Y en septiembre... ¿qué?

El sector español ha cerrado el curso en falso, sin saber realmente si la crisis ha finalizado, si ha remitido o si, como algunos agoreros apuntan, no ha hecho mas que empezar. Así, el último cuatrimestre de 2002 se presenta con la misma incertidumbre con que iniciamos el año y con la misma previsible respuesta cada vez que se pregunte a un directivo cómo va su empresa: un largo suspiro y un alzar de cejas que puede significar bien, mal, regular o todo lo contrario.
En este entorno, los analistas y consultores estratégicos están demostrado su absoluta incapacidad para adelantar tendencias a corto plazo o aportar algunas explicaciones a lo que está ocurriendo. Si tras la crisis punto.com el prestigio de muchas consultoras tecnológicas se vio gravemente dañado, la actual situación está ayudando a añadir más escepticismo sobre la seriedad de los analistas del mercado. Por si esto no fuera suficiente, algunas empresas de TI se encargan de añadir mayor confusión alterando sus cifras de facturación, mintiendo sobre sus previsiones de negocio y lanzando mensajes contradictorios en una huida hacia ninguna parte.
Lo único que se dibuja claramente en el horizonte del cuarto trimestre es que es muy difícil que el mercado pueda recuperar lo perdido en los primeros meses del año. Si atendemos las previsiones de algunos analistas (¡qué remedio!), Forrester vaticina que la recuperación no llegará hasta 2004; Context certifica la mala situación del mercado de distribución en el Continente; Merrill Lynch afirma que la posibilidad de que se produzca un crecimiento de los presupuestos de TI este año es “igual a cero” y Gartner asegura que el gasto en TI seguirá estancado en lo que queda de 2002.
Ante este panorama, sólo se me ocurre una recomendación: disfruten de sus vacaciones y descansen lo que puedan: a partir de septiembre el sector va a sufrir mucho. ¡Hasta la vuelta!

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

ny2 ACTUALIDAD

ny2 Sociedad de la información

Día de la Movilidad y el BYOD Coffee Break