Ahorro, agilidad e innovación, las claves del modelo de nube pública

El modelo de suministro de servicios de TI ‘cloud computing’, que generará más de 200 millones de euros en el mercado español según IDC, ha irrumpido con fuerza en su modalidad privada, aunque la nube pública ya empieza a despegar.

Si hay un concepto rey en el mercado de las TIC en la actualidad, éste es, sin lugar a dudas, cloud computing. La llamada computación en la nube, de la que tanto tiempo se lleva hablando en la industria, ha arrancado por fin y lo está haciendo con fuerza en el mercado español. No en vano, según un reciente estudio elaborado por IDC en España, este año 2011 el mercado de cloud crecerá un 42%, llegando a superar los 200 millones de euros este año. Al hilo de los datos de este estudio, parece, además, que las organizaciones españolas cada vez tienen un mayor conocimiento sobre lo que implica un modelo cloud (en cuanto a servicios estándares y compartidos, soluciones empaquetadas, autoservicio, escalable, precio basado en uso, accesible vía Internet) y las repercusiones que tiene utilizar más eficientemente los activos de TI, disponer de mayor agilidad para lanzar nuevos servicios y reducir los costes del área de TI. Precisamente, según el citado estudio, las empresas que optan por este modelo persiguen un uso más eficiente de los recursos de TI y la posibilidad de ser más flexibles, reduciendo notablemente los tiempos de implantación de los nuevos recursos.
¿Qué empresas caminan hacia el modelo en la nube? El informe de la consultora asegura que los que están adoptando este modelo de forma más rápida son el sector público y el de UCT (utilities, comunicaciones y transportes), seguidos por los sectores de distribución y financiero, y del industrial, el más reticente a adoptar cloud computing.

Ola hacia la ‘nube’
No hay duda de que el mercado de TI se mueve hacia el modelo en la nube, pero ¿qué áreas son más susceptibles de ser llevadas a cloud? IDC asegura que las aplicaciones colaborativas y de negocio son las primeras que se llevan a este concepto, seguidas de la infraestructura web y el almacenamiento. Por su parte, las aplicaciones de desarrollo serán las últimas en llegar a la nube, según los datos de IDC.
En cuanto al futuro de cloud computing, éste será híbrido, según la consultora. De hecho, ya hay muchas organizaciones que están combinando ambos modelos, aunque, de momento, parece que la mayoría prefiere adoptar proyectos de cloud privada. No obstante, el 30% del total de las empresas encuestadas por IDC afirman estar interesadas en el cloud público. Unos buenos acuerdos de nivel de servicio son claves, según los encuestados, para optar por esta modalidad de nube pública.

Nubes públicas
¿Hay espacio para las nubes públicas en las empresas? Sin duda. No en vano, ignorar la cloud pública no tiene sentido cuando en muchos casos los desarrolladores de aplicaciones y los grupos que trabajan con aplicaciones específicas ya se están moviendo a la nube, con o sin conocimiento de los CIO. En este sentido, los responsables TI deben tomar conciencia del problema y asumir el control de este proceso de migración, identificando de un modo coherente y global las aplicaciones más indicadas para cloud computing. Lo primero es conocer a fondo los diferentes tipos de servicios cloud públicos disponibles, analizar sus diferencias y averiguar cuál o cuáles se adaptan mejor a las características y requisitos propios del negocio.
Un servicio cloud público puede suponer una vía cómoda y rentable para lanzar nuevos servicios no disponibles hasta ese momento en la empresa, o como alternativa a una infraestuctura obsoleta que necesita ser actualizada. También, cuando se precisa capacidad extra de computación, almacenamiento o desarrollo, sobre todo si sólo se necesita en determinados momentos.
Los responsables de Tecnologías de la Información están empezando a utilizar el software as a service (SaaS) en diversos ámbitos. En este sentido, aplicaciones de analíticas, email o automatización de las fuerzas de ventas son cada vez más las vías de entrada a las clouds públicas para las grandes empresas. Para las organizaciones más pequeñas, la modalidad pública puede cubrir una base más amplia de necesidades de TI.
No en vano, de acuerdo con las investigaciones de IDC, en la actualidad, la mayor parte de las empresas usuarias de servicios cloud públicos no cuentan con grandes inversiones propias en infraestructura o aplicaciones. Es decir, se trata de pymes o de compañías que no se caracterizan por ser pioneras en la adopción de grandes plataformas o que no están sometidas a grandes presiones en cuanto a conformidad y seguridad de los datos, como es el caso de la banca.

No sólo SaaS
En general, SaaS se puede considerar como un servicio cloud suficientemente maduro y como tal irá perdiendo cuota en el mercado total de cloud computing. Según la consultora IDC, este tipo de ofertas, que supuso el 52% de los ingresos por servicios cloud computing en 2009, representará un tercio del total en el año 2014, a media que crezca la adopción de las modalidades IaaS y PaaS. El uso de IaaS, en particular, aumentará rápidamente, con tasas de crecimiento compuesto anual del 50% hasta el año 2014, frente al 12,5% que experimentará SaaS, aunque este modelo seguirá teniendo la mayor cuota del mercado.


Por qué apostar por la nube pública
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- Ahorro de costes: el pago por uso elimina los gastos iniciales en adquisiciones e introduce en el negocio un modelo Opex, sustituyendo los costes de capital por los costes operativos.
- Agilidad: un factor especialmente idóneo en proyectos a corto plazo.
- Posibilidad de acceder a recursos externos especializados sin necesidad de adquirirlos ni de contratar personal formado.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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