¿Utopía o realidad?
La empresa integrada
Conseguir la empresa verdaderamente integrada no deberá ser un viaje desarrollado por partes. Para llegar allí, hay que tener una visión total de a dónde se va.
La integración y la información van juntas. Más que nunca hasta ahora, los clientes están demandando información -sobre sus cuentas, sus saldos, sus compras y depósitos recientes, sus facturas y sus productos- desde todas las partes de la compañía. Quieren recibirla por teléfono, por Internet o con ayuda del intercambio electrónico de datos (EDI) o del lenguaje XML, y la quieren ahora. Obtener esa información significa acceder a datos de varios sistemas, y en la lista de cosas a conseguir por un director de Sistemas de Información o CIO en sus siglas inglesas, eso significa integración. En consecuencia, los CIOs se disponen a integrar a toda prisa, utilizando el lenguaje Cobol y herramientas de acceso antiguas, junto con accesorios de pantalla y middleware, para poder así llevar a cabo el trabajo.
Desafortunadamente, simplemente agrupar diversos sistemas no es suficiente. La cuestión que deben plantearse los CIOs no es, “¿Estamos integrando nuestros sistemas?”, ya que la respuesta será afirmativa para cualquier compañía. La verdadera cuestión ahora es, “¿Podemos transmitir información desde cualquier parte de nuestra compañía a cualquier parte en nuestra cadena de valor?” La respuesta a esta pregunta es en la mayoría de los casos un sonoro “no”, y la visión de futuro necesaria para llegar allí -para convertirse en una empresa realmente integrada- es la verdadera responsabilidad que deben asumir los CIOs antes de crear un nuevo interface API o comprar un nuevo paquete de integración Web/host.
Esa visión o plan de futuro para conseguir una empresa integrada deberá llevar incorporada la infraestructura y la conectividad lógica de la compañía, necesarias para mover datos de aplicación a aplicación a unas velocidades y volúmenes que con el tiempo dejarán pequeños a los requerimientos actuales. Además, de acuerdo con esa imagen de futuro deseada, la gestión de las necesidades de integración futuras deberá ser más fácil, tanto si esas necesidades son consecuencia de añadir nuevas aplicaciones de comercio electrónico o de fusiones y adquisiciones imprevistas entre empresas.
Aunque la posibilidad de mover todo tipo de datos, desde cualquier lugar a cualquier lugar en la cadena de valor, en cualquier momento, podría parecer una tarea muy difícil, las demandas de los clientes y la competencia procedente del mundo punto.com obligarán a hacerla realidad. Y si no se hace bien, los clientes comenzarán a buscar en otra parte.
El beneficio
¿Es la empresa integrada una fantasía frustrante? ¿Un espejismo que se agita en el calor agobiante de la economía Internet? Nada de eso. Es cierto que los estándares de comunicación entre empresas no se han establecido aún con firmeza, ni han alcanzado madurez las tecnologías. Y es cierto que la inercia organizacional es también un obstáculo. De hecho, la consultora Giga Group asegura que las compañías grandes han sido construidas estructuralmente para impedir este grado de integración. Sin embargo, esta es claramente la dirección que deben seguir hoy las empresas. Actualmente, en el mundo de los negocios, la actividad tiene lugar cada vez más en la red y está cada vez más interconectada. Los beneficios de esto son numerosos y, al mismo tiempo, la retribución a pagar por quienes no se muevan con la corriente será también enorme.
El primer beneficio que ofrecerá la empresa integrada será la capacidad de ofrecer información integrada a los clientes. Y otro beneficio sobre la inversión consistirá en unos menores costos de integración. Sin embargo, los beneficios potenciales son más profundos que una simple reducción de los costes de software. Cuando se incorporan al plan de integración las conexiones con las firmas colaboradoras, puede alcanzarse un orden de eficiencias más alto. Comenzando simplemente con el aprovisionamiento electrónico, las compañías pueden pasar a disciplinas como la previsión de la demanda y el diseño y desarrollo de productos en colaboración. El entrelazamiento de los sistemas con los proveedores y con los clientes comerciales permite a las compañías realizar mejoras extraordinarias en sus procesos comerciales. Y esos procesos y conexiones de tecnología pueden garantizar unas relaciones provechosas durante muchos años.
En caso de que todas estas ventajas no sean lo suficientemente atractivas para emprender un esfuerzo de integración total, las compañías punto.com tienen la solución adecuada. Estas empresas online disponen de capital de riesgo para invertir en la creación de sistemas integrados a partir de cero. En realidad, todos sus modelos de negocio están basados en flujos de información en tal medida que en ocasiones se enfrentan al problema opuesto: el acceso es demasiado fácil. La comunicación electrónica y la libre circulación de datos permite a las empresas dot.com adaptar la actividad e-commerce a la medida de cada cliente, y crear un modelo operacional con estructuras de costos más bajas que las de las otras empresas, más antiguas en el mercado.
Las partes
Es obvio que la integración de extremo-a-extremo será más fácil de conseguir, más económica y más fiable si las interconexiones se establecen bajo una visión global de conjunto. La empresa integrada es un puzzle complejo formado por muchas piezas.
Infraestructura: La clave está aquí en el almacenamiento de datos, el ancho de banda y la potencia de proceso. Es absolutamente necesario disponer de una infraestructura sólida, potente y orientada a la conectividad, y el volumen de datos a almacenar, transportar y procesar continuará en aumento. ¿Qué se almacenará online, casi-online y offline, y en qué formatos? ¿Qué datos habrá que duplicar? ¿Cómo se garantizará la integridad?.
Aplicaciones ambiciosas: Puede afirmarse con absoluta seguridad que la instalación de un sistema de Planificación de Recursos de Empresa (ERP) no significa la creación de una empresa integrada. Puede ser un componente enormemente importante, pero la historia no termina ahí. Hay otras funcionalidades integradas que son cruciales, como la gestión de la cadena de suministro, sistemas de taller sólidos y potentes, sistemas de trato directo con el cliente y alguna forma de sistema de gestión de relaciones con clientes (CRM) o almacén de datos sobre ciclos de vida de los clientes. Si las aplicaciones para cada una de estas funciones pueden adquirirse para uso inmediato, y en particular si tienen interfaces API preparados para funcionar entre sí y con un sistema de planificación ERP central, se reducirá una parte del esfuerzo