nube se han realizado con proveedores internacionales cuyos centros operativos están allende los mares, por lo que el negocio de productos y servicios que hasta ahora se hacía aquí, desaparecerá.
No hay que ir contra el mercado ni sus leyes, pero a nivel local deberíamos concienciarnos de que tenemos que desarrollar proveedores locales de la nube, y sensibilizar a las grandes instalaciones de sistemas en España a favor de esos proveedores.