Tecnología de la eficiencia en el centro de datos
Si nos centramos en los sistemas de almacenamiento, uno de los primeros aspectos a considerar es la evolución tecnológica de estos sistemas en los últimos años y su impacto sobre nuestros entornos. Hoy en día, utilizamos discos de alto rendimiento con 300 ó 450GB, frente a los 18 ó 36 GB con los que contabamos hace pocos años. En el caso de los discos de gran volumen, llegamos a 1TB en un único dispositivo. El problema es que la velocidad de acceso a los datos no ha aumentado tanto como el tamaño de los soportes o la cantidad de datos que almacenamos, por lo que el reto es optimizar el uso de estos soportes.
Otro problema es el sobreprovisionamiento (overprovisioning), situación a la que llegan muchas organizaciones en sus intentos por evitar la introducción de cambios en sus entornos productivos. En las diferentes capas de gestión se solicita más espacio del que se va a utilizar, normalmente debido a que con las tecnologías de hace unos años esos cambios se traducían en paradas de servicio, intervenciones fuera de horas y, en definitiva, riesgo para el negocio. Con la tecnología actual hay muchos entornos que pueden redimensionarse en caliente sin impactar al servicio, luego, ¿podemos permitirnos seguir haciendo ese sobreprovisionamiento? la respuesta es no.
Esto nos lleva a otro aspecto: ¿quién gestiona qué? En las grandes organizaciones es muy habitual la existencia de varios departamentos que gestionan cada capa de la infraestructura. Toda esta jerarquía imita la flexibilidad de los entornos y el tiempo de respuesta, además de provocar problemas de espacio. Sin embargo, disponemos de productos que permiten a los administradores de los servidores redimensionar las LUN de las cabinas de almacenamiento de forma autónoma. Gracias a la tecnología, tenemos mayor capacidad para mejorar nuestra eficiencia y reducir costes.
Javier Martínez es director técnico de NetApp Iberia