"Vamos contra la libertad de precios de Telefónica"
Eva Pérez, presidenta de Astel
¿Qué papel desempeña una asociación que agrupa a los operadores entrantes frente a un líder como es Telefónica?
- Astel ha ido evolucionando con la situación del mercado. Nacimos en 1996, pero fue realmente a partir del 98 cuando la actividad de la asociación empieza a ser relevante. Por aquel entonces había que crear las condiciones básicas de mercado liberalizado, y nos centramos en aspectos básicos que permitían la oferta de servicio por parte de los operadores alternativos, condiciones favorables de interconexión, introducción de la preselección,… A medida que el mercado se ha dinamizado, los problemas se han ido haciendo más complejos. Actualmente nos hemos consolidado como interlocutor válido frente a posibles necesidades del mercado y uno de los grandes problemas que apreciamos es la actuación de Telefónica.
Las últimas reivindicaciones de Astel se centran en el pinzamiento de los márgenes, ¿es en este aspecto donde más daño está haciendo Telefónica a los operadores alternativos?
- Sin duda este es uno de los grandes peligros que existen en el mercado, tanto en voz como en datos y contra ellos estamos luchando. A pesar de estar en el año 2004, lo cierto es que Telefónica sigue teniendo una posición de dominio importante en telefonía fija y así ha conseguido una posición de dominio en el mercado de banda ancha. Vamos contra la libertad de precios de Telefónica.
Para muchos, 2005 puede ser el gran año para el despegue de la banda ancha, ¿qué condicionantes deben darse para que así sea?
- Que se permita la entrada en competencia de todas las ofertas posibles de los operadores presentes en el mercado que utilizan distintas tecnologías. Los mercados de nuestro entorno están teniendo un índice de crecimiento superior y una gama de ofertas y precios más amplios y ventajosos para los consumidores europeos, mientras que aquellos cuyo nivel de competencia es menor, es decir, donde el antiguo operador histórico siguen siendo el principal oferente, el nivel de penetración es correlativamente menor.
A este contexto de competencia que dibuja entre nuestros vecinos europeos también ha contribuido la desagregación del bucle local, ¿cómo está siendo acogida esta modalidad en España?
- Se trata de una fórmula incipiente pero sin duda de grandes expectativas en tanto es una nueva herramienta de liberalización que permite a los operadores casi un control total del cliente, diseñar un empaquetamiento de servicios propio e innovar en el lanzamiento de ofertas.
La CMT ha dado muestras en ocasiones de su independencia, pero también de cierto proteccionismo con respecto a Telefónica. ¿Podría hablarse de un cierto trato de favor con respecto al antiguo monopolio?
- No llegaría a afirmar que la CMT esté dando un trato de favor a Telefónica, pero lo cierto es que hemos presentado muchas denuncias sobre las ofertas del Grupo Telefónica, y no sé si llamarlo proteccionismo, pero el caso es que no hemos tenido mucho eco. Tampoco se ha hecho caso a nuestras denuncias de discriminación, donde destacamos que Telefónica daba ventajas a sus propias filiales en la provisión del servicio al cliente, lo que ha supuesto daños en el mercado. La legislación aparentemente es buena, pero la aplicación práctica deja mucho que desear. Por tanto, lo que sí puedo aseverar es que los reguladores pueden hacer mucho más y ser más sensibles a las necesidades de la competencia, velando por que la regulación se cumpla con más eficacia y se provean mecanismos claros de análisis sobre pinzamiento de precios que salvaguarden el desarrollo equilibrado del mercado.
Sin embargo, con la última medida adoptada por la CMT en relación al ADSL flexible de Telefónica a raíz de las reivindicaciones de Astel, la asociación se ha apuntado un tanto, ¿no?
- Efectivamente hemos valorado muy positivamente esta medida. La CMT paralizó una de las tres ofertas presentadas por Telefónica al entender que era absolutamente predatoria, que arrasaría en el mercado y que no podría ser igualada por el resto de operadores. En este momento estamos pendientes de que Telefónica haga modificaciones en su oferta mayorista que permita ajustar el tipo de bonos. Los precios propuestos atacan tanto al operador de ADSL que quiera competir como a cualquier otro sistema de banda ancha que quiera crecer. Todo aquel que haga una inversión en banda ancha siempre tiene que recuperar los costes en los que incurre, algo de lo que se libra Telefónica al trabajar sobre una red histórica, ya que al no poner un solo bucle en los últimos 5 años tiene unos costes prácticamente nulos, mientras que en contraposición está barriendo a todos del mercado.
A seis años de la liberalización del mercado, éste dispone de una competencia tan incipiente que basa sus reglas en el precio. ¿Cuándo superaremos esta etapa?
- Hay que ser optimistas, pero es obvio que vamos muy despacio. Y es que, un monopolista no tiene ningún incentivo para bajar el precio, porque es el único que ofrece servicios en el mercado. Si al operador dominante se le da la libertad, como ocurre actualmente, de bajar los precios, o se les permite sacar bonos o tarifas que ponen el precio por minuto de un operador entrante muy por debajo de los costes, al final el margen queda estrangulado y no existe posibilidad de ir cubriendo los costes. Un entrante puede vender a pérdidas durante un tiempo, pero realmente eso lleva a la ineficiencia económica. Mientras que un operador con la capacidad del Grupo Telefónica puede bajar precios y reducirlos a un nivel predatorio limpiando todo el mercado. Ese es el juego peligroso en el que actualmente nos movemos. Aunque al usuario le interesa en un primer momento el precio, no es conveniente que contribuyan a una situación de cuasimonopolio, manteniendo los precios de Telefónica artificialmente.
Los presupuestos generales del Ministerio de Industria para el 2005 contemplan una partida de 60 millones de euros para el desarrollo de la banda ancha en nuestro país, ¿cree que es significativo?, ¿cómo contribuirá esta dotación a la Sociedad de la Información?
- Los planes para el desarrollo de la banda ancha ya vienen de lejos lo que ocurre es que son políticas que tardan en impregnar en la sociedad, y ahí es donde la introducción de la Administración electrónica es un valor importante. Ésta puede motivar a un usuario a manejar el ordenador y a meterse en Internet. En un plazo de 8-10 años, el panorama ha cambiado mucho. Y en esta línea nos será muy difícil imaginar el desarrollo futuro de la Sociedad de la Información.
Sí, pero, ¿qué opina sobre las iniciativas concretas del Gobierno para impulsar la banda ancha en España? ¿Hasta qué punto están resultando efectivas? ¿Cómo va a mejorar el panorama del servicio, calidad y precio?
- En colaboración con Red.es, el Misterio está lanzando nuevas iniciativas, sobre todo de desarrollo en las zonas que en la actualidad tiene una penetración má