Una nueva era
El pasado martes, 1 de diciembre, entro oficialmente en vigor la liberalización de las telecomunicaciones en España . Y el pasado 3 de diciembre, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, concedió las primeras licencias a los nuevos operadores que no han participado en un proceso de concurso, entre ellos a BT Telecomunicaciones . El cumplimiento de la fecha acordada por parte del Ministerio de Fomento es de tal importancia que en pocos meses revolucionará el panorama español del sector . Los nuevos operadores empujaran los precios a la baja y Telefónica deberá reducir sus costes brutalmente y aumentar su eficiencia para poder hacer frente a las sensibles reducciones de precios que se avecinan para todos, ya sean clientes empresariales o privados . Las consecuencias serán obvias . Para los clientes domésticos habrá fuertes reducciones de precios en sus llamadas de larga distancia, mientras que las pymes, descubrirán, además de las rebajas, un montón de nuevas aplicaciones relacionadas con los servicios de red inteligente y todos los servicios que van asociados a los numeros 900 . Las grandes empresas serán las principales beneficiadas y podrán desarrollar nuevas aplicaciones . Así, operadoras como Colt han creado sus propias infraestructuras de fibra óptica que les permiten ofrecer servicios de 34 Mb o incluso de 622 Mb . Eso supone un salto tal en potencia que las empresas pueden concebir toda una nueva generación de aplicaciones . Al tiempo, los operadores de cable, como ONO, CTC o Madritel, empiezan los tendidos de fibra óptica y cable coaxial -las redes HFC- que van a permitir, que por fin, los usuarios residenciales dispongan de redes de banda ancha, lo que debe permitirnos disponer de servicios de acceso a Internet de alta velocidad La pena es que, eso si, estas redes se verán limitadas a las grandes concentraciones urbanas, que en España agrupan a solo la mitad de la población, y los únicos mercados que por su densidad de población las hacen rentables, mientras que el resto del país, se verá condenado a una obsolescencia tecnológica .
