Vodafone responsabiliza de la avería a fallos impredecibles

La avería el pasado 20 de febrero, que dejó sin servicio a casi nueve millones de usuario de Vodafone, se ha debido a la conjunción de dos fallos imprevisibles: uno en los mecanismo de protección de lo nodos de señalización, y otro que consistió en la generación de mensajes de señalización inesperados y erróneos en otro nodo de la red. Conocidas las causas que provocaron el incidente, asociaciones de usuarios han exigido a las autoridades públicas competentes el desarrollo de una normativa que regule las condiciones de calidad de la telefonía móvil, al igual que existe una legislación y organismos para el sector de las telecomunicaciones.

Tras quince días de incertidumbre sobre las posibles causas que dejaron sin servicio a casi nueve millones de usuarios de Vodafone, la operadora ha presentado al Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCyT) el informe técnico donde se asegura que el incidente se debió a la conjunción de dos fallos, definidos por Vodafone como imprevisibles.
Por un lado, la causa de la interrupción del servicio se debió a uno de los mecanismos de protección de los nodos de señalización, y la segunda de las causas, consistió en la generación de mensajes de señalización inesperados y erróneos en otro nodo de la red. Ante los rumores que afirmaban que la caída de un nodo provoca la caída de los demás, conocido como el efecto dominó, la operadora ha explicado que la incidencia se trató de una reacción individual de todos y cada uno de los nodos de señalización ante una misma causa.
Asimismo, en el informe se detalla que la zona más afectada por el corte fue Madrid y las que menos Cantabria, el País Vasco y la Comunidad Valenciana.
En cuanto a las reclamaciones y quejas, la operadora ha señalado que de las 18.907 registradas ya se han resuelto más del mitad.

Vacío legal
“Hay que adoptar medidas adicionales a las existentes para que no se vuelva a repetir”. Con estas palabras Josep Piqué, ministro de Ciencia y Tecnología, abría la posibilidad de establecer una ley de calidad de telefonía móvil, similar a la desarrollada en octubre de 1999 para la telefonía fija.
Si bien las operadoras ven con buenos ojos la puesta en marcha de una ley de calidad, lo cierto es que esta normativa, “no significará una alteración de los actuales servicios de calidad y de garantía que las operadoras ya ofrecen a sus clientes en el momento de la firma del contrato”, según explica Fernando Castro, responsable del departamento de comunicación de Amena.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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