Universidad Autónoma de Madrid (UAM)

Docencia y tecnología, bajo el signo

Frente a los lustros y la solera de universidades como la Complutense, en 1968 nace en España la Universidad Autónoma de Madrid, dotada desde el principio de un carácter joven y dinámico, espíritu que se ha intentado mantener vivo después de 25 años. No podemos saber si fue heredera directa de la revolución social que vivió el mundo durante 1968, debido al aislamiento de nuestro país, lo que sí está claro es su apuesta continua por adaptarse a las nuevas tecnologías, lo que nos permite situarla entre las pioneras de la revolución tecnológica en el mundo docente.

La labor que toda universidad desarrolla tiene como objetivo principal la preparación de titulados aptos para integrarse en la sociedad y acceder al mercado laboral en las mejores condiciones posibles. Esta es la finalidad con la que nació la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en 1968, año en que, paralelamente, el mundo estudiantil vivía una importante revolución.

En comparación con otras universidades españolas, la UAM tiene un tamaño intermedio, con 35.000 estudiantes, alrededor de 1.800 profesores y 800 personas dedicadas a labores administrativas y servicios. Uno de los rasgos que la diferencian de las restantes, se manifiesta en el aspecto de su sede central: el Campus de Cantoblanco, situado a pocos kilómetros de Madrid y ubicado en un entorno todavía apacible y poco contaminado.

En la actualidad, cuenta con seis facultades: Ciencias, Económicas, Empresariales, Derecho, Filosofía y Letras, Psicología y Medicina. Además, están comenzando los primeros cursos de la Escuela de Ingeniería Informática, lo que permitirá que en breve, la universidad disponga de licenciados y titulados en este área.

Asimismo, en el campus de la UAM están situados algunos centros de investigación como él de Biología Molecular, el Centro Nacional de Ingeniería Genética y Biotecnología y otros dependientes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Por otro lado, señalar que la Universidad Autónoma de Madrid, como toda universidad, tiene encomendada la misión de investigación junto con la de docencia, por ello se han creado una serie de servicios que se encuentran a disposición de profesores y alumnos, como son bibliotecas, áreas de información y documentación bibliográfica, cartoteca, etc.

Dentro de estas instalaciones, la UAM incorpora un servicio de informática que dispone de tres partes bien definidas, siguiendo las tareas tradicionales de toda universidad; es decir, docencia, investigación y administración. Para dar apoyo a la primera, se han creado las Aulas de Informática, para el soporte de la segunda, la universidad dispone del Centro de Cálculo y finalmente, para apoyar a la tercera, existe un área de gestión administrativa.

La carrera tecnológica en esta universidad, se inició, según Miguel Marín Noarbe, Jefe del Servicio de Informática, en 1981 con la incorporación de un IBM 4341, que fue donado por la compañía. Posteriormente, se adquirió un IBM 4381, que todavía es utilizado, así como equipos Digital, que se han ido actualizando. En un principio, el Centro de Cálculo de la UAM, donde se encontraban ubicadas estas máquinas, se creó como una forma de dar soporte informático a investigadores y personal docente, pero de un modo bastante modesto, ya que tan sólo contaban con quince terminales, conectados punto a punto, que debían ser compartidos entre mucha gente.

EL PRESENTE TECNOLOGICO DE LA UAM

Los recursos y el funcionamiento de este servicio han experimentado un desarrollo y un cambio creciente, pasando de una estructura centralizada, a una distribuida, de forma que, como explica Miguel Marín: estamos perdiendo muchos usuarios de cálculo pesado, pero estamos ganando otros de correo electrónico y comunicaciones. Además, éste señala que actualmente, el gran esfuerzo que están haciendo se concreta en dotar a la universidad de una infraestructura de red adecuada, la cual tenderá a ser descentralizada.

En estos momentos, en el Centro de Cálculo cuentan con un IBM 4381 y un 3090 VEC, ambos destinados a los investigadores; un DEC mVAX II, para correo electrónico; un DEC VAX 6310 para gestión académica e investigadores; un VAX 4300 para el programa de bibliotecas Libertas; y un VAX 7610 para la gestión académica (SIGMA) y los investigadores.

En cuanto a los equipos distribuidos, han pasado de disponer de diez u once estaciones de trabajo en 1990-1991, a las 78 que tienen registradas en la actualidad para mantenimiento, las que están en garantía no las tenemos contabilizadas ahí, por lo que, presumiblemente, habrá muchas más. En cuanto a los equipos conectados a la red, durante 1989-1990 la UAM no tenía ninguno. En 1991 es cuando comienza a montarse esta infraestructura, llevando la red a toda la universidad, desde los departamentos hasta las bibliotecas, alcanzándose en estos momentos una cifra de 1.500 equipos conectados.

Por otro lado, Miguel Marín Noarbe explica que las comunicaciones dentro de la UAM están establecidas a través de una red Ethernet con protocolo TCP/IP. Asimismo, señala que desde el Servicio de Informática al núcleo de facultades que están situadas en el Campus B, se ha colocado una dorsal de fibra óptica que une a ambas localizaciones.

También, se ha instalado este tipo de cableado hasta cada una de las facultades y por dentro de éstas se ha incorporado coaxial grueso. En cada departamento, secretaría y biblioteca, se ha utilizado PDS (par trenzado), adjudicándose cada una de estas estructuras a diferentes empresas a través de concursos.

Asimismo, el Jefe del Servicio de Informática aclara que en la instalación de esta red hubo tres fases: la primera consistió en el emplazamiento de la fibra óptica y el coaxial grueso; la segunda fase constituyó el cableado de secretarías y bibliotecas y la tercera, que es la que se está ultimando en la actualidad, consiste en el cableado de departamentos, la instalación de tarjetas Ethernet y del software TCP/IP.

LAS COMUNICACIONES DENTRO DE LA UNIVERSIDAD

El proyecto de interconexión de la UAM se inició en 1987. En un primer momento, se pensó en instalar FDDI, que es más rápido que Ethernet, pero por motivos de presupuesto se tuvo que optar por esta última. Sin embargo, se decidió que el mazo de cables de fibra óptica se dimensionara con doble número de éstas, de forma que en un futuro se pudiera pasar de forma fácil de esta red en estrella al anillo FDDI. En este sentido, Miguel Marín explica: parece ser que en la actualidad, ATM le está ganando la mano a FDDI, por lo que si cambiamos la estructura, incorporaremos ésta en vez de FDDI, aunque ATM está todavía un poco verde. Además, señala que la razón que llevó al Servicio de Informática de la Universidad Autónoma de Madrid a utilizar Ethernet y TCP/IP fue la estandarización y, en el caso del PDS, la sencillez para controlar las comunicaciones, tenemos poco personal y muchas tareas complejas que desarrollar.

Siguiendo con la estructura de comunicaciones de la UAM, hay que explicar que la universidad dispone de dos redes lógicas superpuestas en la misma red física: una de investigación y otra de gestión. Esto se hizo así por motivos de seguridad, de tal forma que el tráfico de gestión (SIGMA) fuera en una red, a la que no se pudiera acceder desde cualquier PC con tarjeta Ethernet o desde un portátil que pudiera identificar la contraseña o el password, explica Miguel Marín y añade: duplicamos un poco la infraestructura pero es más segura, ya que a ella sólo puede entrar personal autorizado (personal de administración, secretarías, gestión, etc). La red de investigación llega a las mismas facultades, pero incorpora además algunos centros pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), al Instituto de Ciencias de la Educación, etc.

Asimismo, vía X.25 están conectados a al red públi

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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